“El machismo es machismo. No hay micro, no se puede minimizar”
Tània Verge, consejera de Igualdad y Feminismos, afirma que hace falta mucha más inversión en políticas de prevención
Tània Verge (Reus, 1978) politóloga y consultora de políticas de género en distintas instituciones, desde el Consejo de Europa al Parlament de Catalunya, ha dejado a un lado la parte más analítica y teórica de las discriminación de la mujer y del colectivo LGTBI para dar un paso a la política como consejera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat de Catalunya. Un departamento de nuevo cuño en el gobierno que lidera ERC, partido que la designó para el cargo y en el que no milita. La entrevista se ve alterada, precisamente, por el asesinato de una mujer en Sabadell el pasado jueves a manos de su pareja. Y van siete en lo que va de año en Cataluña.
Pregunta. En 2020 fueron nueve, en julio de este ya son siete. ¿La pandemia y el confinamiento han influido?
Respuesta. La pandemia evidencia que el espacio privado es político de primer orden porque es en el que se produce la violencia estructural. Puede influir que el agresor sienta la pérdida de control cuando se vuelve a la movilidad y a la vida más normal pero lo cierto es que en las series anuales se ven constantes de 7, 8 o 9 feminicidios por año.
“Las mujeres denunciamos cuando podemos, no cuando queremos”
P. No funciona la prevención, las campañas de sensibilización.....
R. Hace falta mucha más inversión en políticas de prevención y que estén dirigidas a todos y en todo tipo de ámbitos, desde el privado al público, el escolar, el de la empresa, el institucional... Hay que trabajar todos los prejuicios y estereotipos y ese será un objetivo estratégico junto con la atención a las mujeres que estén en una situación de violencia machista. Es importante que las mujeres sepan que hay una red de servicios y debemos corresponsabilizar al conjunto de la sociedad.
P. El llamado micro machismo empieza muy pronto. ¿Cómo se puede actuar y con qué medios?
R. El término micro es desafortunado, no existe un micro machismo, ni micro racismo. El machismo es machismo, si le ponemos micro lo estamos minimizando. Y no es así, el micro machismo es el que fundamenta la violencia contra la mujer y los asesinatos. Es importante desplegar la coeducación de hombres y mujeres. Hay que revisar todos los curriculums para que haya referentes tanto de hombres como de mujeres, se tiene que hablar de educación sexo afectiva, las relaciones sanas se tienen que empezar a trabajar desde la primaria y todo eso pasa por la coeducación.
P. ¿Habría que denunciar más?
R. Las mujeres denunciamos cuando podemos, no cuando queremos porque hay que sentirse preparada para la denuncia, sea en la escuela, en el ámbito laboral o donde se produzca el acoso o la agresión. No solo es incentivar la denuncia, hay que facilitar la ayuda porque las denuncias no afloran si no hay sensación de ayuda y recursos.
“La perspectiva de género en los presupuestos reduce la desigualdad”
P. Que son a todas luces insuficientes, como los pisos para mujeres agredidas.
R. Hacen falta más recursos, no debería haber listas de espera en la asignación de servicios de hogares y no se puede tolerar la revictimización que se produce en el ámbito judicial cuando no se cursa las órdenes de protección porque pone en peligro la vida de las mujeres.
P. ¿Qué presupuesto tendrá el departamento que dirige?
R. Se está trabajando porque como consejería es nueva y reagrupará los servicios y redes existentes. De cara a los presupuestos de 2022 se plantea qué servicios se tienen que reforzar o reformular para que los objetivos del departamento se reflejen en las cuentas.
P. ¿Cómo se incorpora la perspectiva de género en los presupuestos?
R. De muchas formas, la política económica tiene impacto de género, también las de ocupación, lo mismo con la carga impositiva. La perspectiva de género en los presupuestos implica la evaluación de como se reduce la desigualdad.
P. Por ejemplo....
R. Toda la inversión pública en el servicio de cuidados a las personas tiene un impacto positivo en la desigualdad de género porque sabemos que en ausencia de servicios públicos gratuitos en la dependencia y en la educación de 0 a 3 años son básicamente las mujeres las que asumen esos trabajos. Si lo miramos en los programas hay que ver qué inversión hace cada departamento en políticas de igualdad, que invierte educación, empresa o justicia. Todos deben tener en cuenta el impacto de sus políticas en los hombres y las mujeres para reducir desigualdades. Ese trabajo transversal es más fácil cuando existe un departamento de Igualdad y Feminismo porque puede hacer el acompañamiento y asesoramiento y en eso se está trabajando.
P. ¿Las cláusulas de igualdad de género se exigirán en contratos públicos?
R. Ya está previsto en la ley de Igualdad, ahora hace falta hacer una implementación efectiva de esas leyes. Hasta ahora se ha hecho a medias porque las cláusulas de contratación no están determinadas en la ley y se tienen que desarrollar en forma de recomendaciones o requisitos.
P. ¿Cuáles serían los criterios a aplicar?
R. Por ejemplo, un protocolo contra el acoso, de prevención de una situación de violencia. Tener un plan de igualdad que ahora depende del número de trabajadores. Se podría incluir la paridad en la plantilla, el control de la brecha salarial, la perspectiva de género en la publicidad...
P. Hay estudios que apuntan que el teletrabajo perjudica a la mujer. ¿Cómo evitarlo?
R. El contexto de pandemia ha perjudicado claramente a la mujer porque cuando se cierran los servicios de cuidados a las personas quien lo asume más son las mujeres. En el ámbito de la investigación, los hombres han producido más y artículos y trabajos que las mujeres y eso tendrá un impacto y no solo ahora, sino en las evaluaciones de resultados. Por eso cuando se plantee la regulación del teletrabajo, habrá que tener en cuenta la perspectiva de género.
P. ¿Qué opinión tiene sobre el anteproyecto de la ley trans?
R. El colectivo de trans y no binarias se quejan de que la ley queda muy corta, se ponen tutelas, no reconoce a las personas no binarias... Ya se verá si se puede mejorar en trámite parlamentario.
Lenguaje inclusivo, pero sin ‘totis’
Tània Verge da mucha importancia al lenguaje inclusivo como una herramienta contra el lenguaje sexista: “Hay muchas fórmulas genéricas que sustituyen al género, se ha ido trabajando y hace falta reforzarlas en la comunicación de las administraciones y probablemente revisarlas. Otra cosa es la utilización de la “i” —totis en vez de tots o totes— que es una expresión más pero no la única de comunicación inclusiva”.
La consejera subraya la necesidad de la creación de referentes femeninos en prácticamente todos los ámbitos. “En casi todos los campos la proporción es de 80% de hombres frente a un 20% de mujeres y hay que ir al 50%. No nos conformamos con menos, de la misma manera que ya se ha corregido en la política, por ejemplo. Fenómenos como el triunfo de las jugadoras del FC Barcelona, las series Les de l’hoquei o Gambito de Dama tienen efectos muy positivos”.
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