Nuevo retraso de cinco años en el traslado de las cárceles de la Trinitat y Wad-Ras a la Zona Franca

Nuevos retrasos en el calendario de cierre de las cárceles que quedan en la ciudad de Barcelona, el centro abierto de la Trinitat, para presos en tercer grado (tenía que cerrar este año), y la prisión de mujeres de Wad Ras (en 2025). Las dos se trasladarán a nuevos edificios en el barrio de la Zona Franca, pero lo harán hasta 2025 y 2027, respectivamente.

Lo ha explicado este miércoles el Govern, que también ha anunciado que por ahora descarta construir una nueva cárcel de presos preventivos en la ciudad para sustituir a la histórica Modelo, que cerró en 2017. Desde entonces sus internos han sido asumidos por otras prisiones, sobre todo Brians 1 (Sant Esteve Sesrovires), lo que sumado a la reducción de la población penitenciaria, ha llevado a las autoridades a decidir no reemplazarla.

Los anuncios llegan después de un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona sobre la cesión de los solares de la Zona Franca, que están contaminados por plomo y tendrán que ser descontaminados. El acuerdo pasa porque el consistorio pague hasta ocho millones de euros por la descontaminación. Y la Generalitat pagará lo necesario si acaba costando más, prevé el acuerdo, que tendrá que ser ratificado por el Govern y el pleno del Ayuntamiento. La Generalitat costeará la construcción de las nuevas cárceles, que es su competencia. Cuando el Ayuntamiento ceda los dos solares de Zona Franca, la Generalitat le venderá por 5,5 millones de euros la parcela de la cárcel de la Trinitat.

El cierre de las cárceles de la ciudad tiene una notable importancia en el caso del barrio de la Trinitat, en el distrito de Sant Andreu, porque en el lugar que ocupa el centro abierto se construirá un nuevo barrio con 400 pisos, 131 de ellos destinados a realojos urbanísticos y el resto de titularidad pública.

La rueda de prensa en la que se han explicado las novedades se ha realizado en la Zona Franca, ante uno de los solares que acogerán las nuevas prisiones. El vicepresidente en funciones del Govern, Pere Aragonès, ha aludido a la necesidad de clausurar centros que “están obsoletos” y trasladar a los internos a cárceles con mejores condiciones, “para hacer justicia y mejor justicia”.

La consejera de Justicia, Ester Capella, ha insistido en la necesidad de construir un nuevo centro para mujeres, “con perspectiva feminista y de género”. Y sobre la no construcción de un nuevo centro de preventivos ha argumentado que se trata de “priorizar” y que la apuesta ha sido el centro de mujeres. “Desde 2017 [cuando cerró la Modelo] las cosas han cambiado, tenemos menos preventivos, Brians 1 cumple sobradamente la función de centro preventivo y trasladaremos el módulo de mujeres aquí, se trata de racionalizar los equipamientos, que sean eficientes y respondan a las necesidades”, ha argumentado.

La nueva cárcel de régimen abierto se construirá en un solar de 6.500 metros cuadrados entre la calle A y la calle 1. El edificio, de 13.000 metros cuadrados construidos, costará 34 millones de euros y podrá tener 800 internos. Actualmente entre Wad-Ras y la Trinitat hay 600 internos.

En el caso de la nueva cárcel de mujeres, el solar es mucho mayor, 20.000 metros cuadrados en la calle E. El futuro edificio tendrá capacidad para 600 internas y 55.000 metros construidos. Requerirá una inversión de 65 millones de euros.