La Audiencia Nacional absuelve a Trapero al no apreciar sedición ni desobediencia
Las partes están citadas este miércoles para que les notifiquen el fallo
La Audiencia Nacional ha decidido absolver a Josep Lluís Trapero, major de los Mossos d’Esquadra, en el juicio celebrado por el papel que jugó la policía autonómica catalana durante el desafío secesionista de octubre de 2017, según ha avanzado la Cadena SER y confirmado fuentes jurídicas a EL PAÍS. La Sección Primera de la Sala de lo Penal ha citado a las 9.30 de la mañana de este miércoles a todas las partes implicadas para notificar su resolución. Un fallo que se conocerá detalladamente en plena carrera de nuevo hacia las urnas en Cataluña, después de que el president Quim Torra fuera inhabilitado por desobediencia el pasado septiembre.
Después de un intenso debate interno, la mayoría del tribunal se ha decantado por la opción que puso sobre la mesa la defensa de Josep Lluís Trapero, máximo mando policial del Cuerpo autonómico durante el procés. Según la mayoría de los magistrados que lo juzgó en la Audiencia Nacional durante casi cinco meses, la antigua cúpula de los Mossos d’Esquadra no cometió ni un delito de sedición ni de desobediencia durante el desafío secesionista del otoño de hace tres años. Junto al major se sentaron también en el banquillo sus dos superiores políticos: César Puig, ex secretario general de Interior de la Generalitat; y Pere Soler, ex director general de la Policía catalana; así como Teresa Laplana, responsable del operativo de seguridad en la Consejería de Economía durante el registro del 20 de septiembre de 2017. Todos ellos, según avanzó la Cadena SER, han resultado absueltos.
Esta decisión, que este miércoles se notificará a las partes —se ha citado a las defensas y a la Fiscalía a las 09.30 de la mañana para comunicarles el sentido de la sentencia y facilitarle una copia de la misma— supone un importante respiro para Josep Lluís Trapero, cuya figura ha estado muy cuestionada en todo este tiempo. Tras adquirir una enorme dimensión pública a raíz de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils, un sector del independentismo lo ensalzó durante el procés, mientras que en el bando opuesto lo criticaron por su supuesta “pasividad” para frenar a los líderes secesionistas.
Aun así, durante su declaración como acusado en el juicio, el major aseguró que durante el procés se sintió bastante “incómodo” con algunas de las decisiones que tomó el Govern y con ciertas resoluciones del Parlament. Hasta tal punto marcó distancias que las llegó a calificar de “barbaridad”, además de defender en todo momento la actuación de los Mossos en aquellas jornadas y negar la “pasividad” que se le achacaba.
Tres opciones
La Audiencia Nacional tenía tres posibilidades sobre la mesa. La primera, optar por el delito de sedición, en línea con el fallo del Tribunal Supremo dictado contra los líderes políticos del procés y que acarrea importantes penas de prisión. La segunda, decantarse por la segunda alternativa planteada por la Fiscalía de condenar por desobediencia, que suponía evitar la cárcel, ya que solo implica una multa e inhabilitación. Y la tercera, declarar la absolución. Por esta última opción se decantaron.
Esta resolución de la Audiencia, que se conoce justo después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condenase el lunes por desobediencia a 20 meses de inhabilitación a cuatro diputados de la Mesa del Parlament de 2017, pone punto y aparte a otro capítulo del procés que arrancó solo tres meses después de la condena a los líderes políticos del desafío independentista.
Con la resaca aún del fallo del Supremo, el juicio a la antigua cúpula de los Mossos comenzó el 20 de enero y se prolongó hasta junio. Trapero era el rostro más reconocible. Para él, Puig y Soler, el ministerio público pedía 10 años de cárcel por sedición, y para Laplana, 4 años. Aunque, en el caso de que el tribunal no viera suficientemente probado este delito, la Fiscalía planteó a los magistrados la alternativa de que los sentenciaran por desobediencia.
Todo ello, en una vista oral que puso el foco realmente en Trapero y convirtió a los otros tres acusados en actores secundarios. La Fiscalía, que no retiró el delito de rebelión hasta el final, cargó contra el major con enorme dureza: “Su actuación no ha sido deplorable, sino delictiva”. También Diego Pérez de los Cobos, coronel de la Guardia Civil y coordinador del dispositivo policial del 1-O, situó la diana en su figura: “Estaba completamente alineado con los convocantes”. Y, por supuesto, los agentes del instituto armado que instruyeron la causa: “Creemos que el major estaba asesorando al comité estratégico del procés”, dijo uno de ellos durante su declaración como testigo.
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