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El rechazo del consejero catalán de Asuntos Sociales a dimitir acentúa las críticas

Los grupos de la oposición y parte del sector afectado por su gestión cargan contra El Homrani por limitarse a renovar su cúpula

Josep Catà Figuls
El consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir El Homrani, interviene en una sesión del Parlament.
El consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir El Homrani, interviene en una sesión del Parlament.David Zorrakino - Europa Press (Europa Press)

El círculo se estrecha alrededor del consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir El Homrani. Acechado por las críticas a su gestión, el lunes descabezó la cúpula de su departamento para evitar su dimisión. Los partidos de la oposición y parte de los sectores afectados por la gestión del departamento consideran que la renovación de los altos cargos no es suficiente, y apuntan al consejero como máximo responsable. La proximidad de las elecciones al Parlament y el carácter interino de la presidencia de Pere Aragonès complican que El Homrani asuma responsabilidades.

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La decisión de cesar al secretario general del departamento, Josep Ginesta, y al secretario de Asuntos Sociales, Francesc Iglesies, llegó el lunes por la noche después de una semana de críticas al consejero por el diseño de las ayudas a autónomos. En el entorno del departamento se da por hecho que, en otras circunstancias, sería El Homrani quien tendría que haber asumido la responsabilidad y haber presentado la dimisión. Sin embargo, la fecha cercana de las elecciones, previstas para febrero, y el carácter transitorio de este Govern desde que el expresidente Quim Torra fue inhabilitado, han hecho que la dimisión de El Homrani no estuviera en ningún momento sobre la mesa de Pere Aragonès, vicepresidente en sustitución del presidente.

Hasta que se celebren las elecciones, Aragonès no está capacitado para cambiar la composición de su Govern, y por lo tanto no puede cesar ni nombrar a consejeros. No obstante, sí que podría aceptar una dimisión, aunque en ese caso otro miembro del Govern tendría que hacerse cargo de la cartera del dimisionado además de la suya. La portavoz del Govern, Meritxell Budó, de Junts per Catalunya, ha evitado este martes dar explicaciones por el cese de los altos cargos: “Será el consejero el que dé las explicaciones oportunas, yo me remitiré a lo que diga”. Fuentes de Junts indican que sus consejeros no supieron la decisión hasta minutos antes de que apareciera en los medios.

El consejero El Homrani ha estado en el centro de la polémica desde que estalló la pandemia. Pero, acusado de mala gestión en varias ocasiones, ha optado siempre por guardar silencio y permanecer en el cargo. La primera gran crisis que tuvo que afrontar fue el caos de contagios en las residencias de ancianos durante la primera ola. Menos de un mes después de que estallase la pandemia, el Govern retiró a Asuntos Sociales las competencias en las residencias y las transfirió a Salud. “Desde entonces, Asuntos Sociales lo único que hace es pagar las transferencias a las residencias. Por eso no nos afectan mucho los cambios, nos afectarían mucho más si se diesen en Salud”, explica Vicente Botella, presidente de la patronal de las residencias pequeñas y medianas, Upimir. Los sustitutos de Ginesta e Iglesies —Oriol Amorós asumirá la secretaría general, y Marta Cassany la secretaría de Asuntos Sociales— no provienen del ámbito de la gestión de las residencias, y el sector está a la expectativa.

El consejero también fue desautorizado por sus socios de Govern cuando aseguró que el teletrabajo era obligatorio y que se podría sancionar a las empresas que no lo promovieran, algo que el estado de alarma no permite. Patronales y sindicatos criticaron los mensajes cruzados del Govern y pidieron claridad al consejero. Pero la guinda del pastel ha llegado con las ayudas a los autónomos, un cheque de 2.000 euros por afectado que se agotó en pocas horas (la partida era de 20 millones) y provocó el colapso del sistema informático. El Govern pidió disculpas, pero Junts per Catalunya reclamó “un golpe de timón” en el departamento.

“El Homrani se ha encontrado con todos los marrones posibles estos meses. Ahora mismo, en vísperas electorales, nadie quiere su cargo. Dudo que por los meses que quedan se note algún cambio con la renovación, parece más bien un parche hasta las elecciones”, señalan fuentes cercanas. La sensación es que los ceses responden más a una estrategia de señalar cabezas de turco que a una voluntad real de reforzar el departamento, tal como defendió el Govern en su nota de prensa. “Ginesta ha sido un buen secretario general, pero estaba claro que con el tema de los autónomos tenía que rodar alguna cabeza”, admiten las mismas fuentes.

La oposición pide su dimisión

Los grupos de la oposición han cargado este marts contra la decisión de El Homrani. El presidente de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha criticado que el consejero haya “purgado” el departamento “para tapar su propia incompetencia”, y le ha pedido su dimisión. El socialista Ferran Pedret ha reclamado al consejero que reflexione “sobre cuál es su responsabilidad”, y la presidenta de Catalunya en Comú Podem, Jéssica Albiach, ha destacado que su permanencia en el Govern “no tiene sentido”.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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