Muere un tripulante de una narcolancha durante una persecución policial en el Guadalquivir
En el operativo, en el que han resultado heridos otros cuatro ocupantes, la Guardia Civil ha intervenido 121 fardos de hachís
Una persecución policial en el Guadalquivir entre una narcolancha, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera se ha saldado con uno de los ocupantes de la primera embarcación fallecido y cuatro más heridos. La muerte, ocurrida tras chocar la semirrígida en la que viajaban contra una de las orillas del río, se ha producido en la madrugada de este sábado. Los otros cuatro accidentados, con heridas de diversa consideración, han sido trasladados por la Guardia Civil al hospital. El Instituto Armado ha recuperado 121 fardos de hachís en el operativo.
Los hechos se produjeron pasada la una de la madrugada, después de que, en el despliegue de cámaras y sensores del Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE), la Guardia Civil detectase la presencia de hasta ocho narcolanchas “entrando a gran velocidad” por el río Guadalquivir, según han explicado desde la Comandancia de Cádiz. El Instituto armado desplegó un amplio operativo con agentes de la comandancia gaditana, del GAR (Grupo de Acción Rural), del Servicio Marítimo de Cádiz y de Huelva y un helicóptero para impedir el desembarco del alijo.
Una de las semirrígidas implicadas, de cuatro motores, iba cargada de droga y acompañada de otra que le hacía de guía. Cuando las dos llegaron a tierra, los tripulantes comenzaron a descargar la carga. Fue entonces cuando el helicóptero de la Guardia Civil les sorprendió al aterrizar junto a ellos. La irrupción del medio aéreo provocó que los tripulantes se embarcasen en la narcolancha más grande para abandonar el lugar y dejaron tras de sí abandonados 47 fardos de hachís y la embarcación que les hacía de guía.
La huida de los traficantes dio inicio a una persecución en la que participaron lanchas de la Guardia Civil y a la que se sumó otra embarcación del Servicio de Vigilancia Aduanera. Sin embargo, la escaramuza duró apenas unos 400 metros, según el relato de la Comandancia de Cádiz. “Ellos inicialmente subían el río como sucede otras veces. Cuando ven a los agentes huyen hacia abajo intentando alijar y chocan”, relata una fuente cercana al cuerpo armado dependiente del Ministerio de Hacienda. La narcolancha colisionó contra una de las orillas del río, en una zona cercana a un paraje conocido como Brazo de la Torre, según apunta esa misma fuente.
La colisión “a máxima potencia”, según explican desde la Guardia Civil, provocó que la narcolancha volcase hacia abajo. “La goma [la embarcación] salió a todo lo que daba [de velocidad] del Brazo de la Torre, nos pasó por la popa, hizo una parábola y con poco margen se salió del río”, ha relatado una fuente cercana al caso. El violento choque provocó que los ocupantes saliesen despedidos y “le cayesen los paquetes [de hachís] encima”, según ha apuntado esa misma fuente. En el suceso falleció uno de los ocupantes y otros cuatro sufrieron heridas de diversa consideración.
Fueron los propios agentes de la Guardia Civil que pilotaban una embarcación fuera borda de aluminio S20 los que se encargaron de rescatar a los siniestrados y evacuarlos hasta el hospital. Tras el suceso, la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz ha abierto una investigación para esclarecer las causas del suceso. Está previsto que las diligencias se entreguen al juzgado en funciones de guardia de Sanlúcar de Barrameda. Durante buena parte de la mañana de este domingo, agentes del Instituto Armado se han afanado en recuperar la narcolancha siniestrada.
La Guardia Civil no ha informado aún de la identidad u otros detalles del fallecido. El operativo se saldó además con la recuperación de los 121 fardos de hachís que los supuestos traficantes intentaban introducir por la costa, procedentes de Marruecos. A los primeros 47 paquetes que los narcos dejaron abandonados en tierra, los investigadores sumaron la recuperación de otros 74 fardos que estaban esparcidos en el lugar del accidente y que los guardias civiles recuperaron con la ayuda de la lancha de Vigilancia Aduanera.
El pasado 31 de enero otra persecución policial similar se saldó con el fallecimiento de otro supuesto traficante, en este caso encargado de labores de repostaje. El accidente, sucedido en la zona cercana a la desembocadura del Guadalquivir, ocurrió cuando una patrullera de la Guardia Civil detectó una semirrígida al pairo con cuatro tripulantes descansando. Al verse sorprendidos, arrancaron la lancha y esta colisionó contra la embarcación Río Águeda de la Guardia Civil, según las pesquisas iniciales que se realizaron tras el accidente. Tras ese suceso, el pasado 8 de junio murió otro supuesto traficante y uno más resultó herido, en el transcurso de otra escaramuza tras un intento de alijo frustrado. En esa ocasión, en la colisión estuvo implicada una lancha de Vigilancia Aduanera.
Pero el suceso reciente de mayor gravedad se produjo el pasado 8 de febrero, cuando fallecieron dos guardias civiles —los agentes Miguel Ángel González y David Pérez—, después de que una narcolancha les pasase por encima en el puerto de Barbate. Tras el grave suceso, el Instituto Armado detuvo a ocho personas, acusadas de estar implicadas en el suceso. Sin embargo, las pesquisas posteriores realizadas por investigadores del mismo cuerpo determinaron que los culpables fueron otros traficantes que aún no han sido detenidos.
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