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Los taxistas protestan por el centro de Barcelona para reclamar ayudas

Los conductores anuncian más movilizaciones por la situación económica en la que se encuentran

Protesta de taxistas en el paseo de Gràcia de Barcelona este lunes para reclamar ayudas. ALBERT GARCIA
Protesta de taxistas en el paseo de Gràcia de Barcelona este lunes para reclamar ayudas. ALBERT GARCIAAlbert Garcia (EL PAÍS)
Alfonso L. Congostrina

Más de 700 taxis —1.500 según los convocantes de la protesta— han protagonizado este lunes una marcha lenta por Barcelona reclamando, al ejecutivo de Pedro Sánchez, ayudas directas y moratorias para afrontar la crisis económica provocada por la pandemia. Además, amenazan con colapsar el centro de la capital catalana ya que prevén repetir la movilización cada día, de forma indefinida, desde la avenida de la Reina María Cristina hasta el Paseo de Gràcia. “Los bancos están amenazando a compañeros porque no pueden pagar los préstamos que contrataron para pagar las licencias”, ha protestado Tito Álvarez, líder del sindicato Élite Taxi. Durante la movilización exigieron que se reduzca del 75% al 50% la caída de ingresos necesaria para acogerse al cese de actividad. Álvarez mantiene que si pronto no llegan ayudas al sector el taxi va directo al “abismo”.

La gran mayoría de taxistas comienzan a cuestionarse el sentido de su profesión y hacen números. Los que se encuentran en peor situación son los que realizan el turno de noche. A los mismos a los que primero el cierre de bares y, ahora, el toque de queda ha dinamitado los pocos ahorros que tenían tras una primavera con restricciones de movilidad y un verano sin turistas.

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Tito Álvarez es claro: “En el Área Metropolitana de Barcelona circulan 10.500 taxis y la pandemia ha matado al sector. No solo es la falta de ayudas, sino que no hay trabajo para todos”. Álvarez asegura que los compañeros que hacen la noche se encuentran con un verdadero “desierto”. “Hay algún servicio al aeropuerto o alguna urgencia en algún hospital. Los compañeros recurren ahora a las emisoras y aplicaciones porque solo salen servicios. Además, con tantos taxistas en una APP el volumen de trabajo baja por lo que deja de ser rentable”.

Sergi García lleva siete años trabajando como taxista. “Tengo muchos gastos, el coche, la licencia… por eso trabajo noches, madrugadas y lo que haga falta. Bueno, trabajaba, porque la pandemia ha arrasado con todo”, lamenta García. El taxista tiene claro cuál es la mejor recomendación para sus compañeros: “A partir de las 22.00 lo mejor que puede hacer un taxista es irse a su casa”. García advierte que el principal problema con el que se encuentra el sector es que acumulan una crisis que lleva “más de diez meses”. “Antes, los domingos que trabajaba comenzaba a las 5.00 para llevar a casa a la gente que salía de las discotecas, ahora eso no existe, pero tampoco existe el aeropuerto, los bares, restaurantes…”, lamenta.

Oscar Cano siempre ha trabajado de noche. “Ahora por la noche en Barcelona solo ves a Mossos y taxis”. Los taxistas aseguran que antes trabajando entre 12 y 14 horas al día se recaudaban cerca de 180 euros. “El otro día en 12 horas hice 28 euros de caja. Pagué por ir a trabajar”, lamenta Cano. “Ya no queda ni rastro de los cruceros, las discotecas… El pasado fin de semana fue el Barça-Madrid y no hubo público. En el último Barça— París Saint-Germain todos los prostíbulos de la ciudad estaban completos. No sabíamos dónde llevar a los clientes. Eso también ha desaparecido, pero también las ferias, congresos, el Sonar, el Primavera Sound. Es un desastre”, lamenta. Cano cree que lo mejor es dejar el coche aparcado y “tirar de ahorros”.

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