La Guardia Civil detiene en Estepona a dos hermanos brasileños acusados de vinculación con el Estado Islámico
Residían en la Costa del Sol desde principios de año y fueron arrestados el pasado viernes porque los investigadores tenían indicios de que querían cometer un atentado pronto
Son brasileños, tienen entre 35 y 40 años y acudían al gimnasio cada día. Llegaron a Estepona a principios de año y, desde entonces, uno de ellos ha trabajado en la construcción y otro en el sector de las piscinas. Para sus vecinos eran solo dos hermanos recién llegados en busca de una nueva vida. Para la Guardia Civil, sin embargo, eran dos individuos inmersos en un proceso de radicalización vinculado al grupo terrorista ISIS. Además de utilizar plataformas de mensajería instantánea encriptadas para mostrar su apoyo activo en favor de la organización yihadista y promocionar el Estado Islámico, mantenían relación con otros sujetos en países donde ha habido ataques recientes. Ante la sospecha de que podían atentar en España ambos fueron arrestados el pasado viernes en la localidad de Estepona (Málaga, 74.493 habitantes) en una operación en colaboración con el FBI estadounidense conocida hoy. Los dos, ya en prisión, tienen las mismas iniciales: T. P. T.
La operación arrancó a principios de año después de que los agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil tuvieran conocimiento de la llegada de los dos individuos a la Costa del Sol. Ya habían estado en España hace años y, además, uno de ellos tenía antecedentes por un delito de homicidio en Portugal. Según fuentes del caso, en enero se asentaron en Estepona, con una rutina que les llevaba cada día al gimnasio y a sus puestos de trabajo. La investigación fue compleja porque mantenían comunicaciones encriptadas con otros individuos y, como vivían juntos, sus comunicaciones las realizaban entre ellos a viva voz sin que mediera ningún elemento tecnológico. “Eso dificulta saber qué pueden estar tramando”, explican fuentes de la investigación, que destacan que el lugar que eligiesen para residir fuese el litoral malagueño, donde ya hay una alta actividad criminal ligada con el narcotráfico y donde se esconden numerosos fugitivos de la justicia.
La información obtenida sobre los individuos permitió comprobar que ambos estaban presuntamente inmersos en un proceso de radicalización y que utilizaban plataformas de mensajería instantánea encriptadas para mostrar su apoyo activo en favor del ISIS. “Ambos consumían y difundían a través de sus perfiles en internet material multimedia de propaganda” del Estado Islámico, según ha explicado la Guardia Civil en un comunicado. Desde sus redes sociales compartían manuales para la confección de explosivos y envenenamientos o ataques de ciberseguridad, además de documentos que justifican acciones suicidas. Mantenían, igualmente, comunicaciones con otros individuos radicalizados en distintos puntos del planeta. En los últimos meses habían contactado con personas residentes en países donde se han registrado ataques terroristas recientes. Y distintos cuerpos policiales internacionales investigaban a sujetos “estrechamente” ligados con ellos.
Los citados y otros indicios han llevado a los agentes a la conclusión de que podrían estar preparando un atentado en territorio español. De ahí que la operación, denominada Male, acelerase. Dada la peligrosidad de los hermanos y su fuerza tras años de curtirse en el gimnasio, en su detención, realizada el pasado viernes, participaron miembros del Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil. Acto seguido se llevó a cabo el registro del domicilio en el que ambos convivían. La información y documentación obtenida será analizada en las próximas semanas. Tras su detención, ambos individuos han sido trasladados a Madrid, donde han sido puestos a disposición del Juzgado Central de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional. El juez titular ha decidido el ingreso de los dos arrestados en prisión provisional acusados de la presunta comisión de delitos de terrorismo. En la operación han participado también miembros del FBI estadounidense, que han ayudado a identificar a los dos hermanos de origen brasileño, así como agentes de la Policía Federal Brasileña.
Fuentes de la investigación destacan que esta es la primera vez que detienen a dos personas de nacionalidad brasileña en una operación contra el terrorismo yihadista. “Pone a relucir el impacto de la propaganda yihadista en todo el mundo, incluso en zonas como Latinoamérica donde el impacto de atentados es mucho menor”, subrayan estas fuentes, que destacan que el perfil de los arrestados en este tipo de investigación “es muy variado” y no hay patrón ninguno por cuestiones de edad, posición socioeconómica o educación.
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