La Generalitat retira la Creu de Sant Jordi a un sacerdote denunciado por abusos sexuales
Es la primera vez que se utiliza el punto del reglamento que da cobijo a quitar el reconocimiento
El sacerdote jubilado Josep Lluis Fernández Padró, acusado de un supuesto delito de abuso sexual, ya no figura en la lista de galardonados con la Creu de Sant Jordi de la Generalitat. El Consell Executiu reunido este martes ha decidido retirarle el reconocimiento —que se le había otorgado en 2007— después de que el pasado mayo el Tribunal Eclesiástico de Barcelona confirmara que hay “indicios” que fundamentan la denuncia. Es la primera vez que se utiliza la reforma del reglamento de los reconocimientos, aprobada en 2009.
El entonces Govern tripartito le dio en 2007 a Fernández Padró el reconocimiento para destacar su papel como fundador del cuerpo provincial de bomberos voluntarios de Barcelona y su tiempo de misionero en Camerún. También fue el párroco de la parroquia de Sant Isidor, en el Eixample. Una hoja de servicios que se vio ensombrecida después de que, a principios de este año, un hombre le denunciara por supuestos abusos sexuales cuando tenía 16 años. El sacerdote tiene 81 actualmente.
La presunta víctima presentó una denuncia civil y otra delante del Promotor de Justicia Fiscal de la Arquediocesis de Barcelona. Este tribunal eclesiástico aseguró en mayo que había encontrado serios indicios de los abusos. De ahí que se elevara el caso la Congregación de la Doctrina de la Fe del Vaticano. Fernández Padró renunció entonces a todas sus obligaciones con la arquidiócesis.
El caso de De Gispert
La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha asegurado que el Ejecutivo tomó la decisión de retirar el reconocimiento al religioso después de las “gravísimas acusaciones contra su persona” y a las que el tribunal eclesiástico también da credibilidad. En 2009, se aprobó un decreto de la Generalitat que permite retirar las distinciones cuando “se produzcan hechos que pongan de manifiesto la conducta poco honorable de la persona o entidad galardonada”.
En el pasado, la Generalitat ya había retirado ese galardón o también había sido devuelto a título personal ante sonadas polémicas para evitar así comprometer el prestigio de la Generalitat. Tal es el caso de la expresidenta del Parlament, Núria de Gispert o de Enric Marco, que mintió sobre su internamiento en Mauthausen. En 2019, la entrega de la Creu de Sant Jordi a la exlíder de Unió por su trayectoria coincidió con unos tuits vejatorios contra cargos del PP y Ciudadanos. Tanto De Gispert como Marco renunciaron antes de ser despojados de la medalla.
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