Las listas de espera en Cataluña se alargan un mes más por el parón de la crisis
La demora ha crecido entre 30 y 40 días más en apenas dos meses y el Govern admite que habrá que reprogramar 70.000 intervenciones retrasadas
La pandemia paró en seco el grueso de la actividad cotidiana de los hospitales. Operaciones, pruebas diagnósticas y visitas al especialista se quedaron en el aire, atrasadas o suspendidas, mientras los hospitales se transformaban para atender la covid-19. Estos dos meses de parón a causa de la crisis sanitaria ya se han trasladado a las dilatadas listas de espera, que siguen creciendo sin cesar: los tiempos de espera han crecido entre 30 y 40 días más en apenas dos meses. La demora media para el urólogo son 216 días y una colonoscopia tarda unos cinco meses. El Govern admite que habrá que reprogramar 70.000 intervenciones retrasadas.
La crisis de la covid-19 puso patas arriba el sistema sanitario, con los hospitales volcados en atender los pacientes más graves. Solo urgencias, emergencias y procedimientos que no podían retrasarse se mantuvieron en tiempo y forma. Todo lo demás fue suspendido hasta nueva orden. Lo primero era lo primero y había que contener la pandemia que azotaba al mundo.
Los hospitales, al borde del colapso, capearon el temporal. Pero ahora que el pico epidémico va de bajada y la adrenalina del momento se atenúa, afloran las consecuencias de abocar a todo un hospital a una sola dolencia. Se han realizado 34.000 intervenciones desde que arrancó la pandemia en marzo, lo que supone la mitad de la actividad que se realizó en el mismo período del 2019. Las pruebas diagnósticas se han mantenido al 36% de lo habitual y las visitas al especialista (195.000) suponen el 53% de las realizadas el año pasado por estas fechas.
“La recuperación de esta actividad asistencial es uno de los retos importantes que hay que revertir y no podremos hacerlo en dos días, teniendo en cuenta, además, que la pandemia no se ha acabado”, admitió la semana pasada la consejera de Salud, Alba Vergés, durante la comisión de Salud del Parlament. El Govern estima que habrá que reprogramar 70.000 operaciones que han quedado retrasadas por la pandemia.
De todo lo que ha quedado por hacer a causa de la covid-19 dan buena cuenta los datos de las listas de espera en la sanidad catalana. Con las últimas cifras disponibles, que corresponden a abril (el único mes completo de confinamiento), las demoras se han disparado. Un mes más de espera —cuando no 40 días— en la inmensa mayoría de intervenciones, pruebas diagnósticas y visitas al especialista.
El parón de la actividad se ha cristalizado en los cronogramas de unas listas de espera ya muy dilatadas. Si bien es cierto que se han atendido las urgencias —Vergés aseguró que se asistieron 1.800 situaciones graves, como infartos e ictus—, los retrasos en la accesibilidad al sistema alcanzan, incluso, a las intervenciones oncológicas y de cirugía cardíaca. Estos procedimientos especialmente delicados se solían operar en menos de un mes y la lista de espera era mínima. Pero también aquí los tiempos de demora se han incrementado: 1.893 personas aguardan 42 días —en febrero eran 19— para operarse de un tumor y otros 314 enfermos esperan casi dos meses por una cirugía cardíaca que no tenía retrasos de más de 26 días, de media, antes de la crisis sanitaria.
Siete meses de espera
Las operaciones de cataratas, prótesis de cadera y rodilla tienen una espera media de 131 días, un mes y medio más que en febrero. El resto de intervenciones, un cajón de sastre donde hay desde juanetes hasta vasectomías o cirugías para obesidad mórbida, tienen demoras de siete meses y 150.880 personas en cola.
Más de lo mismo ocurre con las pruebas diagnósticas en los hospitales de la red pública: la mayoría superan los 100 días de espera media. Hay 15.286 personas que ahora aguardan cuatro meses en lugar de tres por una ecografía. Los TAC y las mamografías también rondan o superan los tres meses de demora. En total, 162.151 personas aguardaban, a finales de abril, para someterse a una prueba diagnóstica y la espera media para estos enfermos era de cuatro meses.
En las visitas al especialista, los retrasos más grandes se acumulan en la consulta del urólogo: más de siete meses, cinco semanas más que las que se esperaban a finales de febrero. Las visitas con el alergólogo o el traumatólogo también tardan cinco meses y para la consulta de cirugía hay que esperar cuatro meses.
Los expertos advierten de que se necesitarán recursos adicionales para afrontar estas listas de espera, pero no hay soluciones a corto plazo. “El sistema está exhausto. Es un momento de oportunidad para el hospital, para que se plantee, por ejemplo, la consulta telemática con la atención primaria, y que pueda servir para descargar la actividad” y que no haya tantas derivaciones, propone Salvador Tranche, presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. El médico advierte de que el sistema funciona como un efecto dominó: “Si el hospital va mal, se carga más la atención primaria y también esta va mal”.
Cambio “espectacular” en urgencias
Durante la pandemia nacieron 9.000 niños en Cataluña, según reveló el viernes la consejera de Salud, Alba Vergés. Desde el hospital Vall d'Hebron de Barcelona, centro de referencia para gestantes con covid-19, se hizo seguimiento a 257 mujeres embarazadas que padecían la enfermedad infecciosa.
En el balance de la crisis sanitaria, Vergés también concretó que el comportamiento de las urgencias “cambió espectacularmente”. A las puertas de urgencias llegaban diariamente 5.300 consultas ajenas a la dolencia infecciosa. En 2018 se contabilizaron 9.414 visitas diarias a urgencias.
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