La precampaña aterriza en el Pleno sobre la corrupción

El Parlament ha iniciado este lunes el último Pleno de la legislatura con una sesión monográfica sobre la corrupción. Con un inequívoco aroma de precampaña, todos los partidos aprovecharon el debate para recriminar sus trapos sucios. Ciudadanos cargó contra el independentismo y el PSC. ERC criticó a Junts por no reclamar la destitución de Núria Marín como presidenta de la Diputación por su supuesta implicación en el caso del Consell Esportiu de L’Hospitalet. La dirección del PSC y la ejecutiva del PSOE arroparon a Marín tras poner su cargo a disposición del partido.

La sesión fue una especie de todos contra todos en la que se aireó la larga lista de casos de corrupción que afectaron en el pasado o afectan ahora a casi todos los partidos. Carlos Carrizosa, candidato de Ciudadanos, acusó al independentismo de tejer una corrupción institucionalizada en la que incluye desde el Diplocat a las embajadas. “Promesas incumplidas, amiguetes forrados”, resumió. Carrizosa, que recriminó a ERC el caso Voloh y su “silencio” en los que han salpicado a los posconvergentes. No solo eso: reivindicó a Ciudadanos como el único partido capaz de dirigir la “regeneración” en Cataluña tras acusar a Miquel Iceta de “silencio” y no explicar el caso de Marín. “Vaya compañeros de viaje se busca para un tripartito”, afirmó sin olvidar tampoco el caso de Laura Borras, diputada de Junts, investigada por el Supremo por otorgar contratos a dedo.

El discurso de Ciudadanos entronca de hecho con el histórico de Albert Rivera cuando alegaba que el soberanismo utilizaba la bandera, decía, para tapar la corrupción. “Dejen de referirse al pasado”, dijo Aurora Madaula, de Junts desmarcándose de casos de hace años. Pere Aragonès, vicepresidente del Govern, salió en tromba y recalcó que Ciudadanos omitió el caso que afecta al Rey. “Ante la corrupción, la inviolabilidad es un insulto a la democracia”, esgrimió. “He repasado todos los casos bajo sospecha y los montajes policiales y se ha dejado la investigación más preocupante porque afecta al que fue jefe del Estado”. ERC presentará una resolución por los casos que afectan al Rey emérito.

Varios grupos afearon a Ciudadanos haber impulsado el segundo pleno del año sobre la corrupción recordando que, además, tiene sus propios casos. Jordi Tarrades, del PSC, dijo que los sondeos les deben ir mal y Marc Parés, de los comunes, les acusó de usar el Parlament como un plató. El socialista fue después implacable con ERC y lamentó que la consejera Alba Vergés no haya aclarado su reunión con un implicado en el caso Voloh: “Prometieron un país de Disney y se pasan la ética por el forro”.

Marta Vilalta, de ERC, devolvió la misma moneda y recordó que el PSC rechazó que Marín compareciera en comisión. Un día después fue detenida. “Ha sido indecente”, le espetó al socialista asegurando que el caso Voloh es un montaje de la Guardia Ciivl y cargando contra la sociovergencia. Recitó los casos que afectaron a la antigua CiU (caso Palau, caso Pujol, 3%); al PSC (Mercurio o Inipro) y a los dos (caso Pretoria). “No podemos permitir una sombra de duda. El pacto con Junts [en la Diputación] es el de la vergüenza; que piensen en su papel de cómplice y de blanqueo de la corrupción”, dijo. Eva Granados y José Luis Ábalos, portavoces del PSC y el PSOE, defendieron a Marín. “No hay caso”, zanjó Granados.