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PSOE y PP rechazan las enmiendas de Podemos y Vox a su pacto judicial

Los socios le piden al Gobierno anular ese acuerdo ante la evidencia de los espionajes de la policía patriótica

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, conversa con el portavoz del PNV, Aitor Esteban, delante de los diputados de Vox.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, conversa con el portavoz del PNV, Aitor Esteban, delante de los diputados de Vox.Fernando Villar (EFE)
Javier Casqueiro

El pacto alcanzado entre el PSOE y el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial sigue adelante en el Congreso, cumpliendo sus trámites parlamentarios, para gran enfado de prácticamente todos los socios del Ejecutivo, por un lado, y por otro de Vox, aliado hasta ahora de los populares en distintas autonomías y muchos ayuntamientos. PP y PSOE unieron sus escaños en el Congreso para rechazar este jueves las enmiendas a la totalidad registradas por Vox y Podemos contra ese acuerdo del bipartidismo clásico. Los aliados habituales del Gobierno reprocharon al PSOE que haya negociado con los responsables del espionaje a rivales practicado durante años por la llamada “policía patriótica” ordenados por los responsables del ministerio del Interior de los ejecutivos del PP. Vox, en plena fase de ruptura con el PP, interpretó esa alianza como el nacimiento de una nueva coalición: “Pepesoe”.

El pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial y cambiar algunos aspectos del Estatuto del Ministerio Fiscal, sellado el 25 de junio pasado entre PSOE y PP tras cinco años y medio de bloqueo por parte de los populares, sigue su camino parlamentario previsto de cara a quedar aprobado antes de que finalice el mes de julio. Ese acuerdo estratégico no oculta las enormes diferencias entre las partes de esa negociación ni la gran molestia que ha provocado con sus respectivos aliados políticos. El pleno constató, por tanto, el rechazo de la mayoría de la Cámara a las dos enmiendas a la totalidad registradas contra ese pacto: con 297 votos en contra en el caso de la planteada por Podemos y de 302 en la tramitada por Vox. En la presentada por Podemos los 33 diputados de Vox se abstuvieron.

La secretaria general de Podemos, la exministra Ione Belarra, insistió en la idea de que ese acuerdo, que tildó de contubernio, viene a inaugurar “un nuevo tiempo de la gran coalición en España y en Europa, el de legitimar la guerra sucia contra Podemos y contra todos los que quieren cambiar las cosas a mejor”. Belarra cuestionó al PSOE por negociar con los populares tras conocerse los distintos casos que definió como lawfare, persecución judicial contra su partido o incluso “golpismo judicial”. Fue en ese momento cuando citó el caso del espionaje a dirigentes de su formación y luego “las maniobras del juez (Joaquín) Aguirre”, que investiga a Carles Puigdemont y la trama rusa y “el vodevil judicial del juez (Juan Carlos) Peinado”, que lleva el caso de Begoña Gómez. El presidente en funciones en ese momento de las Cortes, el socialista Alfonso Gómez Rodríguez de Celis, ordenó retirar del acta escrita de la sesión el término “golpismo judicial” como luego hizo cuando lo repitió el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.

El portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, defendió su enmienda a la totalidad, pero sobre todo aprovechó su intervención para arremeter “contra la fusión por absorción del segundo partido de la Cámara al primero”, en alusión al entendimiento entre el PSOE y el PP. Ortega consideró que con ese acuerdo se inaugura la composición de “una nueva coalición parlamentaria, el Pepesoe, de intereses compartidos” y ahí relató las veces y asuntos en los que esas formaciones han votado lo mismo en el Congreso o la Unión Europea sobre distintos temas entre los que incluyó el reciente reparto de menores inmigrantes no acompañados que ha llevado la relación del partido ultra con el PP al borde de la ruptura.

La discusión en el pleno fue utilizada por los partidos para exponer todo tipo de reivindicaciones y demandas pendientes en materia judicial. El portavoz de Junts, Josep María Cervera, tachó de “chiste de mal gusto” que PSOE y PP intenten justificar ahora ese acuerdo con el objetivo de reforzar la independencia judicial y les calificó de “banda de trileros de la España de siempre, la de un Estado podrido, que no cambia nada, la de la transición y el juicio del 23-F”. Rufián, de ERC, lamentó que el pacto no recoja “las distintas sensibilidades de la Cámara” y concentró su intervención en atacar las posiciones racistas de Vox.

La representante del PSOE, Isaura Leal, optó por destacar que con el desbloqueo a los vetos del PP y “el acuerdo entre diferentes” se beneficia a la carrera judicial, a la sociedad institucional y al Estado de Derecho e instó al líder popular, Alberto Núñez Feijóo, a continuar por la senda de más “acuerdos trascendentes y de Estado” ahora con la inmigración. El portavoz del PP, Miguel Tellado, le recordó al PSOE tras la exposición de Belarra el nivel de “insultos” de sus socios radicales y se atribuyó todo el mérito del pacto judicial para su partido.

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Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.
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