Declara un nuevo investigado por la muerte del oso ‘Cachou’
El hombre tenía una cámara instalada en un árbol, cerca de donde fue hallado muerto el animal
Un vecino de Les (Valle de Arán) ha declarado en calidad de investigado este viernes en el juzgado de Vielha (Lleida) por la muerte del oso Cachou, el pasado mes de abril, cuando fue hallado en un despeñadero de 40 metros en el Valle de Arán. Inicialmente, el Consejo General de Arán sostuvo que el animal había fallecido por una pelea con otro oso, pero la investigación judicial sobre el caso, bajo secreto de sumario, sostiene que el plantígrado fue envenenado con anticongelante.
El nuevo investigado en la causa, que permanece abierta por los delitos contra la flora y la fauna, relevación de secretos y prevaricación, es también un vecino del pequeño municipio de Les (954 habitantes), donde fue hallado muerto Cachou. El hombre, B. M., se ha negado a declarar este viernes ante la jueza, según fuentes del caso, debido a que como se mantiene el secreto de las actuaciones desconoce cuáles son las acusaciones concretas contra él.
El sospechoso es un amante de la naturaleza, según esas mismas fuentes, motivo por el que tenía dos cámaras que se activan mediante sensores de movimiento colocados en la montaña. Cachou fue hallado muerto cerca de una de esas cámaras, indican las mismas fuentes, que estaba colocada en un árbol. El hombre niega cualquier relación con la muerte del animal.
El pasado 19 de noviembre fue detenido A. M. por el fallecimiento de Cachou, un agente de medioambiente de Consejo General de Arán, que antes había formado parte del equipo especial de seguimiento de los osos, contratado con fondos europeos. Uno de los motivos que apuntan a A. M. es que tenía acceso a los datos de donde se encontraba Cachou debido al collar de seguimiento del animal. Los Mossos registraron su domicilio en busca de anticongelante, el veneno con el que podría haber muerto el plantígrado.
Tanto A. M. como B. M. son vecinos de Les. Los dos se conocen, indican fuentes judiciales, pero niegan que exista una relación cercana entre ellos. En la causa consta al menos otra persona investigada, según fuentes conocedoras del proceso, que se lleva con la máxima discreción. La juez mantiene desde hace más de medio año el secreto de las actuaciones, que ha prorrogado. Es la primera vez que se aplica esta medida en la investigación penal por la muerte de un oso.
El de Cachou no es un caso aislado. La Guardia Civil ha abierto una investigación por la muerte a tiros en Palencia y en Huesca de dos osas. En el caso palentino, se centran en un vecino de Velilla del Río Carrión (Montaña Palentina) que presuntamente disparó contra el animal en una cacería autorizada en una reserva natural. En el de Huesca, los agentes han tomado declaración de los participantes en otra cacería en Valle de Bardají (Ribagorza). Uno de ellos alegó que disparó en defensa propia.
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