Esquerra se aferra a la mesa de diálogo para contrarrestar a Puigdemont

Después del baño de masas que se dio el sábado en Perpiñán Carles Puigdemont, Esquerra Republicana quiso este lunes marcar distancias y se aferró a la mesa de diálogo entre gobiernos que arrancó el día 26 en La Moncloa. Si el expresidente de la Generalitat llamó a preparar “la batalla definitiva” para lograr la independencia, el partido de Oriol Junqueras volvió a resaltar la trascendencia que implica sentarse a la mesa a negociar con el Gobierno español

“Nos decían hace unos meses que sentarse a hablar era imposible y ahora nos dicen que la negociación no servirá para nada. Desde Esquerra, lo queremos todo y a la vez: diálogo y movilización en la calle”. La frase de Marta Vilalta, portavoz de Esquerra, resume la determinación de ese partido en contrarrestar el tirón político de Carles Puigdemont, que el sábado congregó a más de 100.000 personas en Perpiñán en un acto convocado por el Consejo para la República impulsado por él.

Los republicanos son conscientes del simbolismo que tiene Puigdemont en una parte importante del independentismo y sus llamadas a la movilización. Por eso han apoyado todas las manifestaciones en defensa de los políticos presos o contra la sentencia del procés, pero creen que hay que aparcar la agitación y que ha llegado el tiempo de la política, ahora que el Gobierno de Pedro Sánchez reconoce que en Cataluña existe un “conflicto político” que se ha de abordar en esa mesa de diálogo. De ahí que la portavoz de Esquerra empezase resaltase al inicio de la rueda de prensa dos “hechos destacables” que se habían producido la semana pasada; la importancia de que Gobierno y Generalitat se sienten frente a frente en esa mesa de diálogo y el compromiso de negociar para solucionar el “conflicto político”.

Y fue al cabo de más de media hora de rueda de prensa cuando Marta Vilalta dijo que “había que poner en valor el acto de Perpiñán”. Esquerra envió una representación testimonial a ese mitin político, en el que se pasaron unos vídeos con intervenciones de Marta Rovira, la secretaria general de ERC huida en Suiza, y Oriol Junqueras, desde la cárcel.

El líder del partido republicano fue abucheado por buena parte de los asistentes al acto, en el que la exconsejera de Enseñanza y eurodiputada de Junts per Catalunya huida en Escocia, Clara Ponsatí, aseguró que la mesa de diálogo era un “camelo”. La portavoz de Esquerra no quiso arremeter contra Junts per Catalunya por nada de eso. “Hay preguntas que deben de responder ellos”, dijo Vilalta, quien rechazó también el vaticinio que había realizado Puigdemont horas antes en una entrevista en Catalunya Ràdio, cuando reclamó preparar un “escenario B” en caso de que fracase la negociación con el Gobierno.

“No nos pongamos la vena antes que la herida”, aseguró Vilalta para descalificar el llamamiento de Puigdemont y las críticas de Junts per Catalunya hacia la mesa de diálogo, pese a que la parte catalana está representada por Quim Torra, y personas de Junts per Catalunya designadas por Puigdemont. “No es buena idea, es un error, contraponer el diálogo a la movilización ciudadana”, insistió Vilalta.

Frente al pragmatismo de Esquerra Republicana en implicarse en la legislatura española a cambio de hacer avanzar la mesa de diálogo, Junts per Cataluña optó por el no a la investidura de Pedro Sánchez y siguen votando en contra de medidas que permitan hacer avanzar la legislatura, como ocurrió la semana pasada con la aprobación del techo de gasto de los Presupuestos que apoyaron los republicanos.

Esa estrategia de enfrentamiento es la que pretende seguir explotando Puigdemont y de así el mensaje que repite a menudo en sus intervenciones. “Como estamos convencidos de que, por desgracia, la manera de llegar a la independencia deberá ser superando una pared que el Estado tiene preparada para nosotros, y no a partir de una mesa de negociación en la que podamos acordar los términos de un referéndum, tenemos que llegar a la pared más preparados que en otoño de 2017”, dijo ayer el expresident.