El Parlamento andaluz se embarra por el 8M y la corrupción
Los populares replican a la campaña del PSOE por el Día de la Mujer con la “ruta de prostíbulos instaurada por altos cargos socialistas”
Al PP le ha sentado muy mal la campaña del PSOE sobre el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en la que los socialistas le dan la vuelta al lema feminista que unió a miles de personas en contra de la sentencia del caso de la Manada —”Hermana, yo sí te creo”― para personalizarlo con un “Moreno Bonilla, yo no te creo”. Los socialistas están encantados con ese mensaje. Por primera vez en sus cinco años de dura oposición han conseguido que se hable de ellos y se autofelicitan por haber colado un mensaje que, según el PSOE, ha llegado a más de medio millón de personas.
Pero todo tiene su reverso. El PP ha salido este jueves en tromba, en el pleno del Parlamento andaluz, para atizar a los socialistas por una campaña que consideran “vil”. El propio presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, ha reprendido al secretario general del PSOE, Juan Espadas, por una campaña que, en su opinión, refleja “la desesperación de un partido que está roto”. “Ese no es su estilo”, le ha dicho al socialista en la sesión de control.
Este trámite parlamentario se supone que sirve para que el Gobierno dé cuenta de su gestión y dé la información que le requieren los grupos. Pero, en realidad, es una sucesión de relatos, discursos y argumentos hechos con la misma plantilla. Todos los diputados socialistas han introducido en sus intervenciones la coletilla del “Moreno Bonilla, yo no te creo”, igual que los diputados de la bancada del PP han iniciado las suyas con “una reflexión” previa en el que han metido en la coctelera la ley de Amnistía, el caso Koldo, “el chantaje y la extorsión” de los independentistas, la peste de la corrupción para acabar luego con un elogio al “Gobierno de Juanma Moreno”.
La voz que ha sonado más dura ha sido la del portavoz del PP, Toni Martín. Después de pedir de nuevo la retirada de la “lamentable” campaña —se acaba este viernes―, ha dado un repaso “a la hoja de servicios” de los socialistas que ha resumido con la “instauración por parte de algunos dirigentes en Andalucía de una ruta de prostíbulos pagada con dinero público”. El día anterior, la consejera de Igualdad, Loles López, también apuntó en esa dirección ―”prohibiría la prostitución, aunque sé que esta parte no les gustaría a algunos altos cargos públicos de ese partido que se llama progresista y feminista”, dijo―. Martín también ha hecho un paralelismo del caso Koldo con el caso de los ERE: “También decían que era un caso de cuatro golfos. Siete altos cargos están en prisión. Ya saben cómo acabaron Chaves y Griñán, veremos cómo acaba Pedro Sánchez”.
El portavoz del PP ha traído al pleno caso de la Faffe, una entidad pública andaluza cuyo exdirector, Fernando Villén, fue condenado en septiembre pasado a seis años de cárcel por haber pagado 32.556 euros en prostíbulos de Sevilla, Cádiz y Córdoba con sus tarjetas oficiales durante 10 noches entre 2004 y 2010. La comisión de investigación de la Faffe aún está activa en el Parlamento andaluz, pero en el PP hay dudas de si darle más ritmo o mantenerla al ralentí.
Moreno se ha querido mantener fuera del barro en su debate con Espadas. El socialista ha asegurado que el presidente andaluz “tiene un problema de credibilidad” —”Yo no le creo”, ha repetido― al manejar determinados datos, le ha acusado de propiciar un “retroceso” en políticas de igualdad y le ha reprochado su ausencia el día anterior durante la votación de un decreto que corregía el macro decreto ley de simplificación administrativa sobre la reversión de terrenos forestales a agrícolas en el entorno de Doñana. Al presidente andaluz le ha sorprendido esta última crítica, porque Espadas pasa casi tres días a la semana en Madrid por su cargo como portavoz del grupo socialista en el Senado. “Debería ser prudente. Por la carrera política que ha iniciado en Madrid no puede estar en muchos de los plenos y no se puede hacer oposición a tiempo parcial”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.