Cataluña urge al Gobierno a retrasar la segunda dosis de Pfizer de 21 días a 42

Cataluña urge al Gobierno a retrasar la segunda dosis de Pfizer de 21 a 42 días. La consejera de Salud de la Generalitat de Cataluña, Alba Vergés, aseguró este martes que trasladará al Ministerio de Sanidad la necesidad de cambiar de estrategia en la vacunación de Pfizer para aumentar el número de personas inmunizadas. La consejera pretende retrasar la administración de la segunda dosis hasta los 42 días después de recibir la primera vacuna, en lugar de los 21 actuales. “Espaciar la vacunación permite ganar tiempo para inmunizar a más gente”, justificó Vergés.

La consejera argumentó su propuesta a partir de la experiencia de otros países en Europa, como Francia o Italia, que “permite llegar a mucha más gente”. Vergés trasladará su propuesta al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) de este miércoles.

“Tenemos muy claro el objetivo: poder vacunar cuanta más gente en el menor tiempo posible”, insistió Vergés. La consejera defendió que con la primera dosis de Pfizer se consigue un “alto grado de protección” frente al virus por lo que reiteró, textualmente, la necesidad de que la evidencia científica se traslade a la toma de decisiones.

Actualmente, las personas vacunadas con los viales de Pfizer reciben la segunda dosis 21 días después de la primera, tal y como marcan los patrones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). La agencia, sin embargo, avala el efecto de la segunda dosis hasta los 42 días posteriores, periodo que ahora quiere aplicar la Generalitat de Cataluña. Estos 21 días actuales obligan, según detalló Vergés, a realizar “ciclos muy cortos” para terminar la pauta de la vacunación: esta semana, por ejemplo, se inocularán 40.000 segundas dosis que para la consejera podrían destinarse a inmunizar otras personas. Por su parte, el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, precisó que la propuesta del departamento incluye mantener las segundas dosis de Pfizer para las personas mayores de 80 años y empezar a espaciar las dosis de Pfizer más allá de los 21 días a partir de los 79 años hacia abajo.

Cataluña ha administrado cerca de 1,8 millones de dosis y actualmente está inmunizando a las personas de más de 60 años: el departamento suministra los viales de Pfizer a los colectivos mayores de 70 años, mientras que administra AstraZeneca a las personas de entre 60 y 69 años.

En este sentido, un 10% de los catalanes citados para recibir la vacuna de AstraZeneca no ha acudido a la consulta, según datos de la Generalitat de Cataluña. La subdirectora general de Promoción de la Salud de la Generalitat, Carmen Cabezas, reivindicó los muchos beneficios que ofrece la vacuna de AstraZeneca en relación a unos “pequeños riesgos”, e insistió en que se seguirá citando por SMS a estas personas empezando por los grupos de mayor edad.

“Es una vacuna segura que evita muchísimas estancias en las UCI, muchísimas hospitalizaciones y casos graves”, defendió Cabezas, que aseguró que desde el departamento tratan de transmitir esta idea respaldada, a su juicio, a nivel internacional. Al ser preguntada por si aquellas personas que rechazan la vacuna una vez pueden recibirla en el futuro, la doctora defendió que la campaña de vacunación “quiere ser universal”, por lo que esta gente tendrá más oportunidades en el futuro. Cabezas, sin embargo, defendió que “el mejor momento para recibir la vacuna” es cuando se ofrece y animó a la ciudadanía a vacunarse porque evita casos, ingresos y muertes, en sus palabras.

La responsable, además, concretó que Cataluña no recibirá las 24.000 dosis de Janssen previstas. “Y no sabemos cuándo llegarán”, añadió.

Las residencias catalanas, blindadas contra la covid

La covid ya no tiene casi cabida en las residencias de Cataluña. La vacunación masiva de internos y profesionales de los geriátricos ha convertido a las residencias en espacios seguros para los usuarios y sus familiares. Solamente una residencia del Camp de Tarragona sufre actualmente un brote por coronavirus sin estabilizar, y es el único centro catalogado como rojo, es decir, con episodios infecciosos muy fuertes o transmisión elevada dentro del centro. Actualmente hay 20 geriátricos con una etiqueta naranja, con brotes controlados, mientras que más de 1.000 están limpios del virus, lo que representa que el 98% de todos los geriátricos están totalmente protegidos. Unas 55.000 personas viven en estos centros, según datos de la Generalitat.

La protección en estos centros se explica por la vacunación. El 77% de los profesionales ha recibido la pauta completa de la protección, mientras que el porcentaje de usuarios totalmente vacunados alcanza el 92%.

En este sentido, un estudio pionero impulsado por la Generalitat de Cataluña e investigadores de la Universidad de Oxford y de la Universidad Autónoma de Barcelona ha concluido que la vacuna de Pfizer ha reducido la mortalidad de los usuarios de las residencias catalanas en un 98%, y en un 97% la posibilidad de ser hospitalizado después de la segunda dosis.

El estudio, que publica la revista científica The Lancet, es el primer trabajo mundial sobre la eficacia clínica de la vacuna de Pfizer en residencias geriátricas y lo firman, entre otros, el catedrático del Centro Estadístico en Medicina de la Universidad de Oxford, Daniel Prieto-Alhambra; el secretario de Salud Pública de Cataluña, Josep Maria Argimon; y la responsable de vacunación en Cataluña, Carmen Cabezas.