El discurso de Felipe VI, en ocho claves

El discurso navideño del Rey, que escribe él y supervisa el Gobierno antes de su emisión, ha arrancado este año con algo cercano y concreto, la tragedia de la dana que asoló la provincia de Valencia hace casi dos meses y su posterior gestión, para abordar después los grandes asuntos globales: las pulsiones antidemocráticas en distintas partes del mundo, la supervivencia del proyecto europeo o el fenómeno migratorio. Este es un resumen del discurso —de 1.806 palabras y poco más de 15 minutos de duración— en ocho claves:

“El consenso en torno a lo esencial, no solo como resultado sino también como práctica constante, debe orientar siempre la esfera de lo público”. Una de las insistencias de Felipe VI en su discurso ha sido el consenso y el diálogo entre las fuerzas políticas para llegar a acuerdos por el “bien común”, una expresión que ha repetido en hasta siete ocasiones a lo largo de su alocución.

“Es necesario que la contienda política, legítima, pero en ocasiones atronadora, no impida escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad”. Felipe VI cree que la esfera pública necesita más serenidad para “afrontar los proyectos colectivos o individuales y familiares”. En definitiva, para “cuidar y proteger” a quienes más lo necesitan. Y por eso pide un “pacto de convivencia” que se desarrolle y se alcance dialogando “con altura y generosidad”.

“España y los demás Estados miembros de la UE debemos seguir defendiendo las bases de la democracia liberal”. El jefe del Estado desde hace diez años ha mostrado su preocupación al afirmar que en ciertos foros y circunstancias, “se llega a discutir la validez de la democracia como sistema de gobierno”. Por eso reivindica una democracia con valores liberales que defienda los derechos humanos y las conquistas del bienestar social.

“En un mundo necesitado de actores fuertes y cohesionados (...) Europa sigue siendo nuestra referencia más valiosa”. Felipe VI, como profundo europeísta, ha nombrado a los socios comunitarios en varias ocasiones, aludiendo en especial a la necesidad de mantener una posición alineada en la cuestión migratoria, uno de los grandes pilares sobre los que ha versado el discurso de este 2024. El Rey ha querido poner el foco en la coordinación no solo entre los socios comunitarios sino también con los países de origen y tránsito de los migrantes.

“La manera en la que seamos capaces de abordar la inmigración (...) dirá mucho en el futuro sobre nuestros principios y la calidad de nuestra democracia”. El Rey ha puesto, además de la dana, la inmigración en el foco de sus palabras ya que en septiembre se marcó como la preocupación número uno de los españoles, según el CIS. Y con ello ha lanzado un mensaje muy claro: por un lado ha pedido más integración de los que llegan buscando un futuro mejor; y por otro, más firmeza contra las mafias y redes de tráfico ilegal de personas.

“Las ciudades, en especial las grandes urbes, actúan como polos de crecimiento y generan una demanda que la oferta no alcanza a satisfacer”. Los problemas de acceso a la vivienda, sobre todo para los más jóvenes y en las grandes urbes, ha sido otro de los pilares del discurso de este martes. Felipe VI ha pedido a los servidores públicos más acuerdos al respecto y una escucha activa a las necesidades de la ciudadanía.

“Hemos comprobado —y entendido― la frustración, el dolor, la impaciencia, las demandas de una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones”. Una vez más, la dana. La tragedia del pasado 29 de octubre en la que murieron 231 personas (otras cuatro siguen desaparecidas) ha sido la protagonista del discurso de Navidad de este 2024. El Rey ha iniciado y terminado su alocución con un recuerdo a los familiares de las víctimas y a las personas afectadas, y también ha querido trasladar su empatía con la frustración ciudadana por los momentos de total descontrol en la gestión de la crisis. El pasado fin de semana, de hecho, el propio Felipe VI, junto a la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía visitaron Catarroja (Valencia) en un viaje privado para mostrar su apoyo continuado a las víctimas y que la reconstrucción de la zona no quede en el olvido. “Todos deberíamos poder sacar las enseñanzas necesarias que nos fortalezcan como sociedad y nos hagan crecer”, ha dicho el jefe del Estado.

“España es un gran país”. Pese a haber pronunciado esta frase en multitud de ocasiones, el Rey ha querido este 24 de diciembre volver a remarcar que España es una nación “modélica” en el desarrollo democrático, con especial mención a la lucha antiterrorista. Y, aunque con precaución porque “queda mucho por hacer en materia de pobreza y exclusión social”, Felipe VI ha dedicado un momento a señalar el futuro “prometedor” del país al observar el comportamiento de la economía en términos de “crecimiento, empleo y exportaciones”.