Feijóo hace equilibrios entre el choque de visiones en el PP sobre Gaza
Génova rehúye el debate sobre el genocidio pese a que las encuestas le confirman el rechazo mayoritario a la acción de Israel


En los últimos días, en el PP se han escuchado discursos sobre Gaza que podría parecer que proceden de partidos distintos. Se ha escuchado, por ejemplo, a la presidenta de Extremadura, María Guardiola, proclamar en la entrega de medallas del día de su comunidad: “Por responsabilidad, alzo la voz ante la barbarie y el horror que se está viviendo en Gaza. No podemos permanecer indiferentes ante tanto sufrimiento”.
En cambio, se ha oído a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusar a la izquierda de ir ”contra la única democracia liberal de Oriente Próximo”, en referencia a Israel, sin cuestionar en ningún momento su actuación, y pedir el cese “del boicot antisemita” en la vuelta a España. Y al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, defender que en Palestina “no hay un genocidio”.
La cruenta ofensiva del Gobierno israelí en Gaza ha hecho aflorar un choque de visiones en el PP, sobre el que Alberto Núñez Feijóo trata de hacer equilibrios. El líder del PP busca una posición conciliadora de las distintas almas que además encaje con el rechazo popular que Génova sabe que la masacre palestina provoca en la población española, el motivo por el que algunos sectores del PP creen que Feijóo ha condenado la actuación de Israel. En paralelo, la dirección popular rehúye con incomodidad el debate sobre el genocidio mientras niega las discrepancias internas.
No se trata solo de matices. Lo que Guardiola condena “de manera enérgica como terrorismo y violencia contra la población gazatí“, para el PP de la Comunidad de Madrid es, en cambio, “la lucha contra el terrorismo del Estado Democrático de Israel”, en palabras este lunes del portavoz de la Asamblea, Carlos Díaz-Pache.
En medio de visiones contrapuestas, Feijóo ha buscado una posición más equidistante que condena tanto la actuación del Gobierno de Israel como la de Hamás. El líder del PP sí ha censurado que “lo que está haciendo Israel en Gaza es inadmisible”.
“Confundir a los civiles en Gaza con Hamás es inadmisible. Bloquear ayuda humanitaria, imperdonable. Israel tiene que cumplir el derecho internacional”, reflexionó el lunes en una entrevista en Telecinco después de que Pedro Sánchez compareciera en La Moncloa para anunciar nuevas medidas, incluido un embargo de armas por decreto ley. Aunque compartió con Sánchez la condena a la actuación de Israel en Gaza, Feijóo le reprochó que no hubiera enfatizado, a la vez, en que “Hamás es terrorista” y que “no haya pedido que libere a los rehenes”.
Lo que no hizo el líder del PP, a diferencia del presidente del Gobierno, es calificar de “genocidio” la masacre de civiles en Gaza. Incluso a pesar de las discrepancias internas, el PP en su conjunto rehúye este debate que le es incómodo y con el que le presiona la izquierda, que sí tiene una posición clara y uniforme a favor de considerar así la matanza palestina.
Génova busca el equilibrio ―a diferencia del PP de Madrid, que no condena la actuación israelí contra la población civil palestina― consciente de que la opinión pública española rechaza de manera mayoritaria el exterminio en Gaza. La dirección del PP tiene encuestas que lo atestiguan, según fuentes populares, y trata de moverse en ese marco sin apartarse tampoco demasiado de las simpatías de la derecha con Israel.
El PP estrechó lazos con los israelíes en el Gobierno de José María Aznar y el PP madrileño conserva fuertes vínculos con la comunidad judía. Pero como reconocen voces internas, en el fondo la derecha española se siente más próxima a los israelíes, por muy lejos que vaya el Gobierno de Netanyahu, porque se enfrentan a los musulmanes. “Nosotros somos los de la Reconquista”, ejemplifica un dirigente popular.
El PP lidia también con la presión de Vox, que clama contra “la amenaza del islamismo” con posiciones abiertamente islamófobas y está arrastrando al PP poco a poco a su terreno. Después de la polémica este verano en el municipio murciano de Jumilla, donde el PP y Vox aprobaron impedir que se celebren en un polideportivo municipal las dos grandes festividades musulmanas; esta semana el Gobierno de Murcia ha cedido también ante Vox y ha eliminado el programa de lengua árabe en colegios.
Con ese problema de presiones cruzadas, Feijóo tendrá que decidir qué hace con el decreto del embargo de armas de Israel que anunció Sánchez y que aprobará la semana próxima el Consejo de Ministros. De momento, Génova deja en el aire su posición a la espera de conocer el texto del decreto, mientras se afana en minimizar las discrepancias internas. “El señor Feijóo ha sido muy claro, lo que estamos pidiendo a Israel es que no se salga de la normas de los conflictos armados”, razonó este martes la portavoz parlamentaria del PP, Ester Muñoz, que a su vez defendió que “todo lo que está ocurriendo en Gaza es culpa de Hamás” y negó que haya diferencias entre el discurso de Guardiola o el del PP madrileño. “Yo no veo el enfrentamiento entre una cosa y la otra”, sostuvo la diputada.
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