Semana clave en la causa del juez Peinado: la declaración de Sánchez y dos nuevos imputados

El juez Juan Carlos Peinado tiene la agenda de esta semana repleta de citas importantes en el marco de la causa que impulsa contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El magistrado mantiene su intención de acudir el martes al palacio de La Moncloa para interrogar en persona al jefe del Ejecutivo —una escena nunca antes vista en la actual etapa democrática, que además quiere grabar—, pero antes ha fijado otras declaraciones relevantes como prólogo. Este lunes tiene previsto interrogar como imputados al empresario Juan Carlos Barrabés y a Joaquín Goyache, rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), así como a otros tres nuevos testigos, entre ellos el presidente del Instituto de Empresa (IE).

El sumario se adentra así en una semana frenética, después de que Peinado haya decidido pisar el acelerador a raíz de que Begoña Gómez se acogiese a su derecho a no declarar el pasado 19 de julio. Todo ello en una causa en la que el magistrado aún no ha aclarado los extremos de su investigación; y en la que la Audiencia Provincial de Madrid no tiene previsto pronunciarse hasta el 30 de septiembre (dentro de dos meses) sobre si, como denuncian la Fiscalía y las defensas, el juez se ha excedido al saltarse los límites que ese tribunal le había marcado para poder seguir adelante con sus pesquisas.

Sánchez y Peinado, cara a cara. El magistrado, responsable del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid, ha ordenado que la Policía y los técnicos de los servicios informáticos de la Comunidad de Madrid —que se encarga de dotar de medios a la Administración de Justicia en esta región— acudan este lunes a La Moncloa para “instalar los dispositivos necesarios” para grabar el encuentro con el presidente del Gobierno. Y, según ratificó en una providencia el viernes en la que rechazó la solicitud de Sánchez de declarar por escrito, él mismo se desplazará a la sede del Ejecutivo el martes a las 11.00 para practicar el interrogatorio.

Para justificar por qué no le permite declarar por escrito, Peinado asegura que va a interrogar al líder socialista como marido de la imputada, y no como jefe del Ejecutivo, pese a que el propio juez ha dejado por escrito que investiga a Begoña Gómez por supuestos delitos —tráfico de influencias y corrupción en los negocios— que cometió presuntamente en su condición de esposa del “presidente del Gobierno de España”.

Dos nuevos imputados. El magistrado había puesto en la diana a Begoña Gómez desde que arrancó su instrucción el 16 de abril, cuando admitió a trámite una denuncia de la organización ultraderechista Manos Limpias y ya dio a Gómez la condición de “investigada”. En julio ha imputado a otras dos personas: el empresario Juan Carlos Barrabés y el rector Joaquín Goyache. A ambos les tomó declaración primero como testigos pero ha vuelto a citarlos este lunes a declarar como imputados. A diferencia de cuando comparecieron la primera vez, ambos pueden acudir ahora con su abogado y acogerse a su derecho a no responder, aunque Goyache ya ha dicho que volverá a contestar a “todo lo que se [le] plantee”.

La “deriva procesal” que denuncia la Fiscalía. En sus últimos escritos, el ministerio público ha cargado con enorme dureza contra la investigación de Peinado. El fiscal José Manuel San Baldomero, que ya denunció la “incertidumbre” que reina en este sumario y su “deriva procesal”, ha acusado al magistrado de impulsar unas pesquisas “con una amplitud claramente desmesurada y carente de cualquier precisión o definición”. En su opinión, el juez se ha extralimitado; no ha aclarado qué está indagando; y ha emprendido iniciativas que carecen de “utilidad”, “sentido” y “necesidad”, como la citación de Sánchez —que ha recurrido tras censurar que el magistrado utilice “subterfugios” para evitar que el jefe del Ejecutivo pueda acogerse a su derecho a declarar por escrito—.

Es más, en sus alegaciones contra la decisión de interrogar al presidente, San Baldomero critica que Peinado se haya preocupado más por garantizar que se grabe ese cara a cara con Sánchez que en motivar esa decisión. “No hay rastro alguno” de indicios de tráfico de influencias en el sumario, insiste también el ministerio público, que reprocha al juez su proceder con la citación de testigos: el fiscal recalca que Peinado ha llamado a declarar primero a Barrabés y Goyache como testigos —lo que les obliga a decir la verdad y les impide acogerse a su derecho a no declarar— para cambiarles después, “inmediatamente y “sin motivación alguna o con meras remisiones genéricas”, la condición a la de imputados. En el caso del empresario, por ejemplo, justificó su decisión en dos informes de la Guardia Civil que ya tenía cuando lo interrogó como testigo, y que además concluían que no se habían encontrado irregularidades en las adjudicaciones públicas a las compañías de Barrabés, según señala el fiscal.

Cuatro nuevos testigos. Peinado tiene previsto tomar declaración también este lunes a tres nuevos testigos: Diego del Alcázar, presidente del Instituto de Empresa (IE), donde Begoña Gómez dirigió el IE Africa Center; Félix Jordán de Urries, al que un abogado identifica como la persona que puso en contacto a Barrabés con la esposa del presidente, según consta en un escrito enviado a la Guardia Civil; y Luis Ciprés, miembro del grupo Barrabés. A su vez, el juez ha citado en agosto como testigo a Leticia Lauffer, exdirectiva de una filial de Globalia, grupo propietario de Air Europa —compañía rescatada por el Gobierno en 2020—.