Junts avisa de que el acuerdo con ERC está lejos y que ve difícil investir el martes a Aragonès

Junts per Catalunya ha reiterado este sábado que ve difícil alcanzar en 72 horas un acuerdo de legislatura que permita investir el martes en segunda vuelta a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat. Albert Batet, presidente de grupo parlamentario de Junts, solicitó al republicano durante la sesión fallida que renunciara al debate del martes y esta mañana ha insistido en que el acuerdo está “lejos”. “Hay que aplicar el criterio de realidad. No se pueden resolver los conflictos de tres años en tres días. Fuimos muy claros. No queremos un acuerdo de investidura: lo queremos de legislatura”, ha afirmado.

Aragonès no logró el apoyo de la Cámara al obtener 42 votos a favor (33 de ERC y 9 de la CUP); 61 en contra (PSC, Vox, En Comú Podem, Ciudadanos y PP) y 31 abstenciones (Junts).

Con todo, Aragonès se ha mostrado este mediodía optimista tras asistir a la presentación del libro de Carme Forcadell Escrivim el futur amb color lila. “Seguimos trabajando. Seguiremos trabajando desde ahora y hasta el martes y por nosotros no será. Hay tiempo de llegar a un buen acuerdo”, ha señalado el republicano. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, tenía que asistir a la presentación pero, según TV3, no ha acudido por su papel en las negociaciones. Esta mañana, la diputada ha afirmado que las diferencias no son “insalvables” y que están dispuestos a invertir todas las horas necesarias hasta el martes para cerrar un acuerdo.

Batet ha enfriado a primera hora de la mañana las posibilidades de que prospere la investidura. En declaraciones al programa El suplement, de Catalunya Ràdio, Batet ha subrayado que si los dos partidos quieren reeditar el Govern necesitan compartir una unidad estratégica y que hoy por hoy no hay acuerdo en presupuestos ni en políticas sectoriales ni tampoco en cómo enfocar la hoja de ruta independentista. Tras sostener que no deben de repetir los errores de los últimos tres años, el diputado ha recordado que el independentismo alcanzó el 52% de los votos y que eso debe tener una consecuencia política y no actuar como si fuera “el 48%”. “Lo que queremos son las bases de un acuerdo estratégico”, ha afirmado.“Lo que no puede ser es que haya un Govern que no comparta proyecto y que en Madrid a nivel internacional o desde el punto de vista de la lucha antirrepresiva tenga posiciones diferentes. Eso no funciona”.

El plan de Junts pasa por aceptar la mesa de diálogo con el Gobierno, pero a la vez pactar la estrategia independentista en el Consell de la República, liderado por Carles Puigdemont, en el caso de que la negociación con el Ejecutivo de Pedro Sánchez fracase. “Hay una bifurcación y hay que entender que las instituciones catalanas están esposadas y que la represión incesante no desaparece”, ha señalado y recalcado que el 1-O sigue en el Consell de la República. “¿Que qué papel debe tener?”, se le ha preguntado. “La cuestión no es tanto el qué, sino el cómo lo hacemos y como lo decidimos y como participamos de esa decisión y en qué marco lo decidimos”.

“El pressing a Junts no funciona”, ha señalado Batet y ha apelado a que en muchos otros países, como Alemania o Bélgica, se tardaron meses, o incluso un año, en formar Gobierno. Vilalta ha reconocido que uno de los escollos es el papel del Consell de la República. “La hoja de ruta está prácticamente cerrada. En todo caso, puede quedar la incógnita del papel del Consell de la República y de cómo aprovechamos para reformularlo o aglutinamos la participación de todos los actores independentistas”, ha afirmado la republicana, que ha asegurado que tienen con Junts aproximaciones en el programa y en el plan de Govern. “Somos optimistas. No tenemos otra alternativa. No podemos ir a otras elecciones las emergencias son enormes”, ha dicho.

Mientras se cierne la amenaza de bloqueo, la Asamblea Nacional Catalana, siempre partidaria de la unidad —convocó el 21 de febrero una concentración pidiendo un Govern de concentración independentista—, emplazó a ERC, CUP y Junts a superar “los desacuerdos” al tener, dijo, ”la responsabilidad” y “obligación” de pactar. “Ni la emergencia social, sanitaria y económica ni los resultados del 14-F dan margen al desacuerdo”, dijo. El colectivo se ha involucrado esta semana en las negociaciones con ánimo de “interceder” y les ha trasladado un documento con una fórmula para “repensar” el Consell per la República, órgano que juzgan clave, creando un núcleo formado por dos miembros de ERC, dos de Junts y uno de la CUP, otro de Òmnium y otro de la ANC.

El socialista Salvador Illa está mientras a la expectativa y se ofreció ayer a postular una “alternativa” si Aragonès no es investido el martes. “Si no sale adelante, estudiaremos la situación. Tengo por costumbre cumplir los compromisos. Hay alternativas para no tener que repetir un fracaso, y los socialistas estamos dispuestos a construirlas y liderarlas”, dijo.