El pleno de Badalona destronará a Albiol por salir en los ‘papeles de Pandora’

El pleno del Ayuntamiento de Badalona descabalgará este lunes a mediodía de la alcaldía al popular Xavier García Albiol, el principal haber de los populares en Cataluña, por su aparición como apoderado en una sociedad en el paraíso fiscal de Belice en los Papeles de Pandora. Toda la oposición, formada por 16 ediles de cinco grupos distintos frente a los 11 del PP y del equipo de gobierno, se sumó a la operación que cristaliza hoy con el nombramiento como alcalde del socialista Rubén Guijarro. Albiol sostiene que no cometió ninguna ilegalidad y que quieren arrebatarle en los despachos lo que no ganan en las urnas. El popular quiere concurrir a las elecciones de 2023 con la certeza de que repetirá victoria por cuarta vez consecutiva.

Albiol ha actuado como si no viviera los últimos días en el cargo y en la red ha publicado mensajes sobre el futuro alumbrado de Navidad, acuerdos con clubes deportivos o mensajes asegurando que hay adolescentes que le piden que les felicite por su cumpleaños. Sintiéndose víctima de una “injusticia”, la estrategia del popular siempre ha sido exponer que le votó el 37% del censo y que si hoy hubiera elecciones lograría la mayoría absoluta. Posiblemente, ese ha sido su principal problema: no ha superado nunca los 14 concejales (el pleno suma 27) y no ha sido capaz de tejer alianzas sólidas o pactos estables más allá de que el PSC le haya aprobado presupuestos de inversión. Guijarro, en una entrevista en Efe, prometió este domingo ser la “antítesis” de Albiol y alejar la ciudad del “circo mediático y de la confrontación”.

Toda la oposición, salvo Guanyem, formará parte del nuevo gobierno

Guijarro será nombrado este lunes tercer alcalde de Badalona en este mandato iniciado en 2019. Tres primeros ediles en dos años es propio casi de récord Guinness: Álex Pastor (PSC) fue nombrado en 2019 y dimitió en 2020 por ser detenido en pleno confinamiento en estado de embriaguez; fue relevado por Albiol, y ahora le toca el turno a Guijarro. El trepidante relevo es un ejemplo de la alocada política municipal de Badalona, que en los últimos años ha parecido más una fascinante novela de suspense con giros inesperados, traiciones y sombras de corrupción. Dos momentos reflejan esas situaciones disparatadas: Albiol se puso lívido en junio de 2019 cuando minutos antes del pleno supo que no iba a ser alcalde —Guanyem, la plataforma de izquierdas soberanista, votó a Pastor—; y lloró de emoción en 2021 cuando creía que iba a seguir en la oposición, pero la falta de entendimiento entre la izquierda le devolvió inesperadamente la vara predestinada a Guijarro.

Nada indica que hoy vaya a haber sorpresas, aunque Badalona se ha ganado a pulso tener siempre la mayor de las reservas. Varios politólogos achacan la extrema inestabilidad política de la cuarta ciudad de Cataluña a la debilidad del PSC, que contrasta con la solidez granítica de este partido en el resto del área metropolitana. Eso explica también el fenómeno Albiol, que ha resistido en la comunidad mientras el PP languidecía hasta la irrelevancia.

Con agresivas políticas primero antinmigración, de mano dura policial en favor de la seguridad, Albiol, que se mueve como pez en el agua en los barrios, ha encadenado tres victorias consecutivas y confía en la cuarta si es que no le impide presentarse una causa en el juzgado por permitir unas antenas de telefonía móvil sin haber concedido permiso. La oposición le acusa de tener la ciudad paralizada y bloqueada y de haberse “atrincherado en la mentira” en el caso de los Papeles de Pandora, porque primero dijo no que no sabía nada de ninguna empresa fiscal cuando en realidad figuraban él y otro edil del PP, Ramón Riera, y declaró que era una firma inactiva cuando sí que realizó una compra de acciones.

El edil niega haber hecho nada ilegal y se siente víctima de una “injusticia”

Mientras, la izquierda está muy atomizada, pero tres partidos más Junts han logrado formar gobierno. Ha quedado fuera Guanyem, la plataforma de la exalcaldesa Dolors Sabater, que acusa a los socialistas de no cumplir su promesa de que habría un gobierno de concentración con todos los grupos salvo el PP. Con todo, Guanyem asegura que favorecerá la estabilidad de equipo de gobierno y que facilitará los presupuestos. Pero ya ha puesto una lista de deberes. La gran incógnita será si Guijarro podrá, como ha prometido, alejarse del “circo mediático” y “recuperar la normalidad institucional, la dignidad y el orgullo de ciudad”.