Aragonès rechaza negociar con los profesores mientras la huelga se desinfla

Tercer día de huelga de docentes en Cataluña con un seguimiento a la baja y con el presidente catalán, Pere Aragonès, negándose a negociar directamente con los profesores tal y como le exigen los afectados. El anuncio del consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray de permitir a los centros una moratoria de un año para aplicar los nuevos currículos escolares -que marca qué estudiar y cómo- no ha sido bien acogido entre las direcciones. Por un lado, se muestran “sorprendidos” por la decisión, especialmente porque es una de sus reclamaciones que hasta ahora Educación había rechazado porque depende de la ley orgánica estatal. Y también por haber conocido la oferta a través de la prensa. “Nos sentimos engañados y pedimos diálogo”, coinciden a reclamar los directores.

Tras la primera jornada de huelga del martes, de las cinco previstas este mes, con un seguimiento notable y unas primeras negociaciones frustradas, el miércoles Cambray intentaba frenar las protestas anunciando que “las escuelas e institutos que lo consideren oportuno podrán no hacer cambios del currículo el curso que viene”. Estos currículos despliegan la nueva ley orgánica estatal, la Lomloe, que fija que estos deben aplicarse a partir de septiembre.

“Nos ha sorprendido mucho el anuncio porque hace tiempo que pedimos la moratoria para poder hablar con calma de los contenidos del currículo. La respuesta hasta ayer del Departamento era que era imposible porque venía impuesto de Madrid. Y ahora, de repente, nos encontramos con este anuncio. Hay cosas que no vemos claras porque no sabemos si es que el Ministerio ha aprobado la moratoria o es que es una maniobra de despiste más”, valora Robert Velàsquez, director del instituto Miquel crusafont de Sabadell y miembro de la junta permanente del profesorado.

Joan Cumeras, director del instituto Sobrequés de Girona, y también miembro de esta junta permanente, asegura que las direcciones quieren aplicar los nuevos currículos, pero piden tiempo para hacerlo. “Si es posible aplazarlo, que sea para todos y que no parezca que hay centros buenos y otros malos. Tiene que ser una decisión del Departamento, no puede vincularse a la autonomía de centros”. El director también critica la forma en que el consejero hizo el anuncio. “Ya hace tiempo que nos enteramos de las novedades por la prensa. Estamos viviendo una etapa de falta de diálogo. El Departamento sabe que tiene un órgano consultivo, que es la junta permanente del profesorado, pero no nos utiliza, hace los anuncios a la prensa”. En este punto también coinciden desde la asociación de directores de la pública, Axia. Educación ha convocado a las direcciones la semana que viene para concretar la moratoria.

Los directores también se muestran especialmente preocupados por el currículo de bachillerato. “Supone cambios a nivel de asignaturas, cosa que se traduce en cambios de profesorado y de horas, que tenemos que conocer para organizar las plantillas. Y en 15 días hacemos las puertas abiertas sin saber qué tenemos que ofertar a las familias”, critica Cumeras. Pero el detalle que más ha molestado a las direcciones es que en el Saló de l’Ensenyament se está explicando los cambios del nuevo currículo. “Nos dijeron que el borrador que corría no era válido, y ahora resulta que se está repartiendo en el Saló de l’Ensenyament”, añade enojado Velàsquez.

Se mantiene la presión en la calle

Mientras tanto, el tercero de los cinco días de huelga convocados por los sindicatos educativos muestra un descenso en el seguimiento -un 10% del personal educativo, según el Departamento de Educación, cuando ayer fue un 16% y el martes un 33%-, pero se mantiene la asistencia notoria en la manifestación en Barcelona, con 10.000 participantes, según la Guardia Urbana, la misma cifra que ayer miércoles.

La jornada ha empezado con el corte de la ronda Litoral de Barcelona por la mañana y con una manifestación, que ha partido en plaza Universitat y ha finalizado en la plaza Sant Jaume. Los manifestantes han vuelto a pedir la dimisión del consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, y negociar directamente con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

Pero el presidente catalán no ha cogido el guante y ha cerrado filas en torno a Cambray. “Quien tiene la experiencia, el conocimiento y la confianza para llevar a cabo el diálogo, las conversaciones y los acuerdos con los sindicatos docentes es el Departamento de Educación, y tendrá a todo el Govern a su lado”, ha asegurado Aragonès desde Alemania, donde se encuentra en viaje oficial.

Los siete sindicatos educativos han convocado de forma unitaria cinco jornadas de huelga -días 15, 16, 17, 29 y 30- para este mes de marzo. Exigen desde la retirada del nuevo calendario escolar y de los nuevos currículos a la reversión de los recortes que sufren desde hace una década.

Apoyo al calendario escolar

El tercer día de huelga ha coincidido con la publicación de una encuesta sobre el calendario escolar. Según el sondeo del Centro de Estudios de Opinión (CEO), el 45,2 % de los catalanes están a favor de avanzar el inicio del curso escolar, mientras que el 36,5 % se oponen y el 17,9 % no se posicionan. La encuesta se ha realizado a partir de entrevistas presenciales a 1.200 personas entre el 17 de noviembre y el 17 de diciembre de 2021, dos meses antes de que Cambray anunciara el cambio de calendario, el 10 de febrero, que avanza el inicio del curso una semana e implanta la jornada intensiva en septiembre.