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Crónica
Texto informativo con interpretación

La Cataluña que aplaude a Ayuso

Voces del liberalismo económico catalán piden seguir los mismos pasos

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la noche electoral. En vídeo, el discurso triunfal de Ayuso este martes, donde ha dicho que la forma de gobernar “desde la Moncloa” tiene “los días contados”.Vídeo: TAK_K / EUROPA PRESS
Cristian Segura

En la Cataluña de hoy parece un anatema decir que alguien es de derechas. Incluso dirigentes de Junts per Catalunya como Jordi Turull o Laura Borràs defienden que la formación heredera de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido de los expresidentes de la Generalitat Jordi Pujol y Artur Mas, es más de izquierdas que los socialistas. Pese a ello, la victoria aplastante del Partido Popular en las elecciones de Madrid ha abierto la puerta a que representantes del liberalismo catalán se reivindiquen y elogien la estrategia de la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso.

Representantes de la derecha elogian el triunfo del PP en Madrid
Representantes de la derecha elogian el triunfo del PP en Madrid

La división entre la izquierda y la derecha es una realidad en Cataluña como lo es en cualquier otro lugar de Europa. De ello se encargó de recordarlo este miércoles Joan Canadell, número tres de Junts en las elecciones autonómicas del pasado febrero y expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona. “El modelo Ayuso de priorizar la economía ha ganado claramente. En Cataluña hemos hecho lo contrario”, escribió Canadell en su cuenta de Twitter. Canadell renunció públicamente a formar parte de un Gobierno catalán con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) por los planteamientos de este partido a favor de subir la presión fiscal o incrementar la intervención pública en el mercado. “El mensaje político en Madrid es claro”, prosiguió el expresidente de la Cámara de Barcelona, “la gente quiere que les ayuden, que bajemos impuestos, que potenciemos la economía. Y no quiere una Administración pública que lo decida todo y que nos hace pagar impuestos altos”.

Marc Arza opina que los resultados de Madrid no tendrán influencia alguna en las negociaciones de la coalición para formar Gobierno en Cataluña entre ERC y Junts. Arza, dirigente del PDeCAT, otro de los partidos independentistas que nacieron a partir de la desintegración de CDC, admite una sensación ambivalente en cuanto a la victoria de Díaz Ayuso: “Por un lado creo que el fortalecimiento del PP no ayuda al soberanismo catalán; por otro, veo la victoria de Ayuso con cierta admiración. Nos decían que la fragmentación era inevitable pero ella ha ganado con propuestas para una mayoría consolidada”. Arza siente envidia, dice, porque Madrid tiene “un modelo que funciona para todo el mundo. A los de arriba les beneficia más, sí, pero los de abajo perciben que también salen beneficiados. Con impuestos bajos, facilidades para la actividad económica y con un conservadurismo liberal”.

El número tres de Junts en las autonómicas defiende seguir una estrategia económica como la de la capital
El número tres de Junts en las autonómicas defiende seguir una estrategia económica como la de la capital

Ramon Mas, presidente de la Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculo, considera que los resultados de Madrid “son incontestables”: “Ayuso ha sabido evaluar cómo sufre la gente y qué necesitan”. Mas indica que el sector de la restauración es el más beneficiado de la estrategia de apertura de la economía madrileña durante la pandemia, con horarios continuados hasta las once de la noche. En Cataluña, en cambio, solo ahora se empieza a poder abrir hasta esta hora, y durante meses solo se pudo operar en franjas limitadas del día. Ayuso fue incluso elogiada el pasado noviembre por un personaje tan polémico como Oriol Mitjà. El infectólogo del Hospital Germans Trias felicitó a la presidenta madrileña desde TV3: “Lo está haciendo bien con una estrategia de muestreo masivo y le está dando resultados sin necesidad de cerrar la economía”.

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Mònica Roca i Aparici, la presidenta de la Cámara de Comercio de Barcelona, subraya el mismo acierto del Gobierno de Madrid: que “implementó los test de antígenos durante la segunda ola antes que ninguna otra autonomía”. “Es algo que hemos pedido durante meses en Cataluña”, recuerda Roca. Aunque reconoce este punto, la presidenta de la Cámara es menos entusiasta que su antecesor, Canadell. Madrid, dice, “ha pagado un alto precio epidemiológico”, por su laxitud en las restricciones sobre la actividad comercial y económica. Igualmente entiende Roca que la gestión de la crisis por parte de Ayuso ha sido electoralista.

Antoni Abad, presidente de la patronal Cecot, está de acuerdo con Roca en que el perjuicio sanitario no compensa la mejoría económica: “Si miramos los datos del Instituto Nacional de Estadística, en Madrid han muerto un 30% más de personas que en Cataluña. Esto no incentiva al voto. No se debe elegir entre salud y economía”. Abad recalca que las medidas para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia no pueden tomarse desde los gobiernos sin tener en cuenta a las partes afectadas. Por eso, Abad pide que tanto en Cataluña como en Madrid se creen mesas de diálogo entre el poder político, las empresas y los representantes de los trabajadores.

Las exigencias programáticas de los anticapitalistas de la CUP en las negociaciones para formar Gobierno en Cataluña preocupan de manera especial a los sectores liberales del independentismo catalán. Más allá de Canadell, y pese a ser minoritarios, sus representantes piden aprender de los resultados electorales de Madrid. Ejemplo de ello han sido los mensajes también en Twitter de Eric Herrera, uno de los referentes del liberalismo económico en la órbita de Junts y del PDeCAT: “Han arrasado [el PP] en unas elecciones con un discurso fuerte, valiente y desacomplejado. Apelando a la libertad, al cosmopolitismo y a una bajada de impuestos. ¿Alguien tomará nota aquí?”. “Aquí ponemos barreras a la competencia, regulamos alquileres, frenamos las energías renovables, aparcamos la profesionalización de la dirección pública y hacemos discursos más propios de la izquierda latina que no la nórdica. Pero somos cojonudos y la culpa nunca es nuestra”.

La presidenta de la Cámara de Barcelona ve sobre todo electoralismo
La presidenta de la Cámara de Barcelona ve sobre todo electoralismo

Ilusión frente a decadencia

Más allá de la órbita independentista también hay destacados nombres del catalanismo moderado que elogian a Ayuso. Es el caso de Roger Montañola, exdiputado de CiU y miembro de la ejecutiva del partido Lliures: “Ayuso ha sabido crear un relato en torno a un concepto de la libertad próximo a la gente. Que puedas tomarte una caña con un amigo en un bar, en momento de agotamiento anímico, tiene importancia. Ayuso ha sabido conectar con algo tan simple como que la gente quiere disfrutar de la vida”. Coincidiendo con el argumento de Montañola, Manuel Valls, el ex primer ministro francés y concejal de Barcelona, escribió en sus redes sociales que en las elecciones de Madrid “ha ganado una forma de expresar la libertad y con mucha ilusión”. Montañola añade que, a diferencia de una Cataluña “triste, decadente y amargada políticamente, Ayuso transmite un mensaje ganador y de felicidad”.

El perfil como gestora de los problemas de la ciudadanía es la principal virtud de Ayuso, según Eva Parera, concejal de Barcelona con Valls y diputada independiente del grupo del PP en el parlamento catalán. “La participación tan alta en las elecciones demuestra que los madrileños han valorado su gestión. Ha sido un voto por una política útil, incluso de gente de izquierdas. En Cataluña, en cambio, hay cansancio por los años de proceso independentista y es por eso que en los comicios autonómicos de febrero mucha gente se quedó en casa”. Arza coincide en que en Madrid, a diferencia de Cataluña, “hay un Gobierno que quiere mandar y gestionar”. “A Ayuso la envidio como muchos españoles no muy nacionalistas podían envidiar la manera de hacer política de Pujol en los noventa”, dice. El representante del PDeCAT concluye que el triunfo del PP también demuestra que “igual que sucedió con el PSOE, la corrupción es una mancha que acaba perdonándose. No era necesario matar a Convergència”.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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