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Un juez investiga a un sospechoso del asesinato de Helena Jubany, cometido hace 20 años y a punto de prescribir

El magistrado cree que hay indicios para volver a reabrir el caso. El investigado envío un correo electrónico con una “conexión clara” con el texto que la bibliotecaria recibió antes de su muerte

Asesinato de Helena Jubany
Asesinato de Helena JubanyEL PAÍS

El magistrado del Juzgado de Primera Instancia 2 de Sabadell (Barcelona) ha acordado este miércoles nuevas diligencias y ha citado a declarar a un sospechoso como investigado del asesinato de Helena Jubany, la bibliotecaria de 27 años asesinada en 2001 . En un auto, el juez ha trasladado un informe pericial aportado por la acusación particular a la policía que investiga el disco duro del ordenador de Jubany. También ha acordado hacer una comparativa caligráfica entre la letra del sospechoso y los manuscritos que recibió la víctima en su día.

El juez ha asegurado que hay nuevos elementos de prueba para reabrir el caso (cuando faltan pocos meses para la prescripción de los hechos), después de que la familia de Jubany advirtiera en un informe pericial de que el sospechoso envió un correo electrónico a la víctima el 17 de mayo de 2001, hecho “novedoso, útil y relevante”, ya que no constaba en la causa. “El contenido del correo electrónico presenta una conexión clara y directa con el texto del anónimo recibido por Helena Jubany, el día 9 de octubre de 2001, y que está vinculado (por la presencia de las benzodiacepinas en el zumo de naranja) con su muerte”, ha añadido.

El magistrado ha detallado que en el correo electrónico, además, se hacía referencia a dos elementos que también aparecían en el texto anónimo,y ha considerado que “la coincidencia podría no ser casual”. Así, en la primera nota anónima se adjuntaba una horchata (bebida que el sospechoso sabía que gustaba a la víctima), y en el segundo anónimo se hacía referencia a futuras excursiones de la Unió Excursionista de Sabadell (UES) y al perfeccionamiento de inglés, cuestiones que formaban parte de conversaciones entre el sospechoso y la víctima.

Tras el segundo anónimo, Jubany comentó con una amiga que sospechaba del ahora investigado, y el juez ha manifestado que “el correo electrónico aportado es un indicio nuevo y relevante para poder concluir --de forma provisional e indiciaria-- que el investigado podría haber redactado o dictado el contenido de, por lo menos, el segundo anónimo”. Por este motivo, el magistrado ha procedido a “atribuir al sospechoso la condición de investigado en la causa”.

La única encausada en su momento, Montse Careta, se suicidó en prisión antes de ser juzgada. La emisión de dos reportajes el año pasado por parte del programa de sucesos Crims, de TV3, donde un policía que investigó el caso acusaba directamente del crimen a uno de los investigados en su día, Santi Laiglesia, quien más tarde fue exonerado, supuso un pequeño terremoto. El documental sirvió para despertar memorias y tirar de la lengua de algunas personas, hasta el punto de que el juzgado de instrucción 2 de Sabadell decretó la reapertura de la causa, que la defensa de Santi Laiglesia recurrió.

La Audiencia de Barcelona, sin embargó, revocó el pasado febrero la reapertura del caso. El tribunal consideró entonces por una unanimidad que son “inútiles” las nuevas diligencias que había ordenado el juzgado de instrucción 2 de Sabadell para “reevaluar la carga incriminatoria de los indicios que ya fueron en su momento valorados”. Y concluyó que adolecían. de “insuficiencia culpabilística”. Ahora, con las nuevas diligencias abiertas, el caso se resiste de nuevo a quedar en el olvido.

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