Detenidas 30 personas en dos operaciones contra el tráfico de hachís en Andalucía
Una organización introducía la droga en Huelva y otra la adquiría para trasladarla hacia distintos países europeos

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A un lado, una organización dedicada a traer hachís desde Marruecos e introducirlo a través embarcaciones de recreo en las costas de Huelva. Al otro, una banda que se encargaba de transportar la misma sustancia hacia distintos países europeos desde Málaga, Sevilla y Cádiz. Son dos operaciones policiales distintas hechas públicas este miércoles por Guardia Civil, Policía Nacional y la Agencia Tributaria, pero que sirven para mostrar el proceso completo desde la introducción de la droga en la península ibérica hasta su traslado a quienes la compran en Europa. En total han sido detenidas 30 personas —otras siete están en busca y captura— y se han incautado algo más de ocho toneladas de hachís, así como varias armas de guerra, seis embarcaciones y una docena de vehículos de alta gama.
La primera de las operaciones, realizada por la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, arrancó en mayo del año pasado. Los investigadores empezaron entonces a vigilar a un grupo de personas que alijaban hachís en las costas de Huelva. En julio, los agentes pudieron comprobar cómo desde una embarcación de recreo se descargaban varios fardos que se introducían en una furgoneta. Le siguieron la pista y detectaron que tras este movimiento había una organización criminal con base en la provincia andaluza. El trabajo policial permitió, un mes después, interceptar un alijo. Ahí se intervinieron dos embarcaciones deportivas con dobles fondos en los que se escondían 1,5 toneladas de hachís. Y más tarde, en noviembre, otra actuación policial permitió interceptar un vehículo que transportaba 3,3 toneladas de la misma sustancia y detener a los dos ocupantes, que llevaban una pistola y un arma de guerra como medidas de protección.
Finalmente, el pasado mes de enero los agentes desplegaron un amplio operativo en territorio onubense que permitió detener a otros seis integrantes de la organización y la realización de ocho registros en los que se encontraron cartuchos, chalecos antibalas y vehículos. Sin embargo, cuatro de los principales responsables del grupo consiguieron escapar. No fueron lejos. Gracias a la colaboración de la Polícia de Securança Pública de Portugal todos fueron arrestados a principios de febrero en la localidad de Lagos, al sur del país luso, lo que ha permitido dar por desmantelada la banda.
Organización internacional
Prácticamente por las mismas fechas, en verano de 2024, la Guardia Civil detectó en Málaga a otra organización que, precisamente, adquiría hachís en las provincias de Huelva y Cádiz para, después, trasladarlo hasta distintos países europeos. Estaba encabezada por personas de Francia —su líder tiene base en Lyon— pero contaba también con integrantes de Marruecos, Croacia y Serbia, “cada nacionalidad con funciones especializadas”, según fuentes de la investigación. La banda había alquilado casas en los municipios de Ronda, Mijas y Cártama, desde las que gestionaban y planificaban los envíos.
Fuentes del caso explican que tras adquirir el hachís y guardarlo en las viviendas, los traslados de la droga eran realizados tanto en coches de gran cilindrada como en camiones con dobles fondos. Todos tenían placas falsas españolas y con ellas recorrían el territorio nacional hasta que hacían una parada técnica en otro inmueble de Maçanet de la Selva, en la provincia de Girona. Allí, la organización las sustituía por otras francesas antes de cruzar al país galo. Para ello, contaban con una troqueladora y todas las herramientas necesarias para su fabricación.
Tras conocer la operativa, en julio del año pasado los agentes pudieron interceptar uno de esos envíos. Hallaron 270 kilos de hachís escondidos en el doble fondo de un camión, cuyo conductor y otro ocupante fueron detenidos. Fue el primer paso de la operación —denominada Klos y Zone— que obligó a los narcotraficantes a diversificar sus localizaciones. Varias de sus células alquilaron en varias poblaciones de Cádiz —Sanlúcar de Barrameda y Arcos de la Frontera— y Sevilla —Montequinto, Los Palacios y Villafranca—. Las distintas actuaciones policiales lograron desmantelar todas esas viviendas. En ellos se arrestó a una decena de personas y se incautaron 1,9 toneladas de hachís, 54 kilos de marihuana, dos camiones y siete vehículos de alta gama.
El último golpe ocurrió en Maçanet de la Selva, donde los agentes, en colaboración con la Policía Local de Girona, interceptaron este pasado mes de enero un vehículo con varios fardos de hachís cuando intentaba acceder a una finca rural. Allí se hallaron otros 650 kilos de hachís y distintos vehículos, además de la maquinaria para falsificar matrículas. Fueron arrestadas otras tres personas. También tres armas, dos de ellas de guerra, “algo cada vez más habitual en este tipo de actuaciones”, según fuentes de la Guardia Civil.
La operación, desarrollada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (EDOA) de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga y la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UYDCO) de la Comisaría Provincial de Policía Nacional de Girona, ha acabado con un total de 18 detenidos, aunque otras siete personas están en busca y captura. Se les imputan los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, defraudación de fluido eléctrico, tenencia ilícita de armas y falsificación de documento público, aunque varios tenían también en vigor una Orden Europea de Detención y Entrega por un homicidio ocurrido en Francia. De todos ellos, 14 están ya en prisión.
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