El Govern aprobará una paga extra de 1.000 euros brutos de media para sanitarios pese al rechazo de los sindicatos
Los representantes de los trabajadores se niegan a esta medida y reclaman mayor financiación y más contrataciones en los sectores implicados en la respuesta a la pandemia
El Govern ha llevado este jueves a la mesa de la función pública de la Generalitat una propuesta de paga extraordinaria para el personal que ha realizado un sobresfuerzo en la respuesta contra la pandemia, es decir, personal sanitario, empleados de residencias públicas, bomberos, policías y trabajadores de servicios de emergencia. La medida ha sido rechazada por los sindicatos, que la consideran insuficiente y reclaman mayor financiación y más contrataciones. Pese a la negativa, el Govern asegura que puede sacar adelante esta bonificación unilateralmente, y la elevará al consejo de gobierno como una propuesta de decreto. La paga extra beneficiará a 45.000 empleados públicos y se destinarán 45 millones de euros que provienen de fondos adicionales del Gobierno para complementar la masa salarial de los ejercicios de 2019 y 2020. Esta partida se repartiría en una paga de 1.000 euros brutos de media para los trabajadores, aunque el Govern no ha detallado cuándo se abonará.
El consejero de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, había expresado su intención de negociar una bonificación extraordinaria para los trabajadores públicos que están en primera línea de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus. Este jueves, en la reunión de la mesa de la Función Pública con los principales sindicatos del sector, el Govern ha detallado la propuesta, pero los sindicatos se han negado.
La partida se sacará de los fondos adicionales que transfiere el Gobierno cada año para complementar el aumento de salario de funcionarios. Estos fondos pendientes suman un 0,55% de incremento de la masa salarial (0,25% de 2019 y 0,30% de este año). El Govern propone que se destinen a una única paga extra y solo para los empleados más implicados en la respuesta a la pandemia. Todos los sindicatos de la función pública han rechazado la propuesta ya que consideran que este dinero no se debe utilizar para este fin.
“Estos fondos tienen otro objetivo, que es compensar los recortes. El Govern pretende hacer una gratificación con un dinero que no es ni suyo”, ha expresado el representante de CC OO, Joan Maria Sentís, al terminar la reunión. “Lo que decimos es que si quieren reconocer a los trabajadores lo que tienen que hacer es poner más financiación, hacer algo de verdad”, ha detallado. Los sindicatos proponen que se paguen las horas extra que están realizando los profesionales, y que se alarguen los contratos temporales que se han hecho para dar respuesta a la situación. “Una parte de los problemas que ha destapado el coronavirus es la falta de personal y de medios, y esto es fruto de diez años de recortes”, ha dicho Sentís, que considera que una paga extra no es suficiente para reconocer a los trabajadores públicos.
Pese a la negativa de los sindicatos, el departamento de Políticas Digitales y Administración Pública seguirá adelante con la propuesta y la elevará al consejo de gobierno. “Tenemos que concretar con cada departamento cómo será esa gratificación”, señalan en el departamento. De esta forma, se modificará el destino que ya se había acordado para el fondo de 2019, que el Govern --también pese a la negativa de los sindicatos-- había decidido destinar a planes de pensiones.
El otro punto a discutir en la reunión con los sindicatos es sobre las pagas extra recortadas en 2013 y 2014 y que todavía están pendientes. El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dicho esta mañana tener “la voluntad” de que la Generalitat pueda sufragar a sus empleados públicos este año el 60% de la paga extra de 2013 que está todavía pendiente, tal y como se comprometió con los sindicatos y se incluyó en los Presupuestos de la Generalitat para este año, aprobados el pasado viernes. Repreguntado sobre la cuestión, el número dos del Govern ha afirmado: “El compromiso se mantiene. Nuestra voluntad es mantener el acuerdo”.
Aragonès ha realizado esa afirmación en una rueda de prensa en la que ha reconocido que las cuentas autonómicas sufrirán el golpe económico del coronavirus, que dirige a Cataluña a un desplome de su PIB del 7,6% en 2020. Además, ya hace semanas que afirma que las cuentas autonómicas tendrán que ser reorientadas para asumir los nuevos retos de gasto, sin que haya explicado cuáles serán las partidas afectadas. La Generalitat todavía adeuda 325 millones de euros de la paga extraordinaria de 2013 (el 60%), que los sindicatos preveían poder cobrar este primer semestre del año, y toda la de 2014.
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