ERC pide a Torra que aclare si apoya o no la mesa de diálogo con el Gobierno

Esquerra Republicana ha usado, este miércoles, la sesión de control en el Parlament para confrontar al presidente de la Generalitat, Quim Torra, respecto a su posición sobre la mesa de diálogo entre Gobiernos, que comenzó su andadura la semana pasada. El líder republicano en la Cámara, Sergi Sabrià, ha interpelado directamente a Torra respecto a las palabras contra el foro de diálogo que se escucharon en el mitin de Perpiñán del pasado sábado. Un president muy sorprendido ha asegurado que se cree la mesa –“la prueba es que estoy ahí”, ha dicho- pero ha asegurado que reunirse “no puede ser el objetivo”.

Se trata de una de las pocas ocasiones de esta legislatura en la que los republicanos han usado el espacio de la sesión de control al presidente de la Generalitat para poner de relevo una diferencia en el seno de los socios del Govern. “No entendemos como en un mismo espacio político se carga con dureza y amargura contra la mesa mientras que usted dijo el pasado jueves que no se levantaría de la mesa”, ha criticado Sabrià. El líder de los republicanos cree que la coexistencia de esas dos posiciones “debilita” la posición negociadora del Ejecutivo catalán ante el del Gobierno.

Sabrià también ha dicho que su partido no renuncia a “ninguna vía”, ha recordado que la mesa se ha puesto en marcha gracias a ERC -la pactó con el PSOE a cambio de abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez- y que en su día pidieron que fuera el propio Torra quien la liderara. Anteriormente, en su turno de pregunta, la presidenta del grupo Catalunya en Comú-Podem, Jessica Albiach, también había pedido un desmarque del ‘president’ sobre las palabras de la exconsejera de Educación Clara Ponsatí, que calificó en Perpiñán la mesa de “engañifa”.

“A mi no me sobra nadie”, ha respondido Torra, que ha evitado cargar contra Ponsatí. “Nunca hemos negado que un conflicto político se tenga que resolver políticamente pero no podemos ir con el lirio en la mano”, ha criticado el ‘president’, para después afearle a Esquerra que muchas veces también ha hecho llamamientos “al escepticismo obre la mesa”. “Reunirse no es nuestro objetivo de la mesa, es negociar una fecha para el referéndum”, ha dicho.

La sesión de control también ha enfrentado a Junts per Catalunya con Ciudadanos. Albert Batet, el presidente del grupo de Junts per Catalunya, ha criticado los dos escándalos que relacionan sendos miembros de la Junta Electoral Central y que al mismo tiempo trabajaban con el PP y Ciudadanos. El jefe de la oposición, Carlos Carrizosa, ha exhibido un recorte de prensa en el que muestra como Marc Marsal, miembro de la Comisión Jurídica de la Generalitat (donde recibe dietas) y uno de los elegidos para la fracasada sindicatura electoral para el referéndum ilegal del 1-O, fue elegido miembro de la Junta Electoral Provincial y donde, según Carrizosa, se ha apoyado las tesis secesionistas.

El diputado naranja ha asegurado que el independentismo les critica lo mismo que ellos hacen. Torra ha aprovechado para pedir al presidente de la Cámara, Roger Torrent, que ante el escándalo en la JEC se le devuelva su condición de diputado en el Parlament. Torrent decidió retirársela para obedecer el mandato del Tribunal Supremo, que daba razón a la JEC para que se inhabilitara a Torra sin esperar una sentencia firme por su juicio sobre desobediencia por los lazos amarillos.