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La jueza del caso de Esther López imputa al último amigo que la vio con vida

El magistrado cita al principal sospechoso, la última persona que vio con vida a la mujer de Traspinedo (Valladolid), en enero de 2022

Justicia por la muerte de Esther López
La madre de Marta Calvo, Marisol Burón, interviene micrófono en mano en la manifestación para exigir justicia para Esther López, en la plaza de Portugalete, a 15 de enero de 2023, en Valladolid.Claudia Alba (Europa Press)
Juan Navarro

El Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid ha imputado a Óscar S. en relación con la muerte de Esther López en Traspinedo (Valladolid) en enero de 2022. El hombre ha sido desde que se comenzó la investigación el principal sospechoso del fallecimiento de la mujer, amiga suya, pues fue el último que la vio con vida. La comparecencia se ha establecido para el 20 de diciembre bajo la acusación de asesinato, según la acusación particular, integrada por familiares de la difunta, y por asesinato u homicidio y omisión del deber de socorro, según la Fiscalía. El acusado ha esgrimido durante meses que él la perdió de vista tras apearse ella de su coche, pero la reconstrucción de los investigadores apunta a un atropello intencionado por su parte.

El caso llegará a juicio casi tres años después de la desaparición de la vallisoletana en Traspinedo en la noche del 12 de enero de 2022. Las declaraciones de los testigos y las pesquisas de la Unidad Central Operativa (UCO) permitieron reconstruir que López se encontraba en compañía de varios amigos en varios bares del pueblo donde residían y que todas las partes habían consumido altas dosis de alcohol y drogas. Después, se trasladaron a una zona de bodegas, donde siguieron con su ocio nocturno. A partir de ese punto, las narraciones son discordantes, como se ha ido viendo en un procedimiento marcado por citaciones del propio Óscar S. y las evaluaciones de los peritos que han evaluado las pistas del suceso. El cadáver de la mujer fue encontrado tres semanas después, en una cuneta de una vía de acceso de Traspinedo, pero la investigación y la autopsia apuntaron a que pudo ser colocado allí después de la muerte.

Según el sospechoso, él se quedó a solas con Esther López, que en un momento dado le insistió con continuar de fiesta ya en Valladolid. Él declinó, discutieron y ella se apeó y vagó por la noche por la carretera.

La versión que señala a Óscar S. como responsable del óbito se sustenta en los exámenes de la UCO sobre las antenas de telecomunicaciones, las conexiones wifi y los movimientos de los teléfonos móviles de la víctima y su amigo. La reconstrucción policial recoge que ambos acudieron a las proximidades de la vivienda del hombre y que allí se pudo producir una discusión. Entonces, con la mujer en la calle, su amigo habría montado en el coche, habría acelerado y finalmente impactado contra ella con el vehículo.

La autopsia reveló golpes y contusiones a la altura de la cintura, con hemorragia interna compatible con haber sido atropellada por un modelo de automóvil similar al que conducía el acusado. El examen médico reveló también que la mujer no falleció fruto del golpe, sino por la combinación de la hemorragia, el consumo de alcohol y sustancias estupefacientes y el frío, pues pasó varias horas a la intemperie.

Fuentes de la UCO consideran que el hombre pudo golpearla con el coche y que luego se desentendió. Después, al percatarse de que su amiga había fallecido, consideran que pudo esconder el cadáver y ubicarlo tiempo después en la curva donde se halló tras tres semanas de batidas infructuosas.

Las indagaciones sobre el móvil del sospechoso revelaron que tanto aquella noche como en días posteriores mantuvo actitudes poco habituales en él, como ir a lavar el coche —donde se encontraron restos de ADN compatibles con el de la víctima—, recorrer varios trayectos entre Traspinedo y Valladolid con el móvil en modo avión o no mostrar preocupación cuando sus allegados o parientes de López, con cuyos familiares tenía una relación firme, le mostraron su preocupación por la entonces desaparición de la mujer. La Guardia Civil, cuando le tomó declaración, tampoco comprendió que no se preocupara por haber dejado sola a su amiga, bajo los efectos de alcohol y drogas, en una noche gélida de invierno y cerca de una carretera, algo que él sostenía en su versión de los hechos.

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Sobre la firma

Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, buscándose la vida y pisando calle. Grado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS. Autor de 'Los rescoldos de la Culebra'.
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