Moreno: “Me siento orgulloso de que a Andalucía no haya llegado el nivel de tensión que se vive en Madrid”

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP), presume de lo que él y su equipo denominan como la “vía andaluza”, una fórmula basada, sostiene, en un talante moderado y en la búsqueda del diálogo con los representantes sociales y la oposición, con la que busca diferenciarse de la polarización que impregna el panorama político español. Pero hay otro elemento que define la forma de gobernar del dirigente popular: el “encapsulamiento”, un término que acuñó durante su primera legislatura para blindar su Gobierno de la deriva a escala nacional de su propio partido, el PP, y del declive de su socio entonces, Ciudadanos. Un encapsulamiento que él sigue practicando y que esgrime cada vez que se le pregunta por una posible sucesión de Alberto Núñez Feijóo, confrontándolo con la otra hipotética candidata a esa sustitución y que representa aparentemente lo opuesto a esa “vía andaluza”: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

A esa distinción ha vuelto a apelar Moreno este miércoles durante una entrevista en SER Andalucía. “De lo que más orgulloso me siento es de que en Andalucía no ha llegado con las virulencias, las formas que se ven en otros espacios, especialmente en Madrid, esa confrontación, esos bloques, ese nivel de tensión que se vive allí”, ha señalado el presidente andaluz.

Moreno ha insistido en que no está “cómodo” con esas quinielas que lo sitúan como alternativa al líder de su partido para conseguir gobernar en España. “Vitalmente no estoy ahí, ya he tenido un desarrollo político en Madrid y se acabó. Tengo un compromiso político en Andalucía, que es el que me ilusiona”, ha asegurado. Y ese compromiso se reeditará en 2026, porque el presidente de la Junta sostiene que no tiene intención de adelantar las elecciones autonómicas, “salvo que hubiera un fenómeno extranatural o una causa mayor, que pasara algo muy grave”. “No hay ninguna posibilidad porque tenemos una mayoría suficiente que nos permite gobernar, aprobar los presupuestos en tiempo y forma”, ha insistido.

En esas elecciones es muy probable que el candidato del principal partido de la oposición, el PSOE, no sea su actual secretario general, Juan Espadas, muy cuestionado internamente. Moreno no ha querido entrar a valorar los nombres que suenan para sustituir a Espadas y ha preferido hablar de confrontar proyecto. Ya en el debate sobre el estado de la comunidad de hace un par de semanas incidió en esa idea al confrontar con Espadas: “¿Por qué cree que no le han votado en las últimas cuatro elecciones? No es por usted. Tiene entereza, determinación y capacidad política para llevar esto. El problema es que en su partido no están conectados con la sociedad, siguen con los mismos discursos antiguos que yo escuchaba cuando llevaba pantalones cortos”.

“La chequera” de Montero

Una de esas posibles candidatas del PSOE que aparecen constantemente en las quinielas es la vicepresidenta primera del Gobierno, la sevillana María Jesús Montero. A ella sí se ha referido el presidente andaluz, presentándola como principal responsable de la moción de censura con la que el PSOE y Jaén Merece Más desalojaron al PP el 2 de diciembre de la alcaldía de Jaén. “Es consecuencia de una acción concreta de la vicepresidenta Montero. No me parece razonable que el alcalde popular haya pedido una reunión con la ministra y que nunca se la haya concedido y ahora, de la noche a la mañana, vaya a financiar un plan para el Ayuntamiento de Jaén que está en una situación de quiebra”, ha afirmado Moreno. Ha reclamado que ese mismo ofrecimiento se le haga a otros consistorios andaluces y ha advertido de que esa operación también la están impulsando los socialistas en ayuntamientos gaditanos donde el PP gobierna con “partidos pequeños”. “Ha llegado la señora Montero con la chequera en la mano y eso hace cambiar voluntades […] Esto no es bueno desde el punto de vista de la credibilidad institucional”, ha sostenido el barón popular.

Moreno también ha opinado sobre el único problema que, hasta ahora, lo ha acorralado políticamente: la reciente imputación de los tres gerentes que ha tenido el Servicio Andaluz de Salud desde que él es presidente de la Junta; una de ellos, la última, aún en el cargo. El presidente ha evitado poner la mano en el fuego por ellos, pero sí ha asegurado —tras atribuir la causa a una querella “política” del PSOE— que el caso no “va más allá de un reproche administrativo”. Moreno se apoya en las consultas que ha hecho a “conocidos que son magistrados”, que le han trasladado, dice, que “no ven nada que vaya hacia un reproche penal”.

Sobre la situación de la economía, el dirigente popular ha asegurado que su objetivo es “acercarse a un 9% o un 8% de desempleo” cuando finalice esta legislatura (ahora está en el 16%). “No depende solo de lo que hagamos en Andalucía, sino de lo que pase en España, del contexto internacional”, ha puntualizado.

Moreno ha defendido las políticas que en materia de vivienda está realizando su Gobierno que, en línea con el resto de comunidades gobernadas por el PP, no ha aplicado los topes al precio del alquiler en zonas con precios disparados. “Tenemos que facilitar las cosas a los arrendadores para que tengan un mínimo de seguridad y vamos a hacer más vivienda con una bolsa de suelo público para abaratar ese suelo y hacer promociones de vivienda”, ha indicado. Sobre la tasa turística que han reclamado los alcaldes de Málaga, Sevilla, Córdoba y Granada, todos del PP, el presidente de la Junta se ha mostrado receloso, como su consejero de Turismo. El dirigente popular ha insistido en que si los alcaldes y el sector se ponen de acuerdo, “la Junta no será un problema”, pero a la vez ha advertido de que esa tasa la pagaría también cualquier andaluz que fuera a visitar un municipio de la comunidad y que “no es la panacea”, porque a las localidades que no tienen turismo no les va a reportar ningún tipo de recurso adicional.