Las discotecas catalanas alertan: “No abriremos si no podemos hacer que la gente baile”

El sector de las discotecas ha lamentado que el Govern haya decidido prohibir el baile en las discotecas cuando abundan, ha asegurado, las fiestas ilegales en parque y jardines y ha advertido que los establecimientos de ocio nocturno no abrirán sus puertas mientras no se pueda danzar. Así lo ha sostenido durante la comisión de Cultura en el Parlament el secretario general del Gremio de Empresarios de Discotecas de Barcelona y Provincia y presidente de la Federación Nacional de Ocio Nocturno “España de Noche”, Ramón Mas Espinalt.

El Govern publicó el lunes una resolución en la que prohíbe bailar en las discotecas. En las pistas deben instalarse mesas para el consumo, o bien cerrarse al público, con barreras físicas o controlando que no entra nadie. Únicamente se pueden permitir las pistas de baile en discotecas, hoteles o similares cuando estén reservadas para grupos de personas conocidas entre ellas y de trato habitual.

Durante los tres primeros días de la nueva normalidad en Cataluña, entre el viernes y el domingo, los locales de ocio nocturno interpretaron, a través de la norma genérica que hizo pública el Govern, que se podían abrir las pistas de baile. Ayer, desde la patronal Fecasarm, acusaron a la Generalitat de dar marcha atrás y generar “inseguridad jurídica” a los empresarios del ocio nocturno.

El sector denuncia que está “tocado de muerte y necesita flexibilización”, por lo que, ha asegurado Mas, si la Generalitat no permite que abran las pistas de baile, pedirán un rescate económico para salir a flote. “Si desde Salud nos dicen que no se puede bailar por razones sanitarias, lo acataremos”, ha indicado Mas. Pero ha añadido que serán “muy duros” con el Govern y que exigirán que “se cumplan todas las medidas sanitarias en todos los lugares”.

Como ejemplos, Mas ha señalado el “espectáculo impresionante” de las playas de Barcelona llenas de gente “sin ningún tipo de control sanitario”, o las “más de 4.000 fiestas ilegales y centenares de botellones en parques y jardines” o las “fiestas en casas” que se han detectado hasta la fecha. Y ha repetido que serán “inflexibles” con el hecho de que a todo el mundo se le exijan las mismas medidas.

Mas ha coincidido en los argumentos esgrimidos por Fecasarm. Antes de la decisión de la Generalitat de prohibir las pistas de baile, muchas empresas habían retirado el ERTE a sus trabajadores para retomar la actividad, o incluso habían vuelto a aumentar sus tarifas eléctricas. Algo que con la nueva situación aseguran que no les sale a cuenta. Mas cifra en 30.000 euros el coste que tiene para las empresas un mes sin abrir.

El conjunto de circunstancias, ha insistido Mas en el Parlament, puede “matar a un sector que ha hecho el trabajo y tiene un protocolo establecido”. Además, ha señalado que abocará a muchos jóvenes a “ir a un parking o a parques y montar fiestas ilegales”. También ha resaltado que si no se puede bailar dentro de las discotecas, la patronal del ocio nocturno propondrá hacer fiestas populares, un evento “básico” pero con “control”.