Las ayudas a la conduccción, “una revolución” para reducir o evitar los accidentes
Los denominados ADAS pueden evitar el 40% de los siniestros viales y el 29% de las víctimas mortales


Los sistemas de ayuda a la conducción van a ser “una revolución comparable al cinturón de seguridad”. Así de contundente se ha mostrado esta mañana el consejero delegado de Volvo Car España y vicepresidente de la Fundación para la Seguridad Vial Fesvial, durante el primer encuentro Movi-Tec, celebrado hoy en Madrid. Los denominados ADAS —por sus siglas en inglés Advanced Driver Assistance Systems— pueden evitar hasta el 40% de los accidentes viales y el 29% de las víctimas mortales, según las conclusiones de este foro.
Los sistemas ADAS incluyen aspectos tan variados como el aviso de salirse del carril de circulación, el control de velocidad, la señal de tener un vehículo en el ángulo muerto y la frenada de emergencia en caso de detectar un obstáculo o un peatón, entre otros muchos. Entre sus funciones destacan el anticiparse a las situaciones de riesgo, corregir los posibles errores humanos y reducir las consecuencias de un accidente cuando este se produce.
Su implantación es obligatoria en los nuevos vehículos matriculados desde julio de 2024, aunque muchos automóviles ya los han ido incorporando desde hace años. Según estudios de la Unión Europea, en la próxima década y mediante su implantación generalizada se podrían evitar unas 25.000 víctimas mortales y más de 140.000 heridos graves solo en las carreteras europeas.
Este primer encuentro, organizado por Fesvial en colaboración con la Dirección General de Tráfico (DGT), ha contado con la presencia de representantes de la Administración, la industria automotriz, la movilidad, centros de investigación y de formación. El objetivo ha sido dar a conocer estos sistemas y que los usuarios los utilicen de forma habitual. “Necesitábamos un espacio como MOVI-TEC para sentar en la misma mesa a todos los actores implicados. Este es el primer paso de un camino que continuará en los próximos años”, ha explicado Ignacio Lijarcio, de Fesvial. El director de la DGT, Pere Navarro, ha añadido que la tecnología es “una aliada, pero solo funcionará si la sociedad confía en ella y la entiende”.
Un 37% menos de heridos
Un estudio conjunto entre la empresa Bosch y Fesvial desarrollado entre 2020 y 2025 ha destacado que estos sistemas podrían prevenir o mitigar el 40% de los accidentes, el 37% de las lesiones graves y el 29% de las muertes viales. Actúan sobre factores de riesgo como las distracciones, fatiga y somnolencia, responsables de la mayoría de los siniestros. Eso sí, existe un gran desconocimiento de su implantación, ya que el 40% de los conductores no sabe con sistemas cuenta su automóvil. A ello se une que solo un tercio de los compradores los ve como un sistema relevante para la adquisición de un vehículo —la mayoría se deja guiar por el precio o las prestaciones—. Eso también se ve influido porque, según este estudio, un tercio de los vendedores no los utiliza en su argumentario de ventas. Entre las barreras para su generalización destaca el alto coste de reparación, la falta de piezas, la escasa formación y la reticencia de algunos conductores a utilizarlos. En general, los jóvenes confían más en sus capacidades que en la tecnología y los mayores valoran su utilidad, pero temen su complejidad.

Pere Navarro ha facilitado datos importantes en la reducción de la siniestralidad vial, si se utilizan los ADAS: “Se podrían evitar el 35% de los siniestros relacionados con la somnolencia o distracciones; el sistema de mantenimiento de carril evitaría el 25% de las salidas de la vía o la señal de frenado de emergencia podría evitar el 55% de las colisiones por alcance, el 25% de los atropellos mortales y el 27% de las colisiones con bicicletas”.
El director general ha anunciado que que la DGT prepara campañas informativas para fomentar el conocimiento y la correcta utilización de estos sistemas. Su departamento también trabaja para que los ADAS se conviertan en un criterio prioritario en la regulación del acceso a zonas urbanas, de forma que se sigan las recomendaciones de la Comisión Europea y priorizando la protección de los usuarios más vulnerables.
El director del Instituto Universitario de Investigación de Automóvil (INSIA), Francisco Javier Páez, destacó que el conjunto de nuevas tecnologías deberán ser evaluadas “en escenarios reales”, lo que requerirá investigación y desarrollo por parte de centros de estudio y de los fabricantes. Solo de esta manera los ADAS podrán adaptarse a “un entorno de movilidad cambiante y con nuevos requerimientos en el ámbito de la seguridad vial”.
“Herramienta esencial de seguridad vial”
En la jornada ha habido dos mesas redondas. En la primera, Ricardo Olalla, de Bosch España, ha destacado que los ADAS son “una herramienta esencial para la seguridad vial” y abogó porque existan protocoles comunes y un lenguaje compartido entre los fabricantes. El consejero delegado de Volvo, José María Galofré, ha recordado que su marca “regaló” al mundo el cinturón de seguridad de tres anclajes en 1959, lo que ha permitido salvar más de un millón de vidas desde su implantación. “Hoy hacemos lo mismo con los ADAS: todos nuestros vehículos los incorporan de serie. La seguridad no se vende; se comparte”, ha concluido. Francisco Aparicio, del Instituto de Investigación del Automóvil (Insia), ha apostado por una normativa internacional coherente que permita ensayar, homologar y certificar los ADAS. El director de Seguridad de la empresa ALSA, Eduardo Mayoral, ha destacado que el 90% de los accidentes se debe al factor humano y que su empresa se utiliza la inteligencia artificial para analizar el comportamiento de los conductores en tiempo real: “Prevenir antes de corregir: esa es la clave.”
En la segunda mesa, el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), Enrique Lorca, ha pedido que se integren los ADAS en la enseñanza reglada, ya que muchos conductores no saben por qué sus coches frenan solos o corrigen la trayectoria: “No se puede conducir en 2025 con el conocimiento de 1995”. Silvia Ubago, del RACE, ha hecho hincapié en “la brecha de confianza” en los ADAS: “Nuestro reto es formar conductores digitalmente maduros, que sepan convivir con la asistencia sin delegar su criterio”. Por su parte, Paula Gómez, de la empresa Arval España, ha apostado por su sector —el renting— como un agente de modernización de la automoción: “Cada renovación de flota introduce miles de vehículos más seguros. El 74% de los gestores de flotas ya prioriza la seguridad sobre el coste o el consumo. La seguridad avanzada se ha convertido en la nueva eficiencia”.
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