La Policía desmantela cuatro plantaciones de marihuana en las Tres Mil Viviendas tras el tiroteo con arma de guerra
El consumo eléctrico desciende en un 40% en la zona de la barriada sevillana objeto de la vigilancia policial
La Policía Nacional sigue cercando a los narcopisos de las Tres Mil Viviendas después del tiroteo de la noche del 12 de octubre en el que se dispararon ráfagas de fuego compatibles con armas de guerra. Este miércoles la barriada Murillo ha amanecido de nuevo sitiada por un centenar de agentes en la tercera fase de la Operación Vulcano —que se desplegó la semana pasada con dos macrorredadas—, que han desmantelado cuatro plantaciones de marihuana en viviendas que se encontraban deshabitadas.
Hasta el momento, únicamente se ha informado de la incautación de marihuana y no ha trascendido la detención de implicados. En las dos otras fases de la operación, desarrolladas el miércoles y el viernes de la semana pasada, sí hubo detenidos —una decena en la primera y al menos dos en la segunda― que pasaron a disposición judicial. En esas redadas también se incautaron drogas, otras sustancias estupefacientes y armamento, que se está analizando. Fuentes de la investigación indican que, aunque el dispositivo tiene como objeto atajar la criminalidad en el Polígono Sur, el operativo continuará abierto hasta la totalidad recuperación de las armas empleadas durante el tiroteo del 12 de octubre.
Tras ese intercambio de disparos, las autoridades recuperaron en el lugar de los hechos, en la zona denominada Los Verdes por el color de las fachadas, cartuchos de escopeta y casquillos del calibre 9 milímetros, utilizados por armas cortas, y de 7,62, empleados para armas de guerra. Hasta el momento no se ha confirmado que entre el armamento incautado se encuentre el fusil de asalto compatible con esa munición.
Tras el tiroteo, el alcalde de Sevilla y la Junta de Andalucía responsabilizaron al Gobierno de la falta de seguridad en las Tres Mil Viviendas y demandaron más presencia policial para evitar arrojar una sensación de impunidad en la barriada más pobre de España, cuyos problemas endémicos de pobreza, fracaso escolar y violencia se han agravado con la extensión de los narcopisos en las viviendas de la zona, muchas de ellas abandonadas. Estas tres macrorredadas son la respuesta del Ejecutivo central a las críticas de las otras dos administraciones con competencias para erradicar la degradación socioeconómica en el Polígono Sur. El subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, ha insistido estos días en que no se pueden circunscribir los problemas del Polígono Sur a la falta de seguridad, poniendo el énfasis en la coordinación en materia laboral, educativa y urbanísticas, competencias que atañen al ámbito regional y municipal.
Este inusual despliegue policial ha tenido sus primeras consecuencias en el abultado descenso del consumo de electricidad en el centro de transformación que abastece a los vecinos de Los Verdes, Los Marrones y Las Vegas, el epicentro de las redadas de los últimos días, pero también uno de los enclaves del Polígono Sur donde se observa una mayor sobrecarga de la red eléctrica derivada del cultivo de marihuana. El desmantelamiento de plantaciones de este material —nueve el pasado viernes y cuatro este miércoles― ha provocado una disminución de la demanda, apoyada también en la iniciativa de los propios narcotraficantes que, ante el riesgo a ser investigados, se han deshecho de su material abandonándolo en bolsas de basura en las calles de las Tres Mil.
Estos dos comportamientos, la aparición de bolsas llenas de marihuana, y la disminución de la demanda son habituales cada vez que hay una redada policial en el barrio. En esta ocasión, la disminución del consumo el pasado 15 de octubre, el día en el que se desmantelaron nueve plantaciones por la Policía Nacional, fue del 40% en el centro de transformación de Endesa que abastece a la zona de Los Marrones, Los Verdes y Las Vegas. Esa central, según los datos facilitados por la compañía eléctrica, abastece a los 250 clientes que tienen contrato en vigor, aunque tiene capacidad para suministrar a 1.400. Antes de la redada el consumo era el equivalente al de una industria. “La demanda del centro de transformación se reduce al eliminarse la demanda derivada de las plantaciones”, indica un portavoz de Endesa que recalca que una plantación indoor en una vivienda puede llegar a consumir el equivalente a 80.
Con todo, la experiencia de la eléctrica determina que en unos meses el consumo volverá a incrementarse porque se volverán a reactivar los narcopisos. “En el caso de las redadas policiales suele tardar un poco más, cuando somos nosotros los que cortamos los enganches ilegales, la reconexión es casi inmediata”, indica el interlocutor, que insiste en que no son los vecinos los que montan las plantas, sino las mafias organizadas que han ido extendiendo este tipo de cultivos indoor por la barriada.
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