Izaskun Arretxe, nueva directora de la Institució de les Lletres Catalanes

De promover la literatura en lengua catalana en el extranjero a hacerlo básicamente de puertas para dentro, en Cataluña. Ese es el cambio de destino profesional que asume desde hoy la ex editora Izaskun Arretxe, que durante los últimos cinco años ha sido la responsable del área de Literatura del Institut Ramon Llull, cargo que abandona tras ser nombrada directora de la Institució de les Lletres Catalanes, organismo encargado del apoyo y difusión de los escritores en catalán.

Arretxe (Barcelona, 1969) sustituye en el cargo a Oriol Ponsatí-Murlà. El también editor (Edicions de la Ela Geminada) y profesor de Filosofía de la Universidad de Girona) ha estado al frente de la entidad apenas dos años y medio, nombrado en marzo de 2019 por Laura Borràs, cuando la consejería de Cultura estaba bajo la égida de Junts per Catalunya. Tanto las efímeras consejeras Maria Àngels Villalonga y Àngels Ponsa le mantuvieron en el cargo. El cambio de la consejería a ERC ha propiciado el cambio.

Arretxe tiene una dilatada trayectoria en el mundo de libro y la literatura. Es licenciada en Filología Catalana por la Universitat de Barcelona y con una curiosa tesis sobre la teoría del amor en la obra poética de Ausiàs March, autor que trabajó también como asistenta de investigación y lectora de catalán y castellano en La Trobe University de Melbourne (1993-1996). En el ámbito editorial, se inició en los sellos Quaderns Crema (1997) y Anagrama (1998-2003). De ahí saltó a la dirección general de la empresa de servicios editoriales Critèria (del grup Cultura03, hoy SOM), para pasar, dentro del mismo grupo, a ser directora editorial d’Ara Llibres, con los sellos Amsterdam y Ara Llibres (2008-1016), También ha sido vicepresidenta de la Associació d’Editors en Llengua Catalana.

Responsable del programa de Cataluña y de Barcelona cuando fueron las invitadas de honor de las ferias del libro de Bolonia (2017) y Buenos Aires (2019) cuando estuvo en el Llull, Arretxe tendrá ahora, entre otras responsabilidades, la de otorgar desde una institución nacida homónimamente a imagen y semejanza de la que se fundó en 1937 y se recuperó en 1987 las ayudas a los escritores catalanes, partida que el año pasado rondó el millón de euros.