Los lavabos públicos vuelven al centro de Barcelona por Navidad
El tribunal de contratos del sector público sentencia, ocho meses después de retirar los WC, que la concesión a la empresa que ganó el concurso fue correcta
El distrito barcelonés de Ciutat Vella recuperará los lavabos públicos fijos -las denominadas cabinas- esta Navidad después de que un recurso judicial paralizara la nueva concesión de servicios públicos. Durante la pandemia, y más después del cierre obligado de bares y restaurantes, la ciudadanía constató que los servicios públicos eran un servicio esencial. Ahora, ocho meses después de que se desmontarán los lavabos, el distrito volverá a recuperarlos.
A principios de este año, la empresa Olprim ganaba el concurso municipal para instalar 11 lavabos en diferentes calles de Ciutat Vella. Las cabinas de la anterior concesión debían retirarse en abril y sustituirlas por las nuevas. Una de las empresas que perdió la concesión recurrió la decisión y el caso acabó en el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público. Los tempos de la justicia hicieron que el distrito, a mitad de abril, se quedara sin lavabos y el tribunal ha tardado ocho meses en decidir qué empresa había ganado la concesión. Durante estos ocho meses, el Consistorio improvisó y en el lugar donde estaban las cabinas instaló lavabos de plástico portátil –los mismos que se utilizan en las obras o los conciertos- en los lugares donde antes había las cabinas fijas.
El tribunal ha sentenciado que la empresa Olprim, la misma que tenía antes la concesión, ganó correctamente el concurso y esta misma semana se ha iniciado la instalación de lavabos en los mismos lugares donde estaban en abril. Fuentes del Consistorio advierten que tardarán unas semanas en entrar en funcionamiento ya que estas cabinas deben estar “enganchadas” a la luz y esto depende de las compañías eléctricas. Al igual que los lavabos retirados en abril, estas cabinas cuentan con un sistema de autolimpieza y según el propio Consistorio estos 11 nuevos retretes se suman a los de los equipamientos públicos alcanzando la cifra de 28 en Ciutat Vella.
La burocracia, los trámites y los plazos exigidos a las administraciones solo han hecho que ponerle palos en las ruedas a la instalación de los sanitarios. En noviembre de 2021, la concejal de JxCAT Francia Vila reclamaba en la comisión de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona la instalación de sanitarios provisionales en toda la ciudad. El concejal de emergencia Climática, Eloi Badia, admitió entonces que los lavabos públicos eran necesarios, pero lamentó que la administración está sujeta a una reglamentación en materia de contratación pública que haría muy larga la implantación de estos servicios. Badia optó por poner al servicio de la ciudadanía un conjunto de lavabos de equipamientos municipales. La misma reglamentación que criticaba Badia fue la que ha dejado ocho meses sin lavabos públicos a Ciutat Vella después de que se interpusiera un recurso.
Aún así, no siempre la instalación de lavabos en la vía pública ha contado con el aval de las formaciones políticas. En agosto de 2015 también Francina Vila, entonces concejal por CiU, cargó contra el equipo de gobierno de Ada Colau, recién llegada al Consistorio, por instalar lavabos portátiles junto a las paredes del Born Centre Cultural. Vila acusaba a BComú de “falta de sensibilidad” y de “respeto a la ciudadanía, a las instituciones y al país”. Seis años más tarde, la misma concejal exigió al equipo de Colau que instalará lavabos en toda la ciudad.
Esta Navidad Ciutat Vella contará con nuevos lavabos públicos en la plaza de la Catedral, los jardines de Sant Pau del Camp, la plaza Duque de Medinaceli, la Rambla del Raval, la plaza Salvador Seguí, el paseo Marítim, el paseo Picasso, la plaza Terenci Moix, el Pla de Palau, la plaza de Sant Agustí y la plaza Anna Murià.
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