La Generalitat cierra La Cerdanya y el Ripollès ante el avance del virus

El Gobierno de la Generalitat ha aprobado este martes a última hora el cierre perimetral de las comarcas de La Cerdanya y el Ripollès ante el avance del virus. La medida entra en vigor esta noche y estará vigente al menos en los próximos 15 días. En este tiempo no se podrá entrar ni salir de estas comarcas excepto por motivos de salud, trabajo y para cuidar a personas dependientes. La restauración y las actividades deportivas y culturales tendrán que cerrar, y los comercios aplicarán un aforo del 30%. La medida llega a las puertas de las vacaciones navideñas y pese a que en el conjunto de Cataluña la epidemia da señales de frenarse.

Justo al inicio del periodo navideño, y cuando Cataluña empezaba a respirar un poco aliviada por la proximidad del inicio de la campaña de vacunación, y por unos datos que, en el conjunto del territorio, muestran que la epidemia no avanza tanto como se temía, el Govern se ha visto obligado a aprobar nuevas restricciones.

Estas afectarán solo a las comarcas de La Cerdanya y del Ripollès, que hasta, al menos, el día de Reyes, permanecerán cerradas perimetralmente. En estos territorios hay muchas segundas residencias, y el Govern quiere evitar con estas medidas que aumente la movilidad en unas zonas en las que la transmisión del virus ha aumentado de forma muy significativa. El Govern ha precisado que el confinamiento perimetral no afecta al funcionamiento de las pistas de esquí porque se trata de actividades al aire libre, aunque sí están limitados los servicios que en ellas se ofrecen siguiendo los mismos criterios que la restauración.

La incidencia acumulada en los últimos 14 días es en la Cerdanya de 1.812 casos por cada 100.000 habitantes, y en el Ripollès de 1.399. La velocidad de transmisión (Rt) es muy alta: en la Cerdanya está en 2,34 y en el Ripollès, en 1,40. El coordinador de la unidad de seguimiento del coronavirus en Cataluña, Jacobo Mendioroz, ha destacado que no es solo por la transmisión del virus que se toman estas medidas, sino también por la complejidad de los brotes: “En las últimas semanas ya ha habido mucha más gente que normalmente, y lo vemos porque el número de contagios aumenta deprisa, y porque los brotes son más difíciles de trazar”. La consejera de Salud, Alba Vergés, ha añadido que la situación en los hospitales obliga a tomar esta decisión: el hospital de Campdevànol (Ripollès), un centro pequeño y sin camas para pacientes críticos, tiene 22 ingresados por covid-19, y un brote interno que afecta a 21 profesionales.

“La situación es muy complicada, y, aún siendo conscientes de que esta medida afecta a muchas personas, tenemos que tomarla”, ha dicho Vergés, que también ha anunciado que el Govern prepara ayudas para compensar el cierre de la restauración y la cultura (excepto museos y bibliotecas, que seguirán abiertos). Los encuentros por Navidad serán en estos territorios de como máximo seis personas y dos burbujas de convivencia.

El anuncio de las medidas contrasta con la situación en el conjunto de Cataluña. Los datos en general muestran un descenso en los indicadores que proyectan un tímido freno en el avance de la pandemia. La velocidad de propagación del coronavirus (Rt) bajó 12 décimas, hasta 1,40 y la incidencia acumulada se situó en los 270 casos por cada 100.000 habitantes. Los casos positivos confirmados sumaron 2.235 más en las últimas 24 horas, y se notificaron 32 nuevas defunciones. 1.610 personas están ingresadas en hospitales catalanes por coronavirus, y 334 en la UCI.

También este martes se ha anunciado que la campaña de vacunación iniciará en Cataluña el próximo domingo, en las residencias de ancianos. La subdirectora general de Promoción de la Salud, Carmen Cabezas, ha explicado que llegarán 200.000 dosis y que se destinarán a los usuarios y trabajadores de los 1.408 centros de mayores que hay en Cataluña, una comunidad de cerca de 104.000 personas.

Nueve meses después del estallido de la pandemia en Cataluña, llegarán por fin las vacunas. Los primeros grupos en recibir las dosis serán los usuarios y trabajadores de centros de mayores, los profesionales sanitarios y las personas dependientes. En total, unas 450.000 personas para las que se destinarán 900.000 dosis de vacunación, previstas hasta Semana Santa.

Las medidas para garantizar que se cumplan con éxito las primeras etapas de la vacunación incluyen un dispositivo de protección por parte de los Mossos d’Esquadra, que custodiarán las sedes donde se almacenan las vacunas, que todavía no han llegado a Cataluña. El aprovisionamiento de vacunas llegará cada semana, y estarán repartidas en 26 sedes en el territorio. Una de las reservas se quedará en el Banco de Sangre y Tejidos, por si alguna sede avanza más deprisa con su proceso de vacunación y se queda sin dosis.

En las residencias, la vacunación empezará en aquellos centros que no tengan ninguna persona infectada, los que están catalogados como verdes. Para los centros que tienen algun contagio o tienen un brote aún descontrolado, el proceso de vacunación se hará más adelante y en varias fases, para ir vacunando a los usuarios a medida que el virus desaparezca de los centros.

La Generalitat quiere que la primera jornada de vacunación en Cataluña sea un ejemplo. Cabezas ha asegurado que, tal y como ocurrió en Reino Unido, se elegirá a una primera persona para recibir la dosis. “Queremos que sea una persona mayor, como Margaret o William. Son capaces de explicar que lo hacen por ellos pero también por el resto de personas”, ha destacado.

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