Pontón avisa a Rueda en la gran fiesta del nacionalismo gallego: “No tenemos techo y cada día somos más”
El BNG desborda la plaza de A Quintana de Santiago en su celebración del Día da Patria Galega mientras Rueda y Feijóo participan en la ofrenda religiosa al Apóstol Santiago
Cinco meses después de las elecciones en las que logró el mejor resultado de su historia sin cumplir su sueño de presidir la Xunta, el BNG ha convertido la gran fiesta del nacionalismo gallego en una inyección de ánimo. La tradicional manifestación del Día da Patria Galega ha recorrido las calles de Santiago este jueves y ha acabado desbordando la plaza de A Quintana, a pocos metros donde el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, asistían a la ofrenda religiosa al Apóstol Santiago. “No bajemos los brazos, subámoslos con más fuerza que nunca. ¡No nos pongamos límites!”, ha arengado a sus fieles desde el escenario la líder del Bloque, Ana Pontón. “Los grandes cambios a veces tardan más de lo que nos gustaría”, añadió. La nacionalista ha advertido a los populares gallegos de que su mayoría absoluta en febrero no ha supuesto un freno para un partido que ella misma revivió hace solo ocho años cuando estaba a punto de desaparecer: “No tenemos límites ni techo. Cada día somos más”.
Pontón ha recordado que en 2016, cuando tomó las riendas del partido en su peor momento, impulsó una “nueva línea política, actualizada y moderna” con la que ha multiplicado por cuatro el apoyo electoral a sus siglas. “Cambiamos mucho, pero se mantuvieron firmes cada uno de nuestros principios. Avanzamos sin renunciar a los principios del nacionalismo gallego”, ha defendido. El BNG, que lidera la oposición a Rueda a 16 escaños del PSdeG-PSOE, está ahora “en máximos históricos”, en “el mejor momento”, pero Pontón ve aún margen para crecer y poner en peligro los 15 años consecutivos de gobiernos del PP: “El BNG está de moda y os aseguro que no es pasajera. Eso es lo que decían algunos desde sus atalayas mediáticas hace cuatro años. Nuestro auge responde a una tendencia de fondo sólida y potente”.
La líder del BNG ha asegurado que el crecimiento de su partido ha forzado a Rueda a “ponerse el disfraz de pseudogalleguista” pese a ser un “centralista convencido”. Ha acusado al presidente de la Xunta de fundamentar su acción de gobierno en la “propaganda” para “esconder la realidad en la que viven miles de gallegos” y de “estar buscando ya una puerta giratoria” ejerciendo de “comercial” de Altri, la empresa portuguesa que pretende instalar una macrocelulosa en Lugo. Este proyecto, que se conoció tras el 18-F, ha desatado una fuerte oposición vecinal y ecologista.
Por primera vez desde su marcha del BNG, Xosé Manuel Beiras ha acompañado al partido de Pontón en la manifestación del Día da Patria Galega. Su presencia supone un paso más en la reconciliación del nacionalismo gallego. El Bloque se rompió en 2012, tras la traumática pérdida del gobierno de la Xunta en favor del PP de Alberto Núñez Feijóo, y Beiras fundó una fuerza propia (Anova) que acabó siendo un referente para las confluencias de la llamada nueva política. Se alió con la izquierda federalista de Yolanda Díaz, pero la experiencia no acabó bien. En las últimas citas electorales, el histórico nacionalista que lideró el BNG durante más de dos décadas ha vuelto a pedir el voto para los de Pontón.
Entre gritos entusiastas de “Palestina vencerá” y “Altri non”, la diputada Olalla Rodil, estrecha colaboradora de Pontón que ejerció de presentadora del acto, tuvo palabras de recuerdo para los malos tiempos que pasó la formación y un reconocimiento para la militancia de entonces: “Costó mucha sangre y sudor que el nacionalismo vuelva a estar aquí con más fuerza que nunca”. Pontón definió al BNG como una “fuerza solidaria, antiimperialista y pacifista” y reivindicó la paz no solo en Gaza y Ucrania sino también en otros países golpeados por conflictos armados que reciben mucha menos atención, como Somalia, Malí, Yemen, Siria o Burkina Faso.
Homilía con Feijóo
A unos metros del acto nacionalista, Rueda y Feijóo asistieron en la Catedral a la Ofrenda al Apóstol Santiago. El delegado regio fue el popular Miguel Santalices, presidente del Parlamento gallego, que en nombre del Rey Felipe VI ha pedido paz “en Ucrania, en Palestina o en Israel”, “un enfoque global” para luchar contra el “drama de la violencia de género” y abordar la llegada de inmigrantes a España con “consenso y generosidad” pero “dentro del respeto a la ley”. En la homilía, el arzobispo de Santiago, Francisco Prieto, afirmó que esta es “una época dominada por las crisis, la económica, la de la familia y los modelos sociales, la de las instituciones y la dura crisis de los migrantes”. A su juicio, “tantas crisis muestran el miedo y la profunda desorientación del hombre contemporáneo” y llamó a “poner al ser humano en el centro de las instituciones” y defender “todas las vidas”, tanto “la que se inicia como la que acaba”.
El PSdeG-PSOE, por su parte, ha celebrado su tradicional acto por el Día de Galicia en Rianxo (A Coruña), cuna de Alfonso Rodríguez Castelao. Su líder, José Ramón Gómez Besteiro, acusó a Rueda de “utilizar a Galicia” sin “creer en ella” y de “inventar rivalidades inexistentes” mientras la comunidad crece “un 30% menos” que España y “padece la mayor inflación del Estado”. El presidente de la Xunta, por su parte, asegura que ha cumplido “el 100% de las medidas anunciadas para los 100 primeros días”. En un reciente evento para conmemorar ese hito, animó a su gobierno a mantener “la ambición”, “la frescura”, “los ojos y oídos abiertos” y “los pies en la calle”.
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