Abroadfest, el festival electrónico que consolida Barcelona como epicentro de los ‘Erasmus’ estadounidenses

Tres veinteañeras se apegan, en una postal que parece de otro tiempo, frente a una cámara de televisión a las puertas del Sant Jordi Club de Montjuïc, en Barcelona. Luego exclaman en inglés: “Somos de Nueva Jersey”, y sonríen, y explican por qué están ahí. Como ellas, unos 3.000 jóvenes han asistido al concierto de música electrónica que ha tenido lugar en el recinto, y que ha agotado las entradas. La novena edición del Abroadfest, que se celebra este fin de semana en distintas salas de la capital catalana, congrega a unos 10.000 jóvenes, en su mayoría estudiantes, según cifras de la organización. Cerca del 90% es de Estados Unidos.

Emi Girardi y sus compañeros de la Universidad de Cornell (Nueva York) participan de un programa de estudios en Barcelona durante tres meses. “Venimos a estudiar y aprovechamos para ir al festival”, explica esta neoyorquina. Una mayoría de los jóvenes consultados responden al mismo perfil: estudiantes veinteañeros de Estados Unidos de paso por Barcelona o alguna gran ciudad europea. Muchos de ellos, también, amantes del tecno.

Ahora toca Meduza, un trío musical italiano, uno de los más reclamados. En el interior del Sant Jordi Club, con un aforo limitado, se agolpan contra el escenario gran parte de los asistentes, que saltan y bailan al ritmo de la electrónica. Algunos lo hacen en grupúsculos más apartados; mientras otros optan por tomas unas copas en un bar habilitado en una sala conjunta del recinto.

El Abroadfest, uno de los festivales más populares del invierno europeo, se ha distribuido este año en tres espacios: además del Sant Jordi Club, también la sala Sutton, donde tuvo lugar la fiesta previa al inicio del festival, el miércoles 2 de marzo; y la discoteca Shoko, que echará el cierre este sábado en su local frente al Paseo Marítimo de Barcelona. Entre los artistas que han participado también destacan el DJ Tchami; Sam Blacky, y R3hab, o bien Nicky Romero y Acraze.

En los últimos meses muchos estudiantes de Estados Unidos han vuelto a Europa. Cristina, una profesora de español con experiencia en distintas escuelas que se dedican a acoger a alumnos de este país, explica que antes de la pandemia podían venir solo a uno de estos centros más de 1.000 alumnos al inicio de cada semestre. Ahora, tras los peores meses de la pandemia, pueden llegar “entre 600 y 800″: “Ha sido una sorpresa la cantidad de estudiantes que han venido. Ha habido muchas ganas”, agrega la profesora. Esto se da, entre otros motivos, por las facilidades que dan estas escuelas, que permiten cancelar el servicio de una manera más flexible que antes.

“El semestre duro es el de ahora: de enero hasta abril Barcelona está llena de americanos, no te lo puedes imaginar”, comenta Cristina, que tiene unos 90 alumnos, casi siempre entre 20 y 21 años, detalla. La mayoría de ellos vienen para cursar asignaturas tanto en estos centros como en diversas universidades catalanas. Sobre todo de Negocios. Es el caso de Andrew, que ha venido desde Madrid con su grupo de amigos para asistir al festival. “No solo al festival, también vamos a ver la Sagrada Familia”, sonríe; mientras explica que además de ellos, también sus hermanos han pasado por las fiestas de estas salas.