Detenido en Estepona uno de los capos de la droga de Alemania

Durante meses, la Fiscalía de Duisburgo (Alemania) lideró una investigación que culminó en el mes de octubre con la detención de una decena de personas. Fue una operación realizada en España, Bélgica, Países Bajos y territorio alemán que sirvió para desmantelar a una relevante organización dedicada al tráfico de drogas. Cayeron buena parte de sus miembros, pero sus dos líderes escaparon. Todo apuntaba a que uno de ellos, considerado como uno de los capos de la droga más buscados del país teutón, había viajado a España para esconderse de la justicia. Así fue. Y el pasado miércoles, 19 de febrero, la Guardia Civil lo arrestó en la vivienda donde residía a las afueras de Estepona, cerca del río Guadalmansa y el límite con el término municipal de Marbella.

En el operativo de la Fiscalía del pasado otoño, además de los 10 arrestos, se intervinieron 300 kilos de droga —casi la mitad, golosinas con THC que elaboraban ellos mismos— y 430.000 euros en metálico, así como dos plantaciones de cannabis. También numerosas armas de fuego, abundante munición y explosivos. El éxito inicial quedó ensombrecido por la huida de los dos cabecillas de la banda. La justicia alemana impulsó entonces una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) para cada uno. El primero fue localizado en Georgia en diciembre, país en el que fue detenido y, más tarde, extraditado hasta Alemania, donde se encuentra desde entonces entre rejas. Del segundo no había ningún rastro: nadie sabía dónde se encontraba, había conseguido desaparecer.

O eso parecía, porque a principios de este mes de febrero llegaron las primeras pistas, que apuntaban a que el hombre, de 36 años, se había trasladado a la Costa del Sol. Por eso, tanto la Oficina de Investigación Criminal Aduanera de Essen (Alemania) y la Fiscalía de Duisburgo se pusieron en contacto con la Guardia Civil. El objetivo era que pudieran averiguar si era cierto que se escondía en el litoral malagueño y, después, arrestarlo.

El caso quedó en manos de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, que arrancó las primeras averiguaciones. Las conclusiones iniciales determinaron que el fugitivo no se encontraba exactamente donde las autoridades alemanas habían informado, pero sí muy cerca. De hecho, en pocos días el trabajo policial dio sus frutos y permitió conocer su residencia en una urbanización a las afueras de Estepona. No era una excepción, ya que esta localidad ha acogido en los últimos años a distintos fugitivos y algunos de los jefes de las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas en la zona. Es un lugar atractivo por su calidad de vida y su cercanía con Marbella y Campo de Gibraltar, pero también por la existencia de lujosas urbanizaciones donde el anonimato queda asegurado.

Los agentes pudieron comprobar que se había mudado allí en el mes de octubre de 2024, justo cuando la banda de narcos a la que pertenecía fue desarticulada. Ahora hacía una vida discreta en este lugar apartado al este de la ciudad malagueña, muy cercano al río Guadalmansa y rodeado de campo. Allí mantenía un día a día de perfil bajo. Sin grandes lujos, pasaba inadvertido como uno más de los muchos extranjeros que residen durante todo el año o grandes temporadas en la zona. Nada hacía sospechar a sus vecinos que era un narcotraficante hasta que el pasado miércoles 19 de febrero, un grupo de agentes de la Guardia Civil acudió hasta el lugar para su detención. En ese momento llevaba encima documentación falsa y en su domicilio se intervinieron 17.500 euros en metálico y diversas cantidades de drogas como MDMA, cocaína rosa y speed.

Dos días más tarde, el arrestado fue puesto a disposición del Juzgado Central número 6 de Madrid, donde se decretó su ingreso en prisión a la espera de su extradición a Alemania. La Fiscalía de Duisburgo le considera uno de los responsables de la introducción y comercialización de drogas como anfetaminas, cocaína, hachís o marihuana en su país. “Las intensas investigaciones y la excelente colaboración con las autoridades españolas y georgianas no sólo han permitido identificar y detener a los responsables de las actividades ilegales, sino también aclarar en profundidad el modus operandi y toda la cadena de suministro de drogas, así como descubrir a los destinatarios en Alemania”, ha afirmado afirma Heike Sennewald, portavoz de prensa de la Oficina de Investigación Aduanera de Essen, en un comunicado.