El concurso para diseñar las nuevas calles y plazas del Eixample recibe 86 propuestas
Las quejas de arquitectos jóvenes por los requisitos de la licitación obligaron a modificar las bases
El concurso convocado por el Ayuntamiento de Barcelona para rediseñar cuatro plazas y cuatro calles del Eixample ha recibido 86 propuestas (46 para las plazas y 40 para los futuros “ejes verdes”). Los ganadores se conocerán en marzo y en la actual fase del concurso el jurado solo sabe el lema de cada proyecto, pero no quien lo presenta. El lanzamiento del concurso, el pasado noviembre, fue polémico: las quejas de jóvenes arquitectos contra algunas exigencias que les impedían participar forzaron al consistorio a modificar requisitos de las bases.
El concurso se enmarca en el proyecto Superilla Barcelona de la alcaldesa Ada Colau, que consiste en convertir una de cada tres calles del distrito del Eixample en un “eje verde”: sin más coches que los de los vecinos, más vegetación y espacio público para la vida vecinal en la calle. En el actual mandato, el ejecutivo municipal solo se ha comprometido a “transformar” la calle Consell de Cent y fragmentos de Rocafort, Borrell, Enric Granados y Girona. Las cuatro nuevas plazas corresponden a las intersecciones entre estas calles.
La teniente de alcalde de Urbanismo, Ecología y Movilidad, Janet Sanz, celebra “la expectativa y elevada participación que ha generado” el concurso en el sector: “Arquitectos, ingenieros, ambientólogos, paisajistas...están con esto y comparten el reto de redefinir las calles y plazas del siglo XXI”, explica.
Formalmente, el concurso lo licita BIMSA, la empresa municipal de obras. El pliego de cláusulas administrativas pedía que el autor de los proyectos haya firmado anteriormente otras obras de espacio público con grandes presupuestos, lo que encendió los ánimos entre los arquitectos más jóvenes. Indirectamente, entendían que se les vetaba la participación porque por su corta carrera profesional aún no habían podido participar en proyectos de ese calibre.
“Si los concursos públicos piden experiencia previa, nunca podremos trabajar, siempre hay una primera vez”, explica el presidente de la Agrupació de Joves Arquitectes de Catalunya (AJAC), Jaume Pla. “La mejora que conseguimos sienta un precedente para todos los contratos de la administración”, celebra ahora tras la modificación de las bases.
El problema fue que las condiciones para las cuatro plazas exigían que el autor del proyecto tuviera tres años de experiencia y hubiera realizado un proyecto de espacio público; y a su equipo técnico, formado por seis profesionales, 10 años de experiencia y haber participado en un proyecto de espacio público con un presupuesto mínimo de 2,5 millones de euros. Estas condiciones se rebajaron y se eliminó la exigencia de haber hecho un proyecto de espacio público. En el caso de las calles, las condiciones apenas se cambiaron y exigen cinco años de experiencia y un proyecto anterior de un millón, lo que la AJAC sigue considerando restrictivo.
La decana del Colegio de Arquitectos de Cataluña, Assumpció Puig, trasladó a los responsables de Urbanismo el malestar de los profesionales más jóvenes. Las quejas afloraron durante una jornada que el colegio organizó para informar al colectivo profesional sobre los concursos, relata. “Era una pena que los jóvenes arquitectos no pudieran participar en un concurso interesante”. Y celebra que la teniente de alcalde y el arquitecto jefe, Xavi Matilla, flexibilizaran las exigencias. La decana concluye: “Se entiende que la administración quiera garantías cuando plantea una obra, pero puede no ser tan exigente con el autor del proyecto y en cambio asegurarse de la solvencia de su equipo”.
Los ganadores supervisarán las obras
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Los ganadores de los proyectos de las futuras calles y plazas redactarán también los anteproyectos, los proyectos ejecutivos de la obra y se encargarán de la asistencia técnica en la dirección de la obra.
Tras la apuesta provisional del gobierno de Colau para transformar espacios del Eixample con urbanismo táctico (con vallas y pinturas todavía para probar los cambios), ahora las obras pasarán a ser definitivas: “Urbanismo estructurante y estable”, lo llaman en el área.
El presupuesto total para las cuatro intervenciones es de 38 millones y está previsto que las obras comiencen en 2022.
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