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CC OO y UGT avalan ampliar el aeropuerto de El Prat pese a los recelos

El proyecto ha generado corrientes críticas en los dos sindicatos

Un avión despega en el aeropuerto de El Prat frente a la zona natural de La Ricarda.
Un avión despega en el aeropuerto de El Prat frente a la zona natural de La Ricarda.AFP
Josep Catà Figuls

Los principales sindicatos de Cataluña, CC OO y UGT, han pasado de puntillas por segunda vez en pocos años sobre un debate incómodo. Acostumbrados a tener una única voz en los conflictos laborales, sufren para mostrar un posicionamiento claro en cuestiones más transversales, en las que la polarización les empuja a un lado o a otro. Ocurrió durante el punto álgido del procés, y ha vuelto ahora con el debate sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat. Pese a que de momento el proyecto de la ampliación del aeropuerto de Barcelona ha quedado descartado, las dos centrales veían con buenos ojos aprovechar la inversión de Aena para generar puestos de trabajo y, hoy por hoy, reclaman llegar a un consenso.

Aunque CCOO y UGT tienen recelos acerca del impacto ambiental de la ampliación, no están en contra y no acudieron a la manifestación ecologista de hace 15 días, a la que sí fueron las juventudes y sindicalistas a título individual, dando cuenta de las corrientes internas que ahondan en las contradicciones de los sindicatos.

Como ya ocurrió con el procés, a los sindicatos, perdidos en los matices, alguien ya les ha colgado la etiqueta. Esta vez ha sido su adversario natural, la patronal Foment del Treball, quien ha colocado a las dos grandes centrales en el equipo favorable a la ampliación y, justo antes de la manifestación, les pidió que se posicionaran para recuperar el proyecto. Del otro lado están las entidades contrarias a la ampliación, que califican a los sindicatos de “garantes del statu quo”. Entre los contrarios está el espacio de los comunes, cercano a los sindicatos y que en este debate no tienen su aval.

“Nos cuesta ser coherentes, como a todo el mundo”, admite Llorenç Serrano, responsable de Transiciones Justas de CC OO en Cataluña, que considera que el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, “desbarra mucho”: “Su actitud de aceptar de forma acrítica la propuesta de Aena contribuye a la polarización”. Serrano rechaza la obligación de escoger bandos. “No es que no tengamos valor para dar una posición clara, es que con la información y los plazos que tenemos no se ha podido hacer un debate sereno sobre el tema, necesario para llegar a consensos”, destaca.

Serrano defiende el proyecto por la parte de la mejora en los servicios, la apuesta por una nueva terminal satélite y el desarrollo de la ciudad aeroportuaria. “Ahí están los puestos de trabajo de calidad. No podemos limitar todo el debate a la ampliación de la pista del mar y a La Ricarda”, destaca. Y cree que no ha habido un análisis serio sobre si es realmente posible ser un hub internacional y si es necesario ampliar la pista.

UGT lamenta que la retirada del proyecto por parte de Aena pueda significar la pérdida de la inversión de 1.700 millones de euros y la generación, según los cálculos del Gobierno, de 365.000 puestos de trabajo. “Lógicamente tiene que ser sostenible medioambientalmente porque el aeropuerto tiene unas limitaciones por su situación geográfica. Pero entendemos que se puede llegar a un equilibrio para no perder esta inversión tan importante”, destaca José Antonio Pasadas, secretario de Políticas Sectoriales y Transición Justa. Admite las distintas voces que hay dentro de la central. “Somos una organización plural, y tenemos que respetar la postura más verde que puedan tener algunos miembros”, detalla Pasadas, quien lamenta no haber tenido un espacio de debate sereno. “Se ha trabajado con unos tiempos muy justos, hemos tenido la espada de Damocles encima. Pero aquí no tiene por qué ser blanco o negro, nosotros no estamos ni en un sí ni en un no, queremos buscar una solución acordada para aprovechar lo positivo de la inversión aminorando el impacto negativo”, tercia el sindicalista.

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Frente a estos grandes sindicatos están las pequeñas centrales, como la CGT o la Intersindical CSC, que se muestran claramente en contra, y las asociaciones de ecologistas. María García, portavoz de la plataforma Zeroport, cree que CC OO y UGT “no están conectados a la realidad, a la precariedad y la insostenibilidad de la aviación”. “Con su postura”, concluye, “los sindicatos continúan dando oxígeno a las empresas que quieren hacer negocio y al relato de ciencia ficción de que no hay límites en el mundo”.



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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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