100.000 olivos en peligro: cómo las megaplantas fotovoltaicas pueden sustituir al Paisaje del Olivar Andaluz
Agricultores de las campiñas de Jaén y Córdoba se movilizan contra la expropiación de miles de olivos para construir plantas fotovoltaicas
Hace ahora una década desde que empezó a gestarse la declaración del Paisaje del Olivar Andaluz como Patrimonio Mundial de la Unesco. Cuando parecía que ya se contaba con la bendición de todas las instituciones el expediente se paralizó esta primavera porque la Diputación de Jaén y la Junta de Andalucía cerraron filas con un grupo minoritario de agricultores jiennenses que rechazaban la declaración patrimonial por entender que perjudicaba a sus explotaciones agrarias. Ahora, 10 años después, mientras el expediente del Paisaje del Olivar Andaluz languidece, otros muchos agricultores de las campiñas de Jaén y Córdoba se han echado a la calle para mostrar su oposición a la quincena de proyectos de plantas fotovoltaicas que ya cuentan con la autorización administrativa de la Junta de Andalucía. “Reivindicamos la regulación de estos proyectos para que se realicen de forma ordenada y sin perjuicio”, defienden desde la Plataforma Stop Mega-plantas Alto Guadalquivir, en el municipio cordobés de Bujalance.
“¿Por qué no podemos decidir sobre nuestras propiedades? Mis olivos llevan plantados varias generaciones y son la base de la economía de nuestra familia”, sostiene Jerónimo Ruiz Palomo, de 80 años, de Lopera (Jaén), al que la Junta de Andalucía ha notificado ya la expropiación forzosa de un centenar de olivos que tiene en el término municipal de Arjona. El pasado 16 de julio la Delegación territorial de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, y de Industria, Energía y Minas en Jaén notificó a decenas de agricultores los proyectos que la firma Greenalia Solar promueve en los municipios de Marmolejo, Lopera y Arjona. Los proyectos Zumajo I y II (todos ellos con potencia inferior 50 megavatios) ya han sido declarados de utilidad pública por el Gobierno autónomo, que también ha desechado las alegaciones presentadas por otras empresas y particulares.
Los primeros afectados han sido citados para el 7 de noviembre para iniciar los trámites de la expropiación. Según las estimaciones de la plataforma de la Campiña Norte contra las megaplantas solares, solo en el triángulo que forman los municipios jiennenses de Lopera, Arjona y Marmolejo se van a perder en torno a 100.000 olivos. “Son los mejores y más productivos olivos de la comarca gracias a los suelos de campiña que absorben y retienen más el agua”, indica el octogenario agricultor jiennense.
“No vamos a parar hasta que abandonen la intención de expropiar nuestras tierras”, subraya Rafael Alcalá, portavoz de la plataforma jiennense contra las megaplantas. “En defensa del olivar y de nuestro medio de vida. No queremos plantas solares. Geeenalia fuera de nuestro término, ya”, podía leerse en la pancarta que encabezaba la concentración vecinal celebrada en Arjonilla el pasado viernes. El día anterior, una tractorada marchó por las calles de Lopera con las mismas reivindicaciones.
Los agricultores llevan meses mostrando su rechazo a estos proyectos impulsados en su mayor parte por la empresa gallega Greenalia Solar (que ha instalado plantas similares en Almería, Alicante y también en Texas, en Estados Unidos) por entender que no solo no generarán empleo, sino que “contribuirá activamente a la destrucción de puestos de trabajo locales, acabando con el sustento de muchas familias”, apunta Alcalá. A su juicio, los beneficios de estas firmas energéticas no revertirán en la comarca, sino que es una electricidad que se va a vender a otros países de Europa. “Hemos pasado de ser una nación energética dependiente a ser un exportador de energía, al final vamos a pasar de ser la huerta europea a ser la pila de Europa”, indica el portavoz de la plataforma vecinal.
Los agricultores afectados piden el amparo institucional (hasta ahora solo ayuntamientos de pequeños municipios están apoyando sus protestas) para parar estos proyectos. No obstante, se temen lo peor: “Las empresas están recurriendo a la fragmentación de proyectos, rebajando la potencia de megawatios, para eludir controles de las administraciones, lo que puede ser un claro fraude de ley”, asegura Rafael Alcalá. Y es que todas las plantas en tramitación en Andalucía están por debajo de los 50 megavatios o de las 100 hectáreas de superficie ocupada. Por encima de esos indicadores, la competencia para la autorización administrativa deja de ser de las comunidades y pasa al Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y el procedimiento, sostienen los agricultores, es “más farragoso”.
La Junta de Andalucía calla de momento sobre los proyectos de plantas solares en Jaén y Córdoba, aunque sí que ha denegado la autorización ambiental solicitada para la instalación de una planta solar y una línea de evacuación que afectaba a los municipios malagueños de Ronda y Arriate y al gaditano de Setenil. Estos proyectos, ubicados en la serranía de Ronda, se deniegan por considerar necesaria la construcción de una línea de alta tensión para la evacuación de la electricidad y su consiguiente subestación.
Otra serie de plantas solares fotovoltaicas proyectadas en 2021 y 2022 en la Mancomunidad Alto Guadalquivir de Córdoba tampoco contaron con las autorizaciones administrativas, pero en este caso por la presión social ejercida desde la plataforma Stop Megaplantas Solares.
Patrimonio de la Unesco
Muchos de los agricultores que se han levantado contra las plantas fotovoltaicas tienen sus olivos en la denominada zona 14 de la Campiña de Jaén, la misma que ha motivado la paralización del expediente para la declaración del Paisaje del Olivar Andaluz como Patrimonio Mundial de la Unesco. A finales del pasado mes de abril, la Diputación de Jaén, donde se empezó hace una década a impulsar esta aspiración que engloba a fincas oleícolas de cinco provincias andaluzas, decidió aparcar el expediente bajo el argumento de las protestas de un grupo minoritario de agricultores que defendían el derecho de propiedad de sus olivos.
La Diputación de Jaén trasladó el expediente a la Junta de Andalucía, que es la competente para elevarlo al Ministerio de Cultura antes de que llegue a la Unesco. Pero el Gobierno andaluz ha seguido los pasos de la Diputación de Jaén y tiene congelado el expediente. “La Junta de Andalucía no puede colocarse de perfil en un proyecto de tanto calado patrimonial, social, cultural, agronómico y no puede dejar pasar la oportunidad de conseguir un reconocimiento que vendría a llenar de orgullo a tantas familias que han progresado gracias a los esfuerzos dedicados al olivar”, se indica en la carta enviada a la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, por parte del presidente de la Fundación Savia, Francisco Casero.
El tiempo apremia para poder salvar el expediente, puesto que el Consejo de Patrimonio Histórico de España (donde se examinan las candidaturas ante la Unesco) se celebra los días 7 y 8 de noviembre. Por ello, la Fundación Savia considera que debe ser el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, quien “impulse decididamente, de nuevo, el proyecto, tras una revisión formal del mismo, excluyendo el componente C14 Campiñas de Jaén, y cooperar así a que el Ministerio pueda continuar con su tramitación”.
Entienden que a nivel técnico se pueden solventar los ajustes de reformulación conceptual y de tramitación ante la Unesco, “pero resulta imprescindible que la Junta de Andalucía comunique al Ministerio su voluntad de continuar con la candidatura reformulada, o al menos no oponiéndose a su tramitación”. “En octubre se habrá agotado el plazo de tramitación técnica ante Unesco, y nos consta que otros proyectos están esperando tener su oportunidad. El silencio juega en contra del expediente de Paisajes del Olivar y en contra de toda Andalucía”, se concluye en el escrito elevado por la Fundación Savia a la Junta de Andalucía.
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