Inspección de Trabajo sanciona con 180.000 euros la química Iqoxe de Tarragona por “infracción muy grave”
La investigación laboral determina que la empresa tuvo “responsabilidad” en la explosión que mató a tres personas
Un año y medio después de la violenta explosión de un reactor de la química Iqoxe en Tarragona, la Inspección de Trabajo de Cataluña (ITC) ha sancionado a la empresa con 180.000 euros por una “infracción muy grave”. La investigación de la ITC determina la responsabilidad de la compañía en los hechos ocurridos en la factoría del polígono petroquímico de La Canonja. La resolución constata la gravedad de la infracción por reiterados incumplimientos preventivos de seguridad y salud laboral durante el proceso de producción de la sustancia MPEG 500. Tres personas murieron y otras cuatro quedaron heridas por efecto del estallido del reactor. Iqoxe siempre ha defendido que el accidente fue imprevisible y ha negado las reiteradas acusaciones de sindicatos y trabajadores, que denunciaron tener que soportar altas cargas de trabajo sin las preceptivas medidas de seguridad.
Según ha informado el departamento de Empresa, la sanción de 180.000 euros va acompañada de otra propuesta: Iqoxe debe proceder al reembolso a la Seguridad Social de aquellas prestaciones asignadas a los trabajadores afectados por la falta de medidas de seguridad y salud laboral y que se vieron envueltos en el accidente.
Meses atrás, la Inspección de Trabajo ya tramitó un expediente de infracción por obstrucción contra la empresa, por las “continuas dilaciones” en la entrega de la documentación requerida para aclarar el caso. Inspección de Trabajo señala que en el transcurso de las diligencias Iqoxe ha puesto “obstáculos” para verificar datos e informaciones relacionadas con la dinámica laboral de la planta antes de la explosión.
La fábrica de Iqoxe estalló la tarde del 14 de enero del 2020. Una gran bola de fuego se elevó sobre el polígono petroquímico de Tarragona. El suceso causó la muerte de dos trabajadores y de un vecino al que se le cayó el techo encima por el impacto de un pedazo de hierro que salió despedido en la deflagración. El caso generó una inquietante alarma social en Tarragona y alrededores, al poner al descubierto el peligro potencial que representa vivir al lado del clúster químico más grande del sur de Europa.
Paralelamente a las diligencias realizadas por Inspección de Trabajo, el caso avanza en el juzgado, donde hay otra investigación abierta.
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