El Supremo confirma un año de cárcel para un ‘mosso’ que grabó a 17 compañeras en los vestuarios
El alto tribunal ratifica la condena impuesta por la Audiencia de Barcelona y desestima los recursos de la defensa y de la acusación particular
El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de una año de cárcel para un agente de los Mossos d’Esquadra que grabó a 17 compañeras, sin su consentimiento ni conocimiento, mientras se cambiaban, con una cámara que instaló en el vestuario de mujeres de la comisaría de Badalona (Barcelonès) a la que estaba adscrito. En su sentencia, el alto tribunal ratifica la condena impuesta por la Audiencia de Barcelona y desestima los recursos de la defensa y de la acusación particular –que solicitaba la inhabilitación para el cargo durante el tiempo de condena– pese a que mantiene la suspensión de empleo y sueldo de un año que el agente ya cumplió.
Los hechos sucedieron entre diciembre de 2014 y julio de 2015 cuando, tal como el propio agente reconoció durante el juicio, dejó en varias ocasiones una mochila con una cámara en su interior en los bancos del vestuario femenino de la comisaría de Badalona con el objetivo de filmar a sus compañeras mientras se ponían el uniforme o se duchaban.
Por ello la Audiencia de Barcelona lo condenó como autor de 17 delitos consumados de descubrimiento y revelación de secretos y le aplicó el atenuante de confesión, así como el de dilaciones indebidas y de reparación del año, puesto que indemnizó con 60.000 euros en total a cada una de las agentes a las que grabó.
No obstante, la acusación particular recurrió la sentencia ante el TS para solicitar su inhabilitación, un extremo que la sala ha desestimado al entender que "los hechos por los que el acusado ha resultado condenado no se llevaron a cabo en el ejercicio propio de sus funciones específicas, sino que el acceso tuvo lugar al margen de su condición de funcionario".
El TS descarta además que el condenado se aprovechara de su condición de autoridad y sostiene que “actuó de manera subrepticia” acudiendo al vestuario cuando estaba vacío “sin levantar sospechas por parte de ningún otro compañero o compañera de trabajo”, del mismo modo que podría haber hecho el personal administrativo o de limpieza. “No tenía que ser necesariamente Mosso d’Esquadra, por lo que el acceso tuvo lugar al margen de su condición de funcionario”, enfatiza el tribunal.
La Fiscalía solicitaba cuatro años de prisión y una indemnización de 10.000 euros para cada una de las diecisiete perjudicadas por el policía, que mostró su arrepentimiento ante los magistrados que lo juzgaron por unos hechos que, aseguró, le habían "avergonzado".
Alegó además entonces que en la época en que grabó a sus compañeras estaba atravesando “una situación personal complicada”.
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