El desconfinamiento comarcal dispara las reservas de turismo rural en Cataluña
Los establecimientos se llenan de peticiones 24 horas después del anuncio del Govern y confían que la movilidad sea libre por la comunidad también en Semana Santa
El desconfinamiento comarcal que se aplicará en Cataluña a partir del próximo lunes 15 de marzo ha disparado el interés por el turismo rural. Las asociaciones y las casas de turismo rural se llenaron este viernes de peticiones de reservas en las primeras 24 horas posteriores al anuncio del Govern. El sector acumulaba meses de pérdidas con la actividad limitada a la movilidad municipal y comarcal. Ahora el futuro inmediato se contempla con más optimismo. Los propietarios y los clientes, sin embargo, mantienen las dudas de qué restricciones estarán activas en Semana Santa.
El correo electrónico de L’Abellerol, una casa rural en Ossó de Sió (Urgell), se llenó este viernes de peticiones y mensajes. La gran mayoría preguntaban por la disponibilidad del establecimiento para las próximas semanas y Semana Santa, horas después de que el Govern confirmara el desconfinamiento comarcal durante dos semanas a partir del lunes 15. “La reacción de la gente ha sido inmediata”, explica Anna Pedró, la propietaria. “Esta semana hemos tenido siete peticiones, cuando la anterior tuve solamente una. Y muchas semanas no nos ha llegado ninguna”, ejemplifica.
La decisión del Govern de permitir los desplazamientos libres por Cataluña con grupos de convivencia acaba con dos meses complicados para el sector, limitado desde el 7 de enero por el confinamiento municipal, y desde el 8 de febrero por el comarcal. “Venimos de un bajón muy grande”, admite Montse Coberó, directora del servicio técnico de Turalcat, una asociación de agroturismo. “No había previsiones y la gente no llamaba. Ahora ha sido un alud. Fue inmediato”.
Según cálculos de la asociación Som Turisme Saludable, en el área del Garraf, la proyección en este 2021 es ocupar un tercio de las camas habituales, aunque esperan aumentar la facturación con las posibles reaperturas. “En condiciones normales, ya tendríamos la temporada de verano completa”, explica su presidente, José Enrique Alarcón, que ha triplicado la demanda de su casa en las últimas 24 horas.
A lo largo de estos últimos meses, las escasas reservas que llegaban tenían un condicionante: una cancelación por unas posibles nuevas restricciones no tendría coste. “Antes se aplicaba un cargo, pero ahora no porque la gente quiere esa seguridad. Y se la ofrecemos”, confirma Coberó.
Las casas admiten cancelaciones gratuitas por los cambios de las restricciones
L’Abellerol sufrió las restricciones de enero y febrero. “Nos alquilaban la casa los fines de semana, pero a medida que las limitaciones se mantenían, la gente anulaba esas reservas. Hemos tenido la casa muy vacía por esto”, lamenta Pedró, “y ha sido una muy mala gestión, porque en estos territorios con una densidad de población tan baja, el riesgo de contagio es escaso. Se podría haber habilitado una autorización, como en Navidad. Estar en este pueblo de 200 personas es mucho más seguro que pasear por la Barceloneta, te lo aseguro”.
Las propias casas han tenido que rechazar algunas peticiones porque no cumplían las normas. “Había gente que te decía que se saltaba el confinamiento para venir, pero les decíamos que no porque podíamos tener inspecciones” explica Pedró. La prudencia, sin embargo, no ha sido siempre suficiente. “Nos encontramos reservas para una cena con un grupo reducido que acabaron siendo fiestas multitudinarias”, alerta Alarcón. “No fueron casos anecdóticos, y avisamos a los Mossos en algunas ocasiones. Por eso nos hemos organizado para parar este tipo de casos y avisarnos entre nosotros”, agrega el presidente de Som Turisme Saludable.
“Ahora hay turismo de proximidad y nacional y esto es muy importante”, celebra un propietario
Ahora la duda es qué ocurrirá en Semana Santa. “Muchos ya tenemos las reservas completas”, explica Pedró, “pero vete a saber si volverán a cambiar las medidas. Según Turalcat, las casas esperan alcanzar más de un 80% de ocupación si las condiciones son similares a Navidad, cuando se permitieron reuniones de hasta 10 personas procedentes de dos grupos burbuja.
Nuevas plataformas y más turista local
Las restricciones de movilidad del último año han obligado al sector del agroturismo a transformarse para poder minimizar el impacto de la crisis económica, sobre todo en los territorios próximos a Barcelona.
”Hemos digitalizado todos los sistemas de reservas de las masías para que los clientes contraten el servicio directamente con nosotros, sin pasar por las plataformas tradicionales”, explica Alarcón. “Se quedan el 18% del margen, y no nos lo podemos permitir. Hemos estado cerrados mucho tiempo y pasamos de recibir a grandes grupos a otros de seis personas”, admite.
El tipo de cliente también ha cambiado. “Ahora hay turismo de proximidad y nacional y esto es muy importante”, celebra Alarcón. “Teníamos cerca de un 80% de clientes extranjeros, que valoran más las actividades y el turismo experiencial. En España esto se valora menos”, explica. Para atraer a los clientes locales y nacionales, la asociación ha bajado aproximadamente un 20% los precios y se han reducido las actividades.
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