PCR con descuento para salvar el verano de Lloret
El Ayuntamiento y el gremio de hoteles se alían para impulsar la temporada de un municipio en el que los extranjeros representan el 75% de las reservas
Las grandes terrazas del paseo de Agustí Font, el paseo marítimo de Lloret de Mar (Selva), lucían casi desiertas a la hora de la comida del martes pasado. Y muchas persianas de establecimientos comerciales de las calles paralelas a ese mismo paseo estaban echadas. La mayoría que estaban abiertas eran, paradójicamente, las de souvenirs para turistas que era lo que más costaba ver. “Entre semana esto está desierto, y en fin de semana se anima un poco”, explicaban las hermanas Margarida y Mercè, desde el mostrador de la tienda de bolsos Melchor con cinco lustros de vida. El panorama en el eje comercial era bastante similar.
El turismo que recibe Lloret, uno de las principales ciudades de España del destino de sol y playa, es en un 75% internacional. En 2019, por ejemplo, después del grupo mayoritario de españoles (casi el 26%), el 22,4% fueron franceses, un 9,2% procedían de Reino Unido, un 6,2% de Alemania, un 5,3% de Italia y un 5,2% de Rusia. Atraer al turista internacional es para esa localidad, con una planta de unos 120 hoteles y 30.000 plazas, objetivo esencial para la campaña de verano que empieza. Hasta ahora, la actividad se concentra en los fines de semana, de forma irregular, con turismo nacional y francés. El año pasado fue especialmente duro para la localidad con una ocupación de su población muy dependiente del sector.
Una de las estrategias que ensayará este año para atraer al turismo internacional es facilitar pruebas PCR y de antígenos con precios subvencionados. La PCR a 52 euros y 20 la de antígenos. La estrategia que se ha acordado entre el Ayuntamiento, Lloret Turisme y el gremio de hostelería de la localidad. Las pruebas se harán en las pistas de atletismo sin cita previa y los resultados se tendrán el mismo día, que es una de las condiciones que marcan muchos países europeos para la vuelta de sus residentes si viajan a España. Además de esa medida, Lloret volverá a hacer la división por grupos y zonas en las playas como ya hizo el año pasado.
En una temporada en la que la llegada de turistas a través de agencias en estancias ya cerradas se da casi por perdida, facilitar las pruebas y abaratarlas se ha visto como una forma de incentivar el destino de la Costa Brava. “Hay operadores que intentan venir, pero es muy complicado. Uno de la región del Benelux que traía grupos de 150 personas cada tres días, ahora traerá a 40 cada seis. Otras primaveras llegaban grupos de mil personas desde Eslovenia ya veremos si llegan dos grupos de 300 personas a finales de este mes”, comenta Jordi Martí, presidente del gremio de Agencias de Viaje de Lloret.
El municipio se ha propuesto alcanzar el 70% de su ocupación este verano para lo que tiene que captar a muchos viajeros que lo hagan de forma individual. “La mayoría de las aperturas se concentra la semana que viene y las perspectivas son buenas para este año, mucho mejores que las de 2020”, apunta Elisabeth Keegan, gerente de Turisme de Lloret. En una ciudad que en 2019 recibió a algo más de 1.303.000 turistas y tuvo 5.800.000 pernoctaciones, entre julio y agosto de 2020 registró 213.000 visitantes y 732.000 pernoctaciones. Toda la actividad relacionada con el turismo ha llegado a suponer el 90% de la economía de la ciudad.
En el paseo marítimo, plagado de hoteles, solo dos han estado abiertos desde el pasado año. “Antes de la covid casi todas las reservas eran de turistas internacionales, ahora el 80% de las de julio y agosto son nacionales. No nos quejamos porque hemos podido trabajar todo el año, con profesionales de negocios y empresas entre semana y turismo francés y nacional los findes”, dice Raquel Cobo, directora del Excelsior Lloret.
Los hoteles medianos y pequeños son los que han ido abriendo en los últimos meses y falta que lo hagan las grandes cadenas. Con todo, el ritmo de entrada en los ya abiertos es muy tranquilo. “La cosa se anima a partir del jueves y hasta el fin de semana. Pero falta mucho para volver a los ritmos de antes”, reconoce otro hotelero desde una terraza casi desierta frente al mar.
Un centenar menos de bares y restaurantes
El Ayuntamiento de Lloret, como muchos otros municipios, optó por autorizar el crecimiento de las terrazas de bares y restaurantes para ayudar al sector con las restricciones de aforo en el interior. Y hasta que no llegue el turismo de forma más masiva, el aspecto que tienen es más bien de sillas y mesas vacías. “Es que la campaña todavía no ha empezado porque solo tenemos el turismo de proximidad, el que viene sobre todo en coche y en viajes de tres horas. Ya veremos cuál es el panorama real del sector”, apunta Nino Gómez, del gremio de restauración de Lloret.
Antes de la pandemia, la ciudad tenía 335 bares y restaurantes y ahora hay un centenar menos. “Veremos si ha sido un cierre temporal hasta la recuperación del turismo internacional o si han bajado la persiana de forma definitiva”, añade. Los hay que, sin embargo, se han aventurado a ponerse al frente de negocios en plena pandemia a los que han dado una nueva singladura, como el restaurante Lounge club Vela Mar, con una inmejorable vista de Sa Caleta.
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