Torra sitúa el pico de contagio a finales de abril si no hay medidas “más contundentes”

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha comparecido este miércoles ante los presidentes de los grupos parlamentarios para explicar la gestión del Govern ante la crisis del coronavirus y ha insistido en la necesidad de endurecer las condiciones del confinamiento para evitar que aumenten los contagios. Torra ha recurrido al peor escenario de sus expertos para alertar de la situación. “Algunas previsiones sitúan el pico de contagio al final de abril. Si no actuamos con contundencia ahora, corremos el riesgo de que el escenario sea similar al de Italia”, ha dicho Torra.

Torra ha hecho alusión a un documento que maneja el Departamento de Salud sobre el peor escenario previsto en esta crisis sanitaria. Se trata solo de un informe de proyecciones que no tiene por qué ocurrir, detallan desde Salud, pero el estudio plantea que se pueden alcanzar hasta los 121.734 casos el 28 de abril y hasta 13.000 fallecidos. El president ha empleado estas proyecciones para justificar su medida de confinamiento total de la población, una propuesta que nunca ha llegado a concretar —no aclara qué servicios tendrían que parar— y que tampoco cuenta con el aval de la comunidad científica.

Torra ha hecho el anuncio vía videoconferencia y no ha sido un pleno formal, pues el reglamento del Parlament lo impide. El presidente ha aprovechado la situación para pedir que la Cámara catalana “entre al siglo XXI” y se puedan hacer debates y votaciones de manera telemática. Torra ha desgranado todas las medidas que el Ejecutivo que preside ha ido aprobando en las últimas semanas. Hace un mes se conoció el primer caso positivo en Cataluña.

“Si no actuamos con contundencia ahora, el pico de contagio se alargará semanas”, ha asegurado Torra, que se encuentra confinado en la casa del Canonges, la residencia oficial del president. “El confinamiento, como más drástico, mejor. Tenemos que escoger entre vida y economía. Necesitamos frenar ahora los contagios. Tomaremos todas las medias que estén a nuestro alcance para limitar el contacto”, ha dicho Torra. Aunque hay grupos de expertos que defienden el cierre total, otros epidemiólogos consideran que el beneficio añadido no sería relevante y, en cambio, el impacto económico sería extremo.

En cualquier caso, el documento de Salud describe dos escenarios posibles. El primero —y peor— asume que Cataluña seguirá el mismo ritmo de contagio y transmisión que Italia y prevé alcanzar el pico el 28 de abril con 121.000 casos y, si la mortalidad no supera el 3,4%, 13.000 fallecidos. En el segundo escenario, Salud tiene en cuenta que haber tomado las medidas de confinamiento 10 días antes que en el mismo escenario de Italia tiene un “efecto positivo” sobre la curva, y proyectan que el pico llegaría el 16 de abril, con 70.891 casos y 7.600 fallecidos. Con todo, advierte el documento, el impacto real de la epidemia solo se podrá calcular a posteriori: “Los resultados del modelo predictivo están fuertemente condicionados por la evolución de los próximos días y los resultados pueden modificarse mucho según la evolución de los parámetros”, señala el estudio. En este momento, en Cataluña hay 11.952 casos positivos y 672 fallecidos.

“Son una predicción, una simulación. Pueden tener un margen de error matemático. Estas proyecciones se hacen de manera diaria y con metodologías nuestras y de otros centros de investigación”, matiza César Velasco, director de la Agencia de Calidad y Evaluaciones Sanitarias de Cataluña (AQuAS). En este caso, los modelos predictivos parten de los datos de Italia y de cómo está funcionando el confinamiento. “Tenemos que hacer interpretaciones conservadorsaas porque no queremos quedarnos cortos. Pero tenemos muchos escenarios previstos. La evidencia actual tiene muchas limitaciones: si mañana viene Italia y nos dice que han visto que la letalidad es más baja, nosotros también cambiaremos nuestro modelo”, valora Velasco. El epidemiólogo prefiere no valorar la medida de confinamiento total que reclama Torra. “La salud va más allá de las medidas sanitarias. Hay que hacer un equilibrio muy complejo entre medidas sanitarias, sociales y económicas. Ahora tenemos que dar tiempo para espaciar los casos y, ya que sabemos que tenemos unos días más de aislamiento domiciliario, lo que sí pediría es que, quien pueda —y no tenga que ir a trabajar—, que lo haga bien. Cuanto mejor lo hagamos, más reduciremos la capacidad de transmisión”, señala.

El ‘president’ ha dicho que sus decisiones siempre se han amparado en argumentos científicos y ha retado a los grupos políticos a que le muestren otros informes que recomienden medidas distintas. “No hagamos demagogia con este tema”, ha pedido. Y ha recordado las múltiples ocasiones en las que ha instado al Gobierno de Pedro Sánchez para endurecer las condiciones del confinamiento. Las medidas de restricción en España son de las más estrictas que han tomado los países del entorno. De hecho, en Italia, donde el impacto de la pandemia ha pegado con más fuerza, han endurecido algunas medidas, como el cierre de parques, hace pocos días y después de que lo dijese España.

“El día 16 [de marzo] presentamos el decreto de confinamiento. Con una memoria justificativa avalada por los científicos y que no se pudo poner en marcha por la falta de aprobación del Gobierno. Ahora lo piden tres presidentes autonómicos, que piden como nosotros cerrar el puerto y el aeropuerto y reducir al máximo las actividades económicas", ha apostillado. Aunque no existe el confinamiento completo porque hay que dejar activos sectores imprescindibles para atender la emergencia, la presión al Gobierno a favor de un cierre total se acentúa. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, defendió el lunes, no obstante, mantener las industrias activas y apeló a que los actores sociales también apuestan por proteger a los trabajadores, pero salvaguardando el empleo. “Para ellos es clave evitar el cierre de empresas que después suponga un lastre para recuperar la actividad cuando se resuelva la emergencia”, dijo la vicepresidenta. El responsable del Centro de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, también matizó en sus comparecencias que España no es Wuhan, un territorio que cuando hizo su cierre tenía el apoyo del resto de China para atender sus necesidades.

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