Un trabajador roba más de 8.000 cánulas de plata de traqueotomía del hospital Vall d’Hebron
Una tienda de compraventa de oro avisó a los Mossos de que les estaban vendiendo las piezas
Un trabajador del sistema sanitario catalán está acusado de robar cánulas de plata del hospital Vall d’Hebron que se usan en las traqueotomías (aperturas en la tráquea para permitir la respiración). Los Mossos d’Esquadra le atribuyen la venta de 95 kilos de plata provenientes de las cánulas —unas pequeñas piezas con partes hechas con el metal noble— con la que ganó unos 34.000 euros. En total, sospechan que vendió entre 8.000 y 9.000 cánulas, valoradas en unos 180.000 euros, según expertos del sector médico. Ni el Vall d’Hebron ni el Institut Català de la Salut (ICS) se percataron del robo continuado, que duró más de un año.
El acusado, J. R. R., es una persona con plaza fija en el Vall d’Hebron, pero contratado por Logaritme, una empresa pública dedicada a la gestión del material sanitario, participada mayoritariamente por el Institut Català de la Salud (ICS). En la actualidad, el trabajador ha sido apartado y Logaritme ha abierto una investigación interna para aclarar cómo pudieron producirse los robos, si el acusado actuaba solo y si hay más sustracciones de las hasta ahora detectadas, según ha explicado un portavoz del ICS. El hospital Vall d’Hebron ha presentado una denuncia como víctima afectada.
El caso se destapó en noviembre de 2020, cuando una tienda de compraventa de oro y otros materiales preciosos de Barcelona avisó a los Mossos d’Esquadra, en concreto a la unidad de policía administrativa, responsable de inspeccionar las transacciones que se llevan a cabo en este tipo de establecimientos, de que habían comprado unas cánulas de plata, que parecían tener un origen dudoso. Los establecimientos de compraventa de este tipo de materiales y piedras preciosas están obligados a informar si se producen operaciones sospechosas.
Hasta entonces, nadie en el hospital público había echado en falta las piezas que se usan en las traqueotomías, a pesar de que la pandemia ha obligado a aumentar este tipo de operaciones, habituales en los pacientes ingresados por covid en las unidades de cuidados intensivos. Un portavoz del Institut Català de la Salut destaca que el robo se produjo en la parte de almacenaje, y no directamente en la sanitaria.
Los Mossos d’Esquadra lograron recuperar en buen estado las últimas cánulas de plata que el acusado presuntamente vendió —unos cuatro kilos en total—, y varios kilos más de piezas ya en mal estado. Con esos datos intentaron reconstruir el origen y el periplo de las piezas robadas, hasta llegar al Vall d’Hebron. Cada cánula pesa aproximadamente unos 10 gramos, y el precio de la plata en el mercado fluctúa según el momento y el establecimiento donde se venda. Pero el valor de estas piezas es muy superior al que se obtiene por el metal. El precio que paga un centro sanitario por una cánula de plata para traqueotomía ronda los 20 euros, según expertos del sector médico, que aclaran que no toda la cánula es de plata, solo algunas partes, y que hay distintos tipos.
La policía catalana comprobó, a través del nombre del vendedor y de los listados obligatorios que las tiendas de compraventa elaboran con todos los detalles de las transacciones que llevan a cabo, que la misma persona se había dedicado a vender cánulas de distinto tipo a diversos locales de Barcelona al menos desde principios de 2019. El acusado ganó en total unos 34.000 euros, pero causó un perjuicio al sistema sanitario público catalán mucho mayor.
El caso está ahora en manos del juzgado de instrucción número 30 de Barcelona. Los Mossos d’Esquadra acusan al trabajador de dos delitos: de hurto continuado, contra el Vall d’Hebron y Logaritme, y de estafa, a las empresas de compraventa de oro que adquirieron el material. Después de ser llamado a declarar en sede policial, su situación actual es de investigado, a la espera de ser citado ante el juzgado. Fuentes de la investigación destacan que la clave que ha permitido que un robo de este calibre haya pasado desapercibido ha sido la existencia de cierto descontrol del material en el sistema público de salud catalán, agravado durante la pandemia.
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