Cataluña lanzará su segundo nanosatélite en otoño con una inversión de 1,7 millones

El vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, ha anunciado este miércoles que el Govern lanzará en otoño su segundo nanosatélite con un coste de 1,7 millones de euros y el objetivo de buscarle aplicaciones para luchar contra el cambio climático. La inversión persigue la creación de una constelación propia de pequeños satélites que sirva para tener datos diarios del medio ambiente a través de sensores ubicados en sitios donde no llega la cobertura móvil. El primero nanosatélite del Govern, Enxaneta, lleva diez meses en órbita, un tiempo que ha servido para comprobar que sus protocolos de comunicación, compatibles con el 5G de los móviles, funcionan. Actualmente, el aparato manda información sobre la humedad y temperatura del subsuelo en distintas profundidades de una estación del Instituto Cartográfico y Geológico de Catalunya (ICGC) ubicada en Camí de Nerets (Tremp, Lleida).

Cuando queda poco para que el nanosatélite Enxaneta, cumpla un año en órbita el próximo 22 de marzo el Departamento de Políticas Digitales ha querido hacer balance de la misión. En un acto en Tremp, el director del Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya (IEEC), Ignasi Arriba, ha explicado que el pequeño satélite (pesa 4,2 kilos) pasa por encima de Cataluña unas dos veces al día (en alguna de sus órbitas puede que se desvíe) y se conecta con el Observatorio Astronómico del Montsec para mandar los datos. La información captada por Enxaneta es pública desde este miércoles en un visor del ICGC. El mapa muestra los datos que deja el aparato en cada una de sus órbitas, que también se pueden seguir en tiempo real en un web del IEEC. Arriba ha explicado que en un futuro Sant Esteve de la Sarga (a 10 kilómetros del observatorio) acogerá un telepuerto con antenas especializadas en la comunicación con nanosatélites.

El anuncio sobre el nuevo satélite que, ha detallado Puigneró “será el doble de grande” y costará un poco más del triple (Enxaneta valió medio millón), ha eclipsado en cierta manera el balance de un sistema que aún está en prueba piloto. En un vídeo promocional, la Generalitat ha presentado al testimonio de las bodegas Celler Vila Corona, ubicadas cerca de Tremp, para resaltar la importancia de tener datos continuos sobre el sustrato para maximizar las vendimias. Otro ejemplo ha sido el centrado en la Red de Medición del Suelo del ICGC, que el director del instituto, Jaume Massó, ha detallado en la rueda de prensa. Hasta ahora las 14 estaciones que tiene el servicio en Cataluña se instalaban en función de si tenían o no cobertura móvil 4G. “Ahora no será necesario y las podremos ubicar donde queramos”, ha argumentado Massó sobre unas instalaciones que también son autónomas energéticamente, ya que cuentan con placas solares.

La adjudicataria de Enxaneta —bautizado así por una alumna de una escuela de Terrassa del mismo nombre— fue la empresa catalana Satelliot, que está trabajando en la construcción de una red de satélites de baja órbita global que utilizan el mismo protocolo que la telefonía móvil. La compañía cuenta con la autorización del Gobierno y también está trabajando en pruebas piloto en Estados Unidos y Brasil. Su consejero delegado, Jaume Sanpera, ha puesto énfasis en la singularidad de su empresa, ya que normalmente los aparatos del espacio requieren de decodificadores para comunicarse con redes terrestres. Asimismo, ha remarcado que el 90% de la superficie terrestre no tiene cobertura móvil y que Satelliot busca que la llamada internet de la cosas (IoT) pueda estar presente en cualquier parte con la instalación de unos módems que cuestan menos de 10 euros. Puigneró no ha podido precisar si Satelliot se encargará de su nuevo proyecto porque tiene que pasar por concurso público.

El Govern está buscando nuevas aplicaciones a la recogida de datos de los nanosatélites centradas en ámbitos como el forestal, fauna salvaje, emergencias y seguridad vial. El lanzamiento del nuevo satélite, que como el primero se llevará a cabo en el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), forma parte de la estrategia New Space (Nuevo Espacio) de la Generalitat. Se trata de un tipo de compañías que llevan tecnología de forma asequible al espacio y procesan los datos de los nanosatélites. “Tenemos 56 empresas en este sector que emplean a casi 500 personas, con una facturación de 150 millones”, ha asegurado Puigneró. La Generalitat tiene presupuestados un total de 7,4 millones este año para la llamada “nueva economía del espacio”.