Ni la Generalitat ni Trapero aclaran si volverá a dirigir los Mossos d’Esquadra

El consejero del Interior, Miquel Sàmper, no aclaró este miércoles si restituirá a Josep Lluís Trapero como jefe de los Mossos una vez absuelto. “Aún no está sobre la mesa”, dijo. Trapero tampoco ha explicitado cuáles son sus intenciones. El único mensaje que se pudo leer fue una fotografía suya, en las redes sociales, de espaldas con una chaqueta hecha para él donde se leía: mayor. Trapero es el único mayor de los Mossos, el rango más alto de la policía catalana, reservado al jefe del cuerpo.

El debate este miércoles, una vez absuelto del delito de sedición, se centraban en cuál es el futuro que le espera a Trapero, que fue destituido con la intervención de la autonomía acusado de colaborar con los políticos para lograr la independencia. Ahora que una sentencia restituye al policía más mediatizado que han tenido los Mossos al frente de la institución, las miradas se dirigen al consejero del Interior, Miquel Sàmper, para saber si él, igual que hizo su antecesor en el cargo, Miquel Buch, y el expresidente Quim Torra, le ofrecerá volver a dirigir los Mossos d’Esquadra. Y en ese caso, qué hará Trapero.

La pregunta planeaba también este miércoles en un picnic organizado en la comisaría de Les Corts, en Barcelona, donde Trapero tiene su despacho. Arropado por la anterior cúpula —con los comisarios Ferran López, que ha vivido con él todo el calvario judicial desde que fue destituido, y el comisario Joan Carles Molinero—, con sus abogadas, su pareja, la responsable de prensa de los Mossos, persona de la máxima confianza de Trapero, y toda la cúpula de la Comisaría General de Investigación Criminal (CGIC), entre otros policías de su círculo íntimo, celebraron una sentencia que blinda la actuación de Trapero, y de los Mossos por extensión, en el referéndum del 1 de octubre y durante los registros de la Guardia Civil del 20 de septiembre de 2017. Pero tampoco allí se verbalizó cuál es la intención del mayor del cuerpo, según fuentes presentes en el encuentro.

A la celebración, que no tenía un carácter oficial, se acabaron sumando el director de la policía catalana, Pere Ferrer, el conseller Sàmper, y también al final el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, que salía de una reunión por videoconferencia con los mandos del cuerpo, en la que les trasladaba la satisfacción por la sentencia absolutoria de Trapero y también de la intendente Teresa Laplana. Sallent, indican esas mismas fuentes, llegó a la celebración acompañado del comisario David Boneta, que actualmente forma parte de la cúpula, cuando prácticamente había terminado la reunión informal.

El gesto, interpretan algunos de los asistentes, no dejó de tener un punto de incomodidad, al entenderse que precisamente es el puesto de Sallent el que peligra en el caso de que Trapero vuelva a dirigir los Mossos d’Esquadra, algo que nadie ha descartado. Incluso algunas voces critican que el comisario no pusiese su puesto a disposición tras la absolución, aunque fuese como un mero gesto hacia Trapero. Otras fuentes, en cambio, consideran que es el consejero del Interior quien nombra y destituye a comisarios jefes, y que es él quien debe decidir cuáles son los pasos a dar a partir de ahora.

En la ecuación hay otro elemento más que puede condicionar el futuro en la dirección de los Mossos d’Esquadra: el posible recurso de la Fiscalía ante el Tribunal Supremo. Trapero, elucubran fuentes policiales, no aceptaría el cargo de jefe en el caso de que su causa tuviese aún recorrido en los tribunales.

Los sindicatos policiales celebraron la sentencia y la absolución de Trapero. Lo hicieron tanto los sindicatos de base como los de mando, pero ninguno pidió su restitución.