La quinta ola de coronavirus golpea con más fuerza a las localidades turísticas en Cataluña
7 de los 10 municipios con más incidencia semanal están ubicados en el litoral
Los municipios de la costa catalana concentran los índices más altos de incidencia acumulada en los últimos siete días (IA7). De las 10 localidades de más de 5.000 habitantes, el mínimo establecido por el Govern para aplicar el toque de queda, siete están en el litoral, y una buena parte destaca como destino turístico. Son Canet de Mar, La Seu d’Urgell, Blanes, Palafolls, Vandellòs, Lloret, Malgrat, Tossa, Montmeló y Salou.
Estas poblaciones registraban el 17 de julio, según los últimos datos consolidados del Departamento de Salud, entre 760 y 1.040 casos por cada 100.000 habitantes. El Ministerio de Sanidad considera que el riesgo es muy alto cuando la IA7 supera los 125 casos y el Govern aplica el toque de queda cuando se supera el umbral de los 400. La media de la IA7 en Cataluña es de 606 casos.
Uno de los principales factores que explican el aumento de los contagios es la movilidad y la interacción social. El subdirector general de vigilancia y respuesta a emergencias de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña, Jacobo Mendioroz, admite que los contagios tienden a concentrarse en determinadas zonas del territorio según la temporada. “Los brotes se diseminan al principio localmente y después siguen los grandes ejes de desplazamientos”, explica. “En las zonas de montaña ocurre con el esquí; en la Cataluña central, durante la época de las setas; y ahora también en verano, un poco más en la costa”.
Las mayoría de los municipios del litoral acostumbran a aumentar su población en los meses de verano por la llegada de turistas. Del tipo de actividades que realizan depende parte del control epidemiológico. “El problema son las aglomeraciones y que no se respeten las normas de seguridad”, analiza Mendioroz. “Los destinos de interior, con menos densidad de población y menos actividades colectivas no están tan afectados”, afirma.
El alcalde de Blanes, Àngel Canosa, admite que el municipio sufre aglomeraciones en la playa o el incumplimiento del toque de queda. “La policía ha levantado entre 35 y 40 actas desde el pasado fin de semana”, concreta. A pesar de que la actividad turística no está al nivel que en veranos precovid, la oferta es prácticamente la misma. “Todos los hoteles, a excepción de uno, están abiertos, y los cámpings también”, explica Canosa. Blanes es el tercer gran municipio con la mayor IA7 (907) de Cataluña, y en un verano normal pasa de 40.000 habitantes a “unos 100.000”. Este año la cifra es menor, pero la situación puede incomodar a algunos vecinos. “En los centros de atención primaria (CAP), la situación es sanitariamente tensa y el actual escenario genera cierta angustia entre los vecinos”, admite el alcalde.
“Los brotes locales se diseminan por los grandes ejes de desplazamientos”, explica Jacobo Mendioroz
La masificación es el origen de la alta incidencia en Tossa de Mar, otro de los municipios especialmente afectados por la covid, según su alcalde, Ramon Gascon. “A finales de junio celebramos diferentes eventos festivos que congregaron a mucha gente durante 11 días seguidos”. Tossa acogió fiestas populares, la verbena de Sant Joan y un festival de rumba. La ocupación hotelera se disparó y, con ella, los contagios. “Había muchas ganas de salir y pasados estos días llegó la subida de casos”. La historia se repite, porque el municipio sufrió un primer brote en primavera, tras la movilidad de Semana Santa.
Gascón defiende que el turismo de Tossa es más tranquilo que en otras zonas. “Aquí no se ven grandes masificaciones. Es un pueblo muy tranquilo. Vienen familias y parejas”, reivindica el alcalde.
Un responsable de la Agencia Catalana de Turismo niega que exista una relación directa entre el turismo y los positivos
La Agencia Catalana de Turismo niega cualquier relación entre turismo y casos positivos detectados. “No existen datos que vinculen la actividad turística con la propagación del virus en Cataluña”, asegura un alto responsable que finalmente pidió ocultar su identidad. “Los establecimientos cumplen los protocolos porque son los primeros interesados en evitar brotes. Además, no pueden controlar lo que ocurre fuera de sus espacios. La misma fuente defiende que Cataluña dispone actualmente de cinco hoteles refugio para derivar a turistas infectados que deban pasar la cuarentena, y que no están llenos. “Ahora hay unas 300 plazas disponibles y no están ocupadas todas, ni mucho menos. Si hubiera una gran afectación turística, tendríamos más plantas llenas”, reivindica.
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