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Un álbum familiar... de cualquier familia

Jordi Puig reivindica en un libro el arte anónimo a través de una colección de fotografías de personas desconocidas compradas en mercadillos y ‘brocanters’

Una de las fotografías familiares anónimas del libro Jordi Puig.
Una de las fotografías familiares anónimas del libro Jordi Puig.JORDI PUIG CASTELLANO
José Ángel Montañés

Es uno de los elementos que está presente en casi todas las casas. El álbum de fotos familiar refleja en imágenes y marca en el tiempo las citas importantes de grupos de individuos relacionados con un vínculo familiar o de amistad. ¿Pero, qué pasa cuando los protagonistas de estas imágenes y las personas que han confeccionado y atesorado estos álbumes desaparecen; cuando se rompe la cadena de custodia? Es la pregunta que se hizo el fotógrafo Jordi Puig después de comprobar que muchas de estas fotos familiares de los años cincuenta a setenta habían perdido su valor y su interés y se vendían, después de vaciar pisos tras el fallecimiento de sus dueños, a precios irrisorios en mercadillos y brocanters de cualquier parte del mundo; unas imágenes con personajes anónimos en las que se repetían actividades: bautizos, comuniones, bodas, bailes, excursiones en el campo y la playa, además de poses, modas y gestos.

De todo ese material y esas reflexiones Puig acaba de publicar el libro Àlbum de familia (Úrsula Llibres) en el que, a partir de un centenar de fotografías, confecciona un álbum colectivo de lo que podía ser una gran familia en la que están representadas todas las edades y condiciones sociales. “Nuestros álbumes explican la vida de nuestras familias, pero también nuestro mundo porque todos, al final, tenemos las mismas fotografías”, asegura.

Una madre muestra a su hijo al fotógrafo junto a una anciana. Una de las fotos que ha reunido Jordi Puig para su libro de personas anónimas.
Una madre muestra a su hijo al fotógrafo junto a una anciana. Una de las fotos que ha reunido Jordi Puig para su libro de personas anónimas.JORDI PUIG CASTELLANO

“Me atrae mucho la idea de simbiosis. Los álbumes familiares son como una coraza que todos tenemos, que nos protege, pero, al mismo tiempo, los protegemos porque cuando lo dejamos de cuidar, el objeto pasa a tener valor cero. Otros objetos siguen teniendo valor por sí solos cuando desaparecemos; pero el retrato de una persona no interesa a nadie si no es un personaje público”, explica Puig.

Para él todos los proyectos que lleva a cabo “tienen un interés plástico”. Como el libro que publicó en 2017, Costa Brava, 1960′s-1970′s. Postales, con 660 multicolores tarjetas editadas en esos años para vender a los turistas las excelencias y la modernidad de Cataluña y de España. “En este caso, las fotografías no tienen un valor económico importante, pero sí un gran nivel fotográfico, a nivel estético; porque queda claro con la mayoría de ellas, que cualquiera puede hacer una buena foto, casi sin saberlo, aunque no todo el mundo puede hacer un gran grupo de fotos buenas”.

Un grupo de mujeres anónimas posan para el fotógrafo. Una foto recogida en el libro de Jordi Puig.
Un grupo de mujeres anónimas posan para el fotógrafo. Una foto recogida en el libro de Jordi Puig.JORDI PUIG CASTELLANO
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Sin fechar ni datar, las imágenes del libro “hablan de unas vivencias comunes. La postguerra fue igual en Cataluña que en Madrid o Valencia. He visto que la realidad fue igual para todos, cualquier foto explica una historia común”, prosigue Puig que se pregunta: “¿Hasta qué punto estos fotógrafos tanto amateurs, como los consagrados de la fotografía, conectan con algunos gestos que son universales? Al final, este libro es una reivindicación de la autoría anónima, del valor del arte sin autor”, sentencia. Para él, lo que les da un nuevo sentido a estas fotos es su organización dentro del nuevo álbum que ha creado. “Una a una no tienen valor, pero si el relato que adquieren juntas, más documental y social”.

Entre las imágenes preferidas de Puig, la de una mujer que sostiene en brazos a un bebe en la calle, mientras que, en la parte derecha de la imagen, una anciana de negro camina de espaldas. “Es una foto digna de Lee Friedlander, uno de mis referentes. El nacimiento y la muerte, juntas. Artísticamente la veo brutal”, explica. También la de las siete mujeres que sonríen en un balcón. “Transmite una gran serenidad y optimismo”. No es lo mismo que la foto en la que se ve una familia en un Seat 1500 con toda una serie de personajes siniestros alrededor. “Me hace pensar en un secuestro”, bromea. También la que se ve a un grupo de adultos en una jornada plácida de lectura en un jardín amenizada por un cerdo. “Son imágenes muy potentes”.

Una familia pasa una jornada en el jardín de su casa en compañía de un cerdo. Una imagen anónima del libro de Jordi Puig.
Una familia pasa una jornada en el jardín de su casa en compañía de un cerdo. Una imagen anónima del libro de Jordi Puig.JORDI PUIG CASTELLANO

Robots de juguete y botellas con formas de objeto

Aunque también ha recogido imágenes en las que las personas aparecen con la cabeza cortada, como la de un matrimonio con sus tres hijos en el comedor de su casa en la que a ellos casi no se les identifica. Ninguna tan enigmática como la de la cubierta del libro en la que se ve a dos hombres, una mujer y un niño posando en la arena de la playa. Todos sonríen excepto uno de los hombres, que aparece muy serio. “Es el principio de un relato. Aquí pasa algo, sin duda. En el fondo, todas estas imágenes te hablan de una disciplina: una gran fotografía lo es no porque esté bien tirada o encuadrada, sino por otra cosa, que permite el error perfectamente y lo asume con normalidad”, sentencia. “La mayoría de estas imágenes me gustaría que fueran de mi álbum. Lo tengo claro”, concluye.

“Colecciono para hacer un proyecto y no al revés”, confiesa Puig. “Quiero hacer algo y busco el material para llevarlo a cabo”. Tras las postales ahora publica este libro sobre fotografías anónimas y otro de cromos en color de actores españoles durante el franquismo. “Los próximos serán sobre robots de juguete y botellas en forma de objeto. Me apasiona la mezcla de expresión e industria”. Los libros forman parte de la colección “El món segons Jordi Puig”.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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